PERERA SALE
A HOMBROS EN UNA TARDE ANODINA POR CULPA DEL GANADO
LA FALTA DE RAZA Y DE CASTA DEL GANADO DE EL PILAR CONDICIONÓ UNA TARDE EN LA QUE LOS TOREROS, A PESAR DE SUS GANAS Y DISPOSICIÓN, TUVIERON POCAS POSIBILIDADES.
Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis
Ficha técnica
Ganado: seis ejemplares de El Pilar
muy mal presentados, bajos de casta y raza, que colaboraron a que la tarde
fuera anodina y la corrida se hiciera interminable. El cuarto y sexto se
dejaron algo más.
Miguel Ángel
Perera: estocada (ovación con
saludos) y estoconazo (dos orejas).
Emilio de
Justo:
estocada (palmas) y pinchazo y estocada (ovación).
Borja
Jiménez: dos
estocadas desprendidas (vuelta al ruedo tras petición) y dos pinchazos, media
estocada y descabello (ovación).
Incidencias: la plaza registró algo más
de media plaza en tarde calurosa. Miguel Ángel Perera salió a hombros.
El refranero español es sabio. Todas las situaciones de la vida cuentan con una respuesta en el refranero. En Los Califas esta tarde ha venido como anillo al dedo el que dice que en el país de los ciegos el tuerto es rey. Sabia definición para acoplarla a lo que ha sucedido esta tarde en “Los Califas”.
El primer ejemplar que salió
al ruedo ya nos hizo compararlo mentalmente con la buena presencia de los
novillos del día anterior. Y claro la pregunta es inevitable ¿Cómo es posible
que salga por chiqueros semejante toro?. ¿Quién tiene la obligación de velar
por la categoría de la plaza?. Fue protestado por parte del público. Pero la
cosa no fue a más. En fin, este es un problema endémico en esta plaza.
MIGUEL ÁNGEL
PERERA
Vamos a lo que vamos. Abría cartel Miguel Ángel Perera un torero curtido en mil batallas que tiene recursos y argumentos para solventar cualquier situación que le plantee el astado que le toque en suerte. Y al igual que sus compañeros esta tarde se ha estrellado contra un insalvable obstáculo que ha sido la sosería y la falta de casta y raza de los toros anunciados de El Pilar, que no han dado la talla de lo que se esperaba de ellos. A todos (excepto cuarto y sexto como ha quedado dicho) les falto gas y la chispa necesaria para levantar el vuelo de una tarde plomiza.
A su primero, que no humillaba ni embestía con alegría le realizó una faena al son del toro; sosa.
En el cuarto, que se dejó más, sacó a relucir su técnica y su profesionalidad para crear una faena que arrancó los olés del público ( sin que hirviera el tendido). Perera sabe cómo llegar a la parroquia y esta tarde ha salido airoso de un encierro con nada de facilidades por su falta de todo.
Muletazos de largo trazo por ambas manos, con arrimó le pusieron en sus manos dos orejas. Mucho ruido para tan pocas nueces.
EMILIO DE JUSTO
Emilio de Justo por su parte ha mostrado una disposición total, no renunciando a ninguno de los quites que le correspondía y poniendo toda la carne en el asador, tanto en el recibo de capote como con la franela.
La falta de fuerza del primero condicionó su faena hasta el punto que no ha logrado conectar con el público, conocedor de las posibilidades artísticas del diestro. Su segundo toro, ha sido un calco, con algo más de recorrido pero que no ha aportado nada.
En resumen que su voluntad y honradez profesional han quedado de manifiesto, pero nada más.
BORJA
JIMÉNEZ
Se presentaba en esta plaza Borja Jiménez y su actuación ha quedado a medias. Al tercero de la tarde lo recibió con muy buenas verónicas, pero con la franela el animal se ha defendido desde el primer momento lanzando derrotes en mitad del pase.
No ha podido desarrollar su toreo alegre y sevillano, cosa que si ha sucedido en el sexto que se venía de largo. Aquí sí ha podido disfrutar, mientras el toro duró.
La faena la comenzó con un par de cites cambiados por la espalda que ya despertaron a los tendidos de su letargo, luego continuó con tandas por ambas manos, con el torero relajado y conduciendo perfectamente el buen son del animal.
Cambios de manos, trincherillas, todo un repertorio magnífico con una entrega y disposición total. El público con el torero. Faena de sabor.
Algo que era necesario en el transcurrir de la corrida, pro llega la hora de la verdad y la espada se niega a entrar. Todo se fue al traste. El torero y el público, que le había apoyado sin fisuras, decepcionados. Lástima. Fue despedido con una fuerte ovación.
Anotar que el segundo toro de la tarde derribó estrepitosamente al piquero y se vio una estampa poco corriente: caballo y toro (sin fuerzas) tendidos uno junto al otro durante un largo rato mientras se levantaba al equino.
Que razón tenía quien dijo que nunca ha habido una corrida igual a otra. Cada una tiene algo que las hace diferentes. Esa es la grandeza de la tauromaquia, que los festejos taurinos no se deben a ningún guión escrito. De ahí las sorpresas de cada tarde.
LA CÁMARA
ESTABA ALLÍ
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