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miércoles, 24 de junio de 2020


AL HABLA CON

JOSÉ LUIS PRIETO GARRIDO UN VETERINARIO TAURINO HISTÓRICO CORDOBÉS QUE ANDA ENFRASCADO EN SU OCTAVO LIBRO SOBRE
EL TORO BRAVO.


Ladislao Rodríguez Galán
En primer lugar quiero que sepan que el veterinario José Luis Prieto Garrido es mi entrañable amigo desde hace muchísimos años. Colaboró en la revista La Montera con una sección dedicada al toro bravo, que ha quedado como consulta para aficionados y entendidos. Nuestra relación es muy fluida y raro es el día en que no conectamos por teléfono o el móvil.
Entenderán, pues, que esta charla con motivo de su jubilación, tras 41 años, como Veterinario Oficial Agente de Salud Pública de la Junta de Andalucía en el Distrito Sanitario Córdoba, sea para mí una enorme satisfacción por el cariño que le profeso, a él a su esposa Gloria y sus hijos.
 Además durante 21 años fue Director de Matadero, plaza conseguida por oposición, siendo el veterinario  más joven de España (24 años) que accedió a ese cargo.


José Luis en el año 1977 cursó sus estudios en nuestra prestigiosa Facultad de Veterinaria. Prieto Garrido tomó, así, la antorcha de su abuelo, veterinario taurino de Los Tejares, al que acompañaba cuando  apenas tenía 6-7 años, a la antigua plaza cordobesa y se sentaba a su lado en el recinto reservado para el veterinario. Me indica José Luis que a su abuelo no le gustaba mucho  subir al palco. Se preocupaba más de atender la evolución de la lidia y lo que conllevaba (curar cornadas de caballos e indicaciones durante la lidia). Esta labor la desarrolló el abuelo algo más de cuarenta años, según, ratifica Rosario, su hija y madre de José Luis    que ha cumplido esta semana 94 años y está con una lucidez sorprendente.


José Luis ha estado 25 años como veterinario asesor en el palco de Los Califas.

Actualmente forma parte del Equipo de Gobierno del Ilustre Colegio de Veterinarios de Córdoba, con el cargo de Vicepresidente.
En José Luis se da el caso curioso de que su relación con el mundo del toro, ya en edad adulta,  fue relativamente tardía.
- ¿Cuando sucede eso?
- Tuvo que llegar un buen amigo mío, grandísimo aficionado, para pedirme que le acompañara a un festejo del que no recuerdo ni ganadería ni terna, pero que me ilusionó sobremanera, entre lo que veía y sus comentarios y enseñanzas. Y me acordaba de cuando iba con mi abuelo a Los Tejares. Este reencuentro con el mundo del toro data de los años ochenta.
- Pero fíjense lo que es la vida, a pesar de esta toma de contacto tardía, Vd., se ha convertido en un prestigioso especialista del mundo del toro, con unos conocimientos tan profundos que el toro no esconde secretos...
- Soy un enamorado del toro y lo he estudiado a fondo. Es un animal que mientras más lo analizo más me cautiva. Tanto es así que me propuse divulgar todos mis conocimientos sobre este bello animal. 

Para eso me puse en contacto con la editorial Almuzara, que aceptó mi idea y hasta el día de hoy se han editado siete libros (actualmente estoy enfrascado en el octavo) y algunos con varias ediciones. Esta es la relación de mis obras publicadas:
 "Manual Práctico Veterinario en Espectáculos Taurinos". IAAP. Año 1998, (Premio Blas Infante de Estudios e Investigación).
·       "Cómo ver el toro en la Plaza"  (3ª edición)
·       "El toro bravo en el Campo"   ( 2ª edición
·       "Cómo ver una corrida de rejones"
·       "El toro bravo. Ganaderías Míticas"  (2ª edición)
·       "El toro de lidia y el arte del toreo"
·       "Guía de campo del toro de Lidia"  (2ª edición)
¿Recuerda en qué plaza subió por primera vez al palco? 
-  Fue en la plaza de Los Califas, el 25 de mayo de 1993, en una novillada picada con José Luis Villafuerte, Paco Moreno y Javier Conde y ganado de Ramón Sánchez.

