AL HABLA CON
JOSÉ LUIS PRIETO GARRIDO UN
VETERINARIO TAURINO HISTÓRICO CORDOBÉS QUE ANDA ENFRASCADO EN SU OCTAVO LIBRO
SOBRE
EL TORO
BRAVO.
Ladislao
Rodríguez Galán
En primer lugar quiero que sepan que el veterinario José Luis Prieto
Garrido es mi entrañable amigo desde hace muchísimos años. Colaboró en la
revista La Montera con una sección dedicada al toro bravo, que ha quedado como
consulta para aficionados y entendidos. Nuestra relación es muy fluida y raro
es el día en que no conectamos por teléfono o el móvil.
Entenderán, pues, que esta charla con motivo de su jubilación, tras 41
años, como Veterinario Oficial Agente de Salud Pública de la Junta de Andalucía
en el Distrito Sanitario Córdoba, sea para mí una enorme satisfacción por el
cariño que le profeso, a él a su esposa Gloria y sus hijos.
Además durante 21 años fue
Director de Matadero, plaza conseguida por oposición, siendo el veterinario más joven de España (24 años) que accedió a
ese cargo.
José Luis en el año 1977 cursó sus estudios
en nuestra prestigiosa Facultad de Veterinaria. Prieto Garrido tomó, así, la
antorcha de su abuelo, veterinario taurino de Los Tejares, al que acompañaba
cuando apenas tenía 6-7 años, a la
antigua plaza cordobesa y se sentaba a su lado en el recinto reservado para el
veterinario. Me indica José Luis que a su abuelo no le gustaba mucho subir al palco. Se preocupaba más de atender
la evolución de la lidia y lo que conllevaba (curar cornadas de caballos e
indicaciones durante la lidia). Esta labor la desarrolló el abuelo algo más de
cuarenta años, según, ratifica Rosario, su hija y madre de José Luis que ha cumplido esta semana 94 años y está
con una lucidez sorprendente.
José Luis ha estado
25 años como veterinario asesor en el palco de Los Califas.
Actualmente forma
parte del Equipo de Gobierno del Ilustre Colegio de Veterinarios de Córdoba, con el cargo de Vicepresidente.
En José Luis se da el caso curioso de que su relación con el
mundo del toro, ya en edad adulta, fue relativamente tardía.
- ¿Cuando sucede eso?
- Tuvo que llegar un buen amigo mío, grandísimo aficionado,
para pedirme que le acompañara a un festejo del que no recuerdo ni ganadería ni
terna, pero que me ilusionó sobremanera, entre lo que veía y sus comentarios y
enseñanzas. Y me acordaba de cuando iba con mi abuelo a Los Tejares. Este
reencuentro con el mundo del toro data de los años ochenta.
- Pero fíjense lo que
es la vida, a pesar de esta toma de contacto tardía, Vd., se ha convertido en
un prestigioso especialista del mundo del toro, con unos conocimientos tan
profundos que el toro no esconde secretos...
- Soy un enamorado
del toro y lo he estudiado a fondo. Es un animal que mientras más lo analizo
más me cautiva. Tanto es así que me propuse divulgar todos mis conocimientos
sobre este bello animal.
Para eso me puse en contacto con la editorial
Almuzara, que aceptó mi idea y hasta el día de hoy se han editado siete libros
(actualmente estoy enfrascado en el octavo) y algunos con varias ediciones. Esta
es la relación de mis obras publicadas:
"Manual Práctico Veterinario en
Espectáculos Taurinos". IAAP. Año 1998, (Premio Blas Infante de Estudios e
Investigación).
· "Cómo ver el toro en la Plaza" (3ª edición)
· "El toro bravo en el Campo" ( 2ª edición
· "Cómo ver una corrida de rejones"
· "El toro bravo. Ganaderías
Míticas" (2ª edición)
· "El toro de lidia y el arte del
toreo"
· "Guía de campo del toro de Lidia" (2ª edición)
¿Recuerda en qué plaza subió por primera vez al palco?
- Fue en la plaza de Los Califas, el 25 de mayo de
1993, en una novillada picada con José Luis Villafuerte, Paco Moreno y Javier
Conde y ganado de Ramón Sánchez.
-¿Cuántos años ha estado ocupando una plaza en ese palco?
- Han sido alrededor de 25 años.
- En todo este tiempo,
¿qué festejo recuerda por positivo y cuál como negativo?
