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CORRIDA DE LA RECONSTRUCCIÓN EN ANTEQUERA

UN HISTÓRICO "FINITO DE CÓRDOBA" INDULTA A UN EXCEPCIONAL TORO DE ZALDUENDO

 EN SU PRIMERO CORTÓ DOS OREJAS

POR SU PARTE LUIS BOLIVAR CUAJÓ UNA BUENA ACTUACIÓN ANTE  UNA GRAN CORRIDA DEL HIERRO EXTREMEÑO

Crónica gentileza de Emilio Trigo                foto: gentileza de David Bracho

Antequera 9-10-2020

Ficha del Festejo: Plaza de toros: Antequera (Málaga). Sexta corrida de la ‘Gira de Reconstrucción’. Tres cuartos de entrada dentro del aforo permitido.

Ganadería: Zalduendo, bien presentados y de buenas y parejas hechuras. Gran corrida en su conjunto por clase, nobleza y duración. Destacó, por encima de todos el tercero, de nombre ‘Doctor’, nº 188, negro, 02/16, que fue indultado.

FINITO DE CÓRDOBA, dos orejas y dos orejas y rabos simbólicos. 

 LUIS BOLÍVAR, ovación tras aviso y oreja.

Incidencias: Actuó de sobresaliente Jeremy Banti. Al finalizar el paseíllo, se guardó un minuto de silencio por las víctimas del Covid-19 y el Himno Nacional de España. En el primer toro, destacó en banderillas José Luis López ‘Lipi’.

Dice el refrán que ‘no sólo hay que serlo sino parecerlo’ y Finito de Córdoba lo cumple a la perfección. Juan Serrano cuida las formas y la vestimenta al máximo, y así se presentó en Antequera. Exquisito para la ocasión. Conjunción en formas y torería que culminó con una tarde histórica y el segundo indulto del Califa cordobés en Antequera. Finito de Córdoba firmó una tarde inolvidable al cortar cuatro y un rabo e indultar al excepcional tercero, de nombre ‘Doctor’, que tuvo entre sus virtudes la humillación, la clase, la duración, la profundidad y la transmisión. Finito llenó sus obras de torería infinita.

Por su parte, Luis Bolívar ofreció una tarde de curtida maestría y sólo el uso con la espada en su primer toro le impidió pasear algún trofeo más. Gran corrida de Zalduendo por bravura, entrega y clase.

Con una excepcional media recibió Finito de Córdoba al tercero, bajo, con cuello y de preciosas hechuras. Finito se rompió a torear con un inicio lleno de expresión y sentimientos con recortes y pases de la firma que servirían de espejo al mismo Julio Romero de Torres. Juan desplegó un toreo lleno de magia y cadencia donde el temple y la estética se adueñaron de Antequera.

Finito fue el Finito de muñecas rotas donde el natural fue tan lento como un atardecer en ‘Los Dólmenes’. El toreo fundamental era una noria sin final donde la ligazón era infinita. Elegancia sin parangón y torería universal ante un toro que crujió en mil muletazos a cual más bello. Extraordinario toro que mereció sin duda el indulto tras una faena histórica del cordobés. Dos orejas y rabo simbólicos.

Abrió plaza un toro de buenas hechuras de Zalduendo, al que Finito de Córdoba lo recibió por verónicas, rematadas de cuatro medias posteriores fueron de una plasticidad superior. Finito entendió a ‘Baldío’, un buen toro por nobleza, clase y fondo, desde el muletazo inicial imprimiendo el empaque que siempre le ha caracterizado. El cordobés instrumentó un toreo a zurdas con profundidad y hondura dando riendas sueltas a una muñeca prodigiosa. Torería y remates de carteles. Estocada, dos orejas.

Al cuarto, Luis Bolívar le abrió los caminos y le dio distancias para traerlo embarcado de lejos. Exigió el colombiano con una muleta poderosa construyendo tandas largas en limpieza y mando a derechas. ‘Robalo’ sacó una embestida transmisora de mejor inicio que final. A mitad de labor, Bolívar atacó imprimiendo más ritmo y acortando las distancias para terminar de exprimir al cuarto. Imposición y buen gusto en una nueva faena de nota que remató con la espada. Oreja.

Luis Bolívar recibió al segundo con varias verónicas de gran prestancia. Le ganó terreno en cada lance hasta llegar a los medios y allí lo abrochó con una media de enjundia. Se rebosaba el buen Zalduendo con transmisión y entrega por el gran pitón izquierdo por donde lo crujió Bolívar con un toreo de quilates. Lo llevó muy largo y embebido al natural en series de gran parangón. La espada le jugó una mala pasada al asomar, antes de dejar una gran estocada. Ovación tras aviso.