-¿Cuántos años ha estado ocupando una plaza en ese palco? 
- Han sido alrededor de 25 años.
 - En todo este tiempo, ¿qué festejo recuerda por positivo y cuál como negativo? 
- Como positivo algunas faenas de las que hemos disfrutado en Los Califas en estos 25 años, que por razones obvias no puedo indicar porque pecaría de falta de equiparación, además, de la inmensa suerte de que dos de los tres indultos habidos en nuestra plaza, me ha correspondido estar en el palco: "Tabernero" (1994), de Gabriel Rojas, "Bondadoso" (2004), de Domingo Hernández, y los dos obra de "Finito de Córdoba".
Y como negativo, pues quizás el baile de corrales tan indeseable, pero que, si tiene que ocurrir, pues sucede. El público es soberano y el que paga. Los veterinarios somos, en este sentido, el nexo de unión con los aficionados para defender sus intereses.
- Algún mal rato habrá pasado en los corrales, ¿lo recuerda? .
-  Sí, claro. Año 2006. Feria de Nuestra Señora de la Salud. Doce de la mañana del día del festejo. Dieciocho toros reconocidos y no hay suficientes toros aprobados. Al final hubo que reconocer 23 para sacar la corrida. Le puedo decir que se pasa muy mal.
- ¿Suele hacer caso el presidente al consejo del asesor veterinario respecto al estado de un toro en el ruedo?   - - El presidente tiene su criterio como buen aficionado y entendido en la evolución de la lidia. Hay presidentes que se asesoran más y otros menos, y algunos que ni preguntan. En Córdoba, el tiempo que yo he estado, creo que han estado correctos.
- ¿Ha sido testigo de algún percance grave?.
-  Sí, claro. Recuerdo el sufrido por Juan Mora en Córdoba en 1999, por un toro de Barral. Una cornada espeluznante. O en el 2001, “El Califa”, con un toro de Carmen Borrero.
- ¿En qué plaza le hubiera gustado estar en el palco? 
- En Córdoba, en la que he estado.
- ¿Tiene anotados el número de festejos en los que ha estado en el palco? 
- Bueno. Yo, no se si para bien o para mal, tengo anotados todos los festejos en los que he participado en todos estos años, incluidas las plazas portátiles. Si me pregunta por un toro determinado en una fecha determinada, puedo indicarle las características del animal y su lidiador. Soy muy metódico y sistemático, algo que, en ocasiones es bueno y en otras no lo es tanto, pero así soy yo.
- Su hijo está terminando la carrera de Veterinaria. ¿Cree que seguirá sus pasos?
-   Mi hijo es la quinta generación familiar de veterinarios, pero no, no veo a mi hijo haciendo toros.
- ¿Ve futuro en la Fiesta?
-  Esta es una pregunta que generalmente rechazo responder, porque las perspectivas no son muy positivas. Si a los problemas que teníamos antes añadimos los de ahora, la verdad es que el futuro de la Fiesta resulta, al menos incierto. 


Yo quiero ser positivo, y habida cuenta de la necesidad del toro bravo en la dehesa, de ello no cabe la menor duda, de su importancia en el mantenimiento del ecosistema, de suponer una de las últimas formas de ganadería extensiva no solo en España, sino en Europa, de su defensa en la biodiversidad, yo apuesto por su continuidad. Es más, y al margen de ello, la corrida de toros es la práctica humana que debe respetar más y mejor las condiciones naturales de la vida de los animales que viven bajo la dominación humana.


- ¿La figura del veterinario se perderá en los festejos?   - - Pues no lo sé. Sí es verdad que es lo que están pretendiendo algunos estamentos de la Fiesta. Lo que sí puedo decir es que, si algún día consiguen la autorregulación, algunas partes se acordarán de nosotros.
- ¿Cuál es la misión específica del veterinario en un festejo?  
- Esa pregunta precisa de una respuesta larga y concisa, que, si tiene espacio en su blog, se la matizo.
Muchos y muy variados son los motivos por los que los veterinarios tenemos y debemos de estar permanentemente actuando en los espectáculos taurinos.
Vamos a ir desglosando punto por punto los distintos aspectos.


