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CORDOBA CUENTA CON UN NUEVO MATADOR DE TOROS

MANUEL ROMAN TOMA LA ALTERNATIVA CON JUAN ORTEGA DE PADRINO Y ROCA REY DE TESTIGO

Ladislao Rodríguez Galán                             fotos: Ladis                                       

Ficha técnica

Ganado: seis toros de Domingo Hernández de aceptable presentación y de juego diverso. El mas toreable el tercero.

Juan Ortega:  estocada (dos orejas) y dos pinchazos y media estocada (ovación con saludos).

Roca Rey: un pinchazo y estocada (dos orejas) y estocada caída y dos descabellos (ovación con saludos).

Manuel Román: pinchazo y estocada (oreja) y tres pinchazos y cinco descabellos (palmas)

Incidencias: la plaza registró casi el completo. Juan Ortega y Roca Rey salieron a hombros. Se desmonteraron los subalternos Paco Algaba y Virutas tras parear  a los toros tercero y quinto.

MANUEL ROMÁN

Abría la tarde un chaval de Córdoba muy querido por el público y del que se espera lo máximo en el escalafón superior, pero hoy no ha podido iniciar el camino con el horizonte despejado. No ha triunfado. No ha podido ser.

Recuerdo que cuando reapareció en Córdoba José Ortega Cano, tras quedarse viudo de Rocío Jurado, compartíamos un burladero el querido Tico Medina y el que escribe. La plaza registraba una muy buena entrada y cuando Ortega terminó su faena, con más pena que gloria, me dijo: ¿Sabes cual es el problema? Que el toro no sabe quien era Rocío Jurado…

Algo así ha sucedido esta tarde. Mucha ilusión mucho compromiso y mucha expectación, pero a la hora de la verdad salen unos toros ramplones,  que no colaboran y la cosa queda en la intención. Y todo el esfuerzo se diluye.

El primer toro, de nombre “Ofiverde”, marcado con el número dos y de 500 kilos de peso, aportó poco aparte de la sosería que traía de cuna. No era el toro ideal para el toreo del joven cordobés, que lo intento hasta el final. Una oreja fue el premio a su tesón y entrega.

En el sexto, de nombre “Dinamita”, marcado con el nº 39 y de 480 kilos de peso, se ve que la dinamita estaba mojada y no llegó a explotar. 

La sosería y ramplonería acabó con la paciencia del torero y del público.

JUAN ORTEGA

El otro alumno de la Escuela Taurina de Córdoba, donde se ha hecho torero, maneja el capote de forma magistral, parece que no lo toca, que flota en el espacio. Sin duda es su fuerte. 

Después con la muleta, de rodillas o erguido, es capaz de ilusionar a cualquiera con su manejo sensible y elegante. Ortega ha cuajado en un torero importante. 

Las dos orejas, pedidas con fuerza, le abren la puerta Grande para salir…y para volver.

En el cuarto, faena de calidad con naturales largos y profundos, sumados a series con la derecha y pases de pecho artísticos. 

De no fallar con la espada hubiera echado otra oreja al zurrón.

ANDRÉS ROCA REY

¡Madre mía, el ciclón de Perú!. Qué barbaridad, que ganas de comerse el mundo. Esta tarde, otra vez, Roca Rey ha llenado de adrenalina los tendidos. Que ajuste en los rodillazos de principio de faena, con cambio por la espalda.

Y siguió de rodillas con una serie interminable que hizo que la plaza se viniera abajo con la gente puesta en pie. Que nudo en la garganta de los espectadores. Pero, señores, esta es la tauromaquia: te podrá gustar más o menos, pero la emoción que transmite este torero no lo consigue nadie al día de hoy. 

Y después, más y mejor con ambas manos. Tandas de libro por ambas manos con alegres pases de pecho, mientras las palmas echaban chispas. Esta es la justificación de la Fiesta: emoción, emoción y emoción. Un pinchazo y una gran estocada pusieron en sus manos las dos orejas de su oponente, que ha sido colaborador fundamental en esta obra..

En el quinto, otro tipo de toro, no ha escamoteado esfuerzo, pero el animal no transmitía lo suficiente como para formarle un taco. Sin embargo ha ligado series con ambas manos de mucha calidad y categoría. Su fallo a espadas no le permitió tocar pelo. Pero en el recuerdo de esta tarde quedará la entrega y la categoría del nº 1, hoy por hoy, sin rival que le haga sombra.

Y nada más. Se acabó la feria taurina con sus luces y sus sombras. En mi mente han quedado las verónicas de recibo de Manuel Quintana la tarde del viernes a un novillo de Enrique Ponce y la labor posterior hasta conseguir salir por la Puerta Grande. La buena intención de Manuel Román en la tarde de su alternativa. La pinturería y buen hacer de Borja Jiménez, actuación artista de Juan Ortega y sobre todo la bomba vestida de torero que se anuncia en los carteles como Roca Rey.

Feria cortita, muy cortita, pero muy sabrosa.

Y hasta el año que viene. Doce meses se pasan volando.

Y si no, al tiempo.

CURIOSA COINCIDENCIA

En esta tarde histórica, en que se ha celebrado la alternativa que hace la nº 23 en Los Califas, se ha dado una curiosa circunstancia. El torero que ha tomado la alternativa Manuel Román y su padrino Juan Ortega han sido alumnos cualificados de la Escuela Taurina de Córdoba. Por eso el presidente del Círculo Taurino, del que depende la Escuela, Alfonso Téllez se ha fotografiado con ambos. Foto para la historia.

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