ENTREVISTA
" HE GOZADO MUCHO DE MI AFICIÓN, PERO TAMBIEN HE SUFRIDO
BASTANTES VECES"
ANTONIO AGUILAR CRUZ
AFICIONADO AL TORO Y A LA CAZA
Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis
Me agrada hablar de toros con aficionados de postín que han vivido
varias etapas de la Tauromaquia, y esa visión les permite juzgar cada época y
sacar conclusiones con perspectiva.
Hoy hablamos con Antonio Aguilar Cruz, de La Carlota, gran aficionado a la tauromaquia y a la caza desde pequeño, pues con apenas diez
años su padre, gran aficionado, lo llevaba con él a ojeos de perdices y
tórtolas a la finca “Dehesa de Yeguas”, propiedad
de la familia Sánchez de Puerta, en la que había ganado bravo. Recuerda Antonio
que el mayoral era Juan Pineda, más conocido por Juanillo Miñana, abuelo de
Finito de Córdoba, y muchas veces lo subió en la montura de su caballo, delante
de él, y lo paseaba por los cercados del ganado bravo, mientras le explicaba
muchas historias sobre los toros y los toreros, sobre todo, de Manolete, que
era muy amigo de los hermanos Baldomero y Manolo Sánchez de Puerta. Así empezó
a gustarle el mundo del toro de una manera extraordinaria y también a sentir el deseo de ir a corridas
de toros, a las que acompañó a su padre
muchas veces, pues era un gran aficionado. Desde entonces, mientras se lo permitió su salud, han sido incontables las
tardes que ha ocupado su sitio en un tendido en numerosas plazas andaluzas y el
resto de España.
- Dicen que los buenos
aficionados, lo mismo que disfrutan sufren. Cómo está su balanza: ¿Más gozo o
más sufrimiento?.
- He gozado mucho de mi afición pero también he sufrido bastante a veces.
- No siempre cumplir
años es negativo. Los aficionados con solera y edad tienen a su favor haber
podido admirar y ver a los mejores toreros del siglo XX ¿Con cuál se queda?.
- No tuve la suerte de ver a Manolete porque cuando lo mató Islero en Linares, yo tenía diez años, pero sí pude ver a Carlos Arruza, una sola vez, después a Martorell, Calerito, Francisco Ruiz Miguel, Manzanares, El Litri, Paco Camino, Diego Puerta, Espartaco, Chiquilín, Enrique Ponce, y muchas veces a El Cordobés, a Finito de Córdoba, a Morante y a Curro Romero así como a otros muchos más.
Pero sin lugar a dudas me quedo con El Cordobés, mientras estuvo en activo, y con Finito de Córdoba que aún lo sigo, que me cautivó desde el primer momento que lo vi, a pesar de que no ha sido muy afortunado en la suerte suprema. Nunca podré olvidar una tarde en la Maestranza de Sevilla que con unos capotazos de antología puso a toda la plaza en pie con un buen rato aplaudiéndolo.- Le quedó algún torero por ver?
- Si bien me gusta que los toros sean bravos y con raza, lo
cierto es que siempre he considerado que la dificultad de algunos toros impiden
al torero hacer lo que a todos nos gustaría, por cuya razón me defino como más
bien torerista, y más aún desde que en el mes de mayo de 1992, estando en la
corrida de la Maestranza de Sevilla, el
primer toro de la tarde clavó un pitón en el corazón del banderillero Manuel
Montoliú y cayó muerto en el acto, en el ruedo, suspendiéndose la corrida de
inmediato. Pero ajustándome más a su pregunta me interesan ambos, aunque más el
torero.
- Creo que debe ser la empresa que ofrece carteles que no
interesan demasiado a los aficionados.
- ¿Ha tenido la plaza
de Los Califas mala suerte con los empresarios que han dirigido su destino en
los últimos años?.
- Sin lugar a dudas, sí.
- Con tan flojo palmarés de festejos ¿Debe seguir siendo Los Califas plaza de primera a pesar
de que, aparte de las corridas de feria, carece de temporada?.
- Creo que sí, hay demasiada historia taurina en Córdoba, con
los mejores toreros en todas las épocas, para que por una mala racha que está
pasando la degraden. Eso no sería justo ni conveniente.
- Usted que vive la Fiesta con tanta pasión ¿Ha toreado alguna vez?.
- No, pero cuando tenía catorce o quince años lo intenté
varias veces. Iba con un primo mío, ya fallecido, a una finca de mi pueblo en
la que siempre había vacas. Pero lo que no sabíamos era que las vacas no eran
bravas, sino pajunas y por tanto nunca conseguimos nuestro propósito de torear
ya que no embestían por mucho que las provocábamos. Estas hazañas fueron
descubiertas por nuestros padres porque cuando regresábamos nos deteníamos en
un chozo donde había un amigo de nuestra edad cuidando un melonar de su padre y
también había allí una potra sin domar en la que nos dejaba montar. Pero por
desgracia la caballería dio una patada a mi primo y le descoyuntó la mandíbula.
