miércoles, 25 de marzo de 2020

 RAFAEL PÉREZ LAMARCA HA HECHO EL PASEÍLLO EN "LOS CALIFAS" DURANTE CINCUENTA AÑOS CONVIRTIÉNDOSE ASÍ EN EL HOMBRE QUE MAS VECES HA CRUZADO EL RUEDO CORDOBÉS


Ladislao Rodríguez Galán                                                 fotos: Ladis

"En la plaza de toros de Córdoba he sido quien más veces ha hecho el paseíllo. Cuando voy detrás de los caballos y suena el pasodoble "Manolete" se me pone el vello de punta".
Quien habla así es Rafael Pérez Lamarca  un cordobés de pura cepa nacido en el barrio del Campo de la Verdad que en su juventud quiso ser torero y llegó a torear incluso de luces en "Los Califas".  Se dio cuenta a tiempo de que no terminaría nunca de luchar por abrirse camino en esta difícil profesión y lo dejó.
Pero, como suele ocurrir a quien ama a la Fiesta, nunca se desvinculó de ella. Y al día de hoy es el hombre que mas paseíllos ha realizado en nuestra plaza de toros, ya que lleva cincuenta años como mozo de caballos, popularmente llamado monosabio.

Rafael es de esas personas que te agrada hablar con ellas por la cantidad de historias que cuentan y porque es de esos cordobeses que meditan la frase antes de decirla. Es, como solemos decir por aquí, un cordobés cabal.
Y con este hombre apasionado de la Fiesta de los Toros vamos a tomarnos una copita y charlar un rato...


- Como es que quiso ser torero ¿Hay antecedentes en su familia?.
- Que va, todo comenzó cuando yo era un niño.  Un tío mío, muy aficionado, me llevó una tarde a una novillada a la antigua plaza de " Los Tejares". Todo ese ambiente y colorido me dejó fascinado. Desde entonces no pensaba nada más que en volver a los toros y toreaba en casa con las toallas.
- Y volvió otra vez a ir a los toros?.
- Si claro, este tío mío me llevaba de vez en cuando. En Córdoba se daban muchas novilladas sin caballos para los chavales a precios muy asequibles . Y claro la afición iba creciendo en mi de una manera muy intensa. Y cuando tenía 16 años entrenaba con otros aficionados como "El Mesías" y "El Coli" en un descampado que había en esta zona de la ciudad.
- ¿ Cuando se puso delante por primera vez?.
- Al matadero municipal llegaban de vez en cuando vacas bravas viejas  para su sacrificio y en cuando que nos enterábamos esa noche saltábamos la tapia y les dábamos algunos pases a la luz de la luna. Pero nos quedábamos con muchas ganas de torear por derecho...
- Y por primera vez en público?.
- Como ya tenía contactos con otros torerillos y andaba merodeando por los mentideros taurinos, conseguí actuar en la Becerrada Homenaje a la Mujer Cordobesa.

Fue gracias al alcalde Antonio Alarcón que era muy amigo de este tío mío aficionado. Por esta amistad me incluyó en este festejo, que entonces la organizaba el Ayuntamiento.  En esta becerrada toreé hasta en cuatro ediciones.
- Y después qué?.
- Pues poco después conseguí torear de luces en la parte seria del espectáculo cómico del Bombero Torero. Y poco más, la falta de apoyo económico y de padrino me hizo desistir en contra de mi voluntad. Pero había que ser consecuente.
- ¿Y por qué se hizo  Monosabio?.
- Yo no quería desligarme del mundo del toro. Torero no podía ser y de la única manera que podía pisar el albero era como mozo de caballos o monosabio, así que no lo dudé.
- ¿Cuantos años hace de eso?
- Pues calcule, hablo de la temporada 1969. Son cincuenta años en "Los Califas" y en otros muchos ruedos pues he trabajado con distintas cuadras de caballos  que me ha permitido estar en las plazas de Málaga, Salamanca, Oviedo, Burgos, Oviedo, etc... y en numerosas plazas de pueblos y portátiles.
- ¿En tantos años ha tenido algún percance?.
- Afortunadamente no. Si hemos vivido situaciones desagradables. En Olot, por ejemplo, los antitaurinos nos tiraron piedras mientras vestíamos los caballos  en los alrededores de la plaza.  Nuestra misión es proteger al caballo detrás y cuando el toro se viene cruzado es peligroso.  El susto más grande fue en Belmez el toro se me venía encima pero me echó mano "Joselito" y me metió en el burladero. Con el toro hay que andar con mucho cuidado nunca se sabe su reacción.
- Vd. ha acompañado a muchísimos picadores ¿recuerda el mejor puyazo que haya visto?.
- En tantos años he presenciado bastantes y  muy buenos, pero recuerdo muy especialmente el de Carrasco en Córdoba, un picador que trabajaba a las órdenes de Emilio Muñoz.

- ¿Y percances de picadores ha sido testigo de alguno?.
- Caídas aparatosas muchísimas, pero todas sin consecuencias. Es rara la tarde que no se produce el volteo de un picador. En Bolaños de Calatrava un toro sacó de un burladero a un banderillero y le infirió una cornada muy grave.
- ¿Podría calcular en cuantos festejos ha intervenido en tantos años?
- No lo sé, no llevo la cuenta, pero en tantos años deben de ser varios centenares.
- ¿Seguirá Vd. en la tarea?.
- Este año, si hay toros en la feria de Mayo, porque esto está durillo con el tema del virus, cumpliré cincuenta y un años cruzando el albero haciendo el paseíllo. Creo que tardará mucho en aparecer otro que supere esta cantidad de años haciendo el paseíllo en la misma plaza.
- Una última pregunta ¿Para monosabios o mozos de caballos hay cantera?.
- Mientras exista la necesaria e imprescindible figura del picador, no faltara la colorida figura del monosabio a su vera. Picador y monosabio van indisolublemente unidos  y siempre habrá alguien dispuesto a ocupar esta plaza histórica en la Fiesta de los Toros.
GALERÍA DE IMÁGENES PARA EL RECUERDO







 






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