1-   Control documental. De todos y cada uno de los documentos que amparan las reses a considerar.
-         Guía de Origen y Sanidad
-         Certificados de nacimiento de reses
-         DIB
-         ICA
-         Crotales
2-   Control Sanitario. Único colectivo con suficientes conocimientos técnicos para valorar la sanidad de los animales para la lidia, su capacidad y aptitud, tanto de toros como de caballos.
-         Enfermedades: Diarreas, Fiebre del transporte, Golpes de calor, Meteorismos, Indigestiones por sobrecarga, Sinusitis, Enfermedades pulmonares, Queratitis y Queratoconjuntivitis, etc.
-         Patologías: Heridas, Abscesos, Hernias, Edemas, Bursitis y Tendinitis, etc.
-         Descenso testicular: Monórquidos y criptórquidos.
-         Visión desde distintos ángulos y a distintas distancias (ojo a los burriciegos por el enorme peligro que pueden suponer para el torero). Veterinarios “tocando” el toro a distintos niveles y desde distintos ángulos para ver sus reacciones oculares.
-         Audición: Fundamental para la respuesta animal en su cite con el torero.
-         Cojeras: Que no hay que confundir con acalambrado y tetanización debidas al transporte, y que los veterinarios, mejor que nadie, sabemos distinguir y valorar con un descanso adecuado, antes de desecharlo para la lidia. 
-         Comportamiento Psicomotriz: Comprobar las reacciones del animal ante los estímulos que se le realicen. Dopaje.
3-   Reconocimiento exteriorista y zootécnico. Donde se va a valorar, por los conocimientos etnológicos que solo tiene el veterinario, el exterior del toro según casta y encaste de procedencia.
4-   Segundo Reconocimiento. Reconocimiento definitivo el día del festejo de aquellos animales, o bien pendientes de aprobar por circunstancias especiales, o bien, los aprobados con anterioridad para comprobar si no han sufrido algún tipo de lesión que los inutilice para la lidia (cornadas, cojeras, etc.).
5-   Reconocimiento de carnes. Únicamente el veterinario está capacitado para ello y para dar su aptitud para el consumo humano.
6-   Asesoramiento a la Presidencia. Si uno de los veterinarios tiene que estar junto al Presidente para su asesoramiento, y otro en las carnes, evidentemente debe de haber un tercero en el callejón para comprobar situaciones en las que el que está en Presidencia no puede apreciar. Tres veterinarios.
Resumiendo: Los veterinarios somos el único colectivo capacitado para, por un lado asegurar las características tanto sanitarias, como morfológico-zootécnicas, como de torabilidad del toro, y por el otro, salvaguardar los intereses de los aficionados. Y para ello no debemos ni podemos realizar nuestro cometido sin el concurso del número que se precise según momento y situación.
¡Y todo ello, SOLO LO PUEDE SABER Y HACER UN VETERINARIO!
- ¿Hay peligro de que desaparezca el toro bravo en este acoso tremendo hacia la Fiesta y sus circunstancias?
-   Me voy a remitir a la respuesta a una pregunta anterior. El toro bravo es INDISPENSABLE para la dehesa. Defender la Fiesta de los toros es apostar por una de las últimas formas de ganadería extensiva que existen en Europa, en la que cada animal dispone de una extensión de 1 a 3 hectáreas de terreno. 
¿Puede alguien mejorar esa realidad   tratándose de animales domésticos?  Si se suprimen las corridas de toros muchas de esas tierras hoy destinadas al toro de lidia se entregarían al uso de la agricultura intensiva o industrial.
Como decía Francis Wolff, “No deja de ser curiosa la inversión de valores: en la época de la mercantilización de lo viviente, de la cría de los bovinos en auténticas fábricas de filetes, de la producción en cadena de pescados estandarizados, algunos se indignan por las condiciones de vida y de muerte de los toros de lidia”.
- Todo llega en la vida y una tarde subió por última vez al palco de Los Califas ¿Lo añora?.
- Por supuesto que me afectó  y durante mucho tiempo lo añoré. Han sido muchos años haciendo una tarea que me encanta y es natural que la despedida fuera, si no traumática, si un poco duro de aceptar.

- Dígame, entre nosotros, se ha sentido alguna vez incómodo en el palco?.
- Siempre me he sentido a gusto en el trato dispensado por los tres presidentes a los que acompañé, Diego Márquez, Manuel Rodríguez Moyano y Vicente Raya. En el palco hemos sido un equipo muy bien compenetrado.

PUZZLE DE IMÁGENES














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