Así acabó nuestro deseo de ser toreros.
- O sea su afición
quedó en disfrutar la Fiesta desde el tendido...
- Efectivamente no he toreado nunca, pero en una ocasión presidí una novillada de
noveles organizada por el Ayuntamiento de Fuente Palmera, del que yo era
entonces Secretario, y quizá por mi afición conocida, me designaron para ello,
teniendo como asesor a Mariano Prieto, veterinario de Posadas, gran amigo mío, y a todos los toreros participantes les dimos los
máximos trofeos. Aunque la verdad es que los muchachos estuvieron muy bien, cada uno a su estilo.
- Afortunadamente no
dejan de surgir toreros jóvenes para que la antorcha de la Fiesta siga
encendida ¿Quién le parece que puede tirar del carro?.
- Considero que Manuel Román, que tiene madera de triunfador. Las veces que lo he visto me ha convencido. Quiera Dios que lo respeten los toros y no le ocurra como a mi entrañable amigo Manuel Rodríguez Requena, que pudo haber sido una de las primeras figuras durante muchos años, pero las graves cornadas que recibió lo impidieron y se vio obligado a retirarse. El toreo tiene eso, que el riesgo es constante.
- Para mí son dos, El Cordobés y Finito de Córdoba
- Se que mantiene una estrecha relación, tanto su hermano José como usted, con Manuel Benítez "El Cordobés" ¿Cómo definiría su toreo y su trayectoria?.
- Mi padre era amigo de El Cordobés, y a través suya lo
conocí. En aquella fecha yo ejercía como agente de la propiedad inmobiliaria e
hice un equipo con mi propio padre, un amigo llamado Juan Raya y Antonio
Hernández Magdaleno, amigo de la infancia de Manuel Benítez, y casi todas las
fincas que compraba y vendía, lo hacía a través nuestra, y cuando cerraba el
trato, yo como abogado redactaba el contrato, muchas veces a mano. Mi amistad
con el Cordobés llegó hasta el extremo de que abrimos en sociedad la
inmobiliaria El Cordobés en la calle Calvario nº 6, de Marbella.
En cuanto a su toreo, tengo que repetir lo que ya he dicho antes, que ha sido el torero mejor que he conocido. El más grande de todos, por cuya razón fue designado como Quinto Califa, entiendo que con todo merecimiento.
- Cambiando de tercio ¿Le ve futuro a la Fiesta?.
- Soy muy optimista en ese sentido. La Fiesta es tan grande
en España que nada ni nadie acabará con ella por muchos detractores que tenga.
Si analizamos su historia veremos que en muchas ocasiones se ha repetido esta
situación.
- Debía la Fiesta
adaptarse a los nuevos tiempos animalistas?.
- Considero que los animalistas son una rara especie a
extinguir. ¿Qué sería del toro bravo, uno de los animales más bellos que
existen, sin la Fiesta?.
- De la Fiesta apenas se habla en la radio, la TV y poco se escribe en los periódicos ¿Considera que está maltratada?.
- Sí, todos influenciados por la corriente animalista
antitaurina que se ha extendido, como también contra la caza. Es la moda, pero
como todas, pasajera.
- Porque crees que la
juventud está volviendo a las plazas de toros?.
- Porque la juventud actual admira mucho la parte artística
del toreo y además considera como héroes a las personas que son capaces de
jugarse la vida ante un toro. A los jóvenes es muy difícil engañarlos.
- Considera que la
Fiesta debía estar subvencionada al igual que lo están otros espectáculos
culturales?.
- No sé, pero con subvención o sin ella, la Fiesta continuará
siempre en España. Nació del pueblo y el pueblo la sustenta.
- ¿Le han brindado
alguna vez un toro?.
- No, pues el único que podría haberlo hecho, mi entrañable
amigo Manuel Rodríguez Requena, tuvo que retirarse cuando más estaba triunfando
debido a las graves cornadas que sufrió. Sin embargo, a petición mía, mi
admirado Finito de Córdoba, brindó un toro a Javier Arenas, sentado junto a mí, en la plaza de Pozoblanco.
- ¿Recuerda cuando fue la primera
vez que asistió a un espectáculo taurino? ¿Y la última?.
- La primera vez en Córdoba, en la corrida que fue la única
vez que vi torear a Carlos Arruza, y la última, no la recuerdo bien, pero sin
duda fue en Córdoba en una corrida de Finito.
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