- Como positivo algunas faenas de las que hemos
disfrutado en Los Califas en estos 25 años, que por razones obvias no puedo
indicar porque pecaría de falta de equiparación, además, de la inmensa suerte
de que dos de los tres indultos habidos en nuestra plaza, me ha correspondido
estar en el palco: "Tabernero" (1994), de Gabriel Rojas, "Bondadoso"
(2004), de Domingo Hernández, y los dos obra de "Finito de
Córdoba".
Y como negativo, pues quizás el baile de corrales tan
indeseable, pero que, si tiene que ocurrir, pues sucede. El público es soberano
y el que paga. Los veterinarios somos, en este sentido, el nexo de unión con
los aficionados para defender sus intereses.
- Algún mal rato habrá pasado en los corrales, ¿lo recuerda? .
- Sí, claro. Año 2006. Feria de Nuestra
Señora de la Salud. Doce de la mañana del día del festejo. Dieciocho toros
reconocidos y no hay suficientes toros aprobados. Al final hubo que reconocer
23 para sacar la corrida. Le puedo decir que se pasa muy mal.
- ¿Suele hacer caso el presidente al consejo del asesor
veterinario respecto al estado de un toro en el ruedo? - - El presidente tiene su criterio como buen aficionado y
entendido en la evolución de la lidia. Hay presidentes que se asesoran más y
otros menos, y algunos que ni preguntan. En Córdoba, el tiempo que yo he
estado, creo que han estado correctos.
- ¿Ha sido testigo de algún percance grave?.
- Sí, claro. Recuerdo el sufrido por
Juan Mora en Córdoba en 1999, por un toro de Barral. Una cornada espeluznante. O
en el 2001, “El Califa”, con un toro de Carmen Borrero.
- ¿En qué plaza le hubiera gustado estar en el palco?
- En
Córdoba, en la que he estado.
- ¿Tiene anotados el número de festejos en los que ha estado
en el palco?
- Bueno.
Yo, no se si para bien o para mal, tengo anotados todos los festejos en los que
he participado en todos estos años, incluidas las plazas portátiles. Si me
pregunta por un toro determinado en una fecha determinada, puedo indicarle las
características del animal y su lidiador. Soy muy metódico y sistemático, algo
que, en ocasiones es bueno y en otras no lo es tanto, pero así soy yo.
- Su hijo está terminando la carrera de Veterinaria. ¿Cree
que seguirá sus pasos?
- Mi hijo es la quinta generación
familiar de veterinarios, pero no, no veo a mi hijo haciendo toros.
- ¿Ve futuro en la Fiesta?
- Esta es una pregunta que generalmente
rechazo responder, porque las perspectivas no son muy positivas. Si a los
problemas que teníamos antes añadimos los de ahora, la verdad es que el futuro
de la Fiesta resulta, al menos incierto.
Yo quiero ser positivo, y habida
cuenta de la necesidad del toro bravo en la dehesa, de ello no cabe la menor
duda, de su importancia en el mantenimiento del ecosistema, de suponer una de
las últimas formas de ganadería extensiva no solo en España, sino en Europa, de
su defensa en la biodiversidad, yo apuesto por su continuidad. Es más, y al
margen de ello, la corrida de toros es la práctica humana que debe respetar más
y mejor las condiciones naturales de la vida de los animales que viven bajo la
dominación humana.
- ¿La figura del veterinario se perderá en los festejos? - - Pues no lo sé. Sí es verdad que es lo que están pretendiendo
algunos estamentos de la Fiesta. Lo que sí puedo decir es que, si algún día
consiguen la autorregulación, algunas partes se acordarán de nosotros.
- ¿Cuál es la misión específica del veterinario en un
festejo?
- Esa
pregunta precisa de una respuesta larga y concisa, que, si tiene espacio en su
blog, se la matizo.
Muchos y muy variados son los motivos por los que los
veterinarios tenemos y debemos de estar permanentemente actuando en los
espectáculos taurinos.
Vamos a ir desglosando punto por punto los distintos
aspectos.
1-
Control
documental. De todos y cada uno de los documentos que amparan las reses a
considerar.
-
Guía
de Origen y Sanidad
-
Certificados
de nacimiento de reses
-
DIB
-
ICA
-
Crotales
2-
Control
Sanitario. Único colectivo con suficientes conocimientos técnicos para valorar
la sanidad de los animales para la lidia, su capacidad y aptitud, tanto de
toros como de caballos.
-
Enfermedades:
Diarreas, Fiebre del transporte, Golpes de calor, Meteorismos, Indigestiones
por sobrecarga, Sinusitis, Enfermedades pulmonares, Queratitis y
Queratoconjuntivitis, etc.
-
Patologías:
Heridas, Abscesos, Hernias, Edemas, Bursitis y Tendinitis, etc.
-
Descenso
testicular: Monórquidos y criptórquidos.
-
Visión
desde distintos ángulos y a distintas distancias (ojo a los burriciegos por el
enorme peligro que pueden suponer para el torero). Veterinarios “tocando” el
toro a distintos niveles y desde distintos ángulos para ver sus reacciones
oculares.
-
Audición:
Fundamental para la respuesta animal en su cite con el torero.
-
Cojeras:
Que no hay que confundir con acalambrado y tetanización debidas al transporte,
y que los veterinarios, mejor que nadie, sabemos distinguir y valorar con un
descanso adecuado, antes de desecharlo para la lidia.
-
Comportamiento
Psicomotriz: Comprobar las reacciones del animal ante los estímulos que se le
realicen. Dopaje.
3-
Reconocimiento
exteriorista y zootécnico. Donde se va a valorar, por los conocimientos
etnológicos que solo tiene el veterinario, el exterior del toro según casta y encaste
de procedencia.
4-
Segundo
Reconocimiento. Reconocimiento definitivo el día del festejo de aquellos
animales, o bien pendientes de aprobar por circunstancias especiales, o bien,
los aprobados con anterioridad para comprobar si no han sufrido algún tipo de
lesión que los inutilice para la lidia (cornadas, cojeras, etc.).
5-
Reconocimiento
de carnes. Únicamente el veterinario está capacitado para ello y para dar su
aptitud para el consumo humano.
6-
Asesoramiento
a la Presidencia. Si uno de los veterinarios tiene que estar junto al
Presidente para su asesoramiento, y otro en las carnes, evidentemente debe de
haber un tercero en el callejón para comprobar situaciones en las que el que
está en Presidencia no puede apreciar. Tres veterinarios.
Resumiendo: Los veterinarios somos el único colectivo
capacitado para, por un lado asegurar las características tanto sanitarias,
como morfológico-zootécnicas, como de torabilidad del toro, y por el otro,
salvaguardar los intereses de los aficionados. Y para ello no debemos ni
podemos realizar nuestro cometido sin el concurso del número que se precise
según momento y situación.
¡Y todo ello, SOLO LO
PUEDE SABER Y HACER UN VETERINARIO!
- ¿Hay peligro de que desaparezca el toro bravo en este acoso
tremendo hacia la Fiesta y sus circunstancias?
- Me voy a remitir a la respuesta a una
pregunta anterior. El toro bravo es INDISPENSABLE
para la dehesa. Defender la Fiesta de los toros es apostar por una de las
últimas formas de ganadería extensiva que existen en Europa, en la que cada
animal dispone de una extensión de 1 a 3 hectáreas de terreno.
¿Puede alguien
mejorar esa realidad tratándose de
animales domésticos? Si se suprimen las
corridas de toros muchas de esas tierras hoy destinadas al toro de lidia se
entregarían al uso de la agricultura intensiva o industrial.
Como decía Francis Wolff, “No deja de ser curiosa la
inversión de valores: en la época de la mercantilización de lo viviente, de la
cría de los bovinos en auténticas fábricas de filetes, de la producción en
cadena de pescados estandarizados, algunos se indignan por las condiciones de
vida y de muerte de los toros de lidia”.
- Todo llega en la vida
y una tarde subió por última vez al palco de Los Califas ¿Lo añora?.
- Por supuesto que me afectó y durante mucho tiempo lo añoré. Han sido
muchos años haciendo una tarea que me encanta y es natural que la despedida
fuera, si no traumática, si un poco duro de aceptar.
- Dígame, entre
nosotros, se ha sentido alguna vez incómodo en el palco?.
- Siempre me he sentido a gusto en el trato dispensado por
los tres presidentes a los que acompañé, Diego Márquez, Manuel Rodríguez Moyano
y Vicente Raya. En el palco hemos sido un equipo muy bien compenetrado.
PUZZLE DE IMÁGENES
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