HOY, DÍA 4 DE
MAYO, MANUEL BENÍTEZ "EL CORDOBÉS", V CALIFA DEL TOREO, CUMPLE
89 AÑOS
Ladislao Rodríguez Galán
fotos: Ladis
Hoy día 4 de mayo cumple Manuel Benítez "El
Cordobés" 89 años y quiero mandarle desde estas líneas un cariñoso abrazo
al V Califa del toreo, un personaje irrepetible, dentro y fuera de la plaza.
Una efeméride que bien merece que le tengamos un
cariñoso y sincero recuerdo a un torero que revolucionó el mundo del toreo a
nivel mundial y puso el nombre de Córdoba a máxima altura.
Fíjense el tirón que tenía en su época Manuel Benítez que fue un atractivo indiscutible del turismo internacional que venía a España por sus playas, sus monumentos y por Manuel Benítez "El Cordobés".
Hasta tal punto era imprescindible para el desarrollo económico de España la figura de "El Cordobés", que en 1967 el Ministerio de Información y Turismo concede a Manuel Benítez la Medalla de Oro al Mérito Turístico.
Su fama como torero revolucionario traspasó fronteras y se volvió en un deseo irrefrenable el venir a España a conocerlo, aplaudirlo y admirarlo.
No podemos olvidar que la de Manuel Benítez fue una
carrera estelar sin precedentes en la historia del toreo.
Fueron 42 años en figura máxima de la tauromaquia.
Admirado y querido por todos cuantos le trataron y disputado por los más
grandes personajes del siglo XX.
- Recordemos, por poner algunos ejemplos, que tres
veces fue portada de la revista LIFE.
- Y portada de la revista Paris Mach.
- Que el presidente de los Estados Unidos de América, Gerald Ford le recibió en
el despacho oval de la Casa Blanca.
- Que el senador estadounidense y futuro candidato a la Casa Blanca Robert Kennedy al saber que "El Cordobés" estaba en Caracas, en el mismo hotel que el, aplazó una reunión con otros dirigentes sudamericanos para charlar y fotografiarse con el.
- Que el Rey Juan Carlos le invitó a compartir una barrera con él en la feria de San Isidro de Madrid de 2004.
Y que por su finca de Villalobillos pasaron primeras figuras mundiales de la literatura, la pintura, la música, el cine, etc...
En definitiva Manuel Benítez marcó una época porque
fue único.
Y lo mismo que ocurrió en México con
"Manolete", que hicieron la plaza Monumental porque la del Toreo
quedó chica para acoger al público que demandaba entradas, en Córdoba se
proyectó una nueva plaza de toros para sustituir a la histórica plaza de
"Los Tejares" porque el tirón de Manuel Benítez dejaba a cientos de
aficionados sin sitio la tarde que el toreaba.
En tres años se construyó la nueva plaza que dentro de
unos días cumplirá 60 años, ya que se inauguró el día 9 de mayo de 1965.
El cartel inaugural estaba formado por Manuel Benítez "El Cordobés" acompañado en esa histórica fecha por José María Montilla y Gabriel de la Haba "Zurito".
Pero antes de continuar, para que vean la lucha de
este hombre, que surgió de la nada y lo tuvo muy difícil y complicado, voy a
mostrarles un documento histórico que se conserva en el archivo del
Ayuntamiento de Aranjuez redactado por José del Valle jefe de la policía
municipal de aquella localidad y dirigido al sr. Alcalde.
Dice así: " el que suscribe da parte a
Vd. que en la novillada picada celebrada en la tarde de hoy se arrojó al ruedo
en el tercer toro, el espontáneo que dijo llamarse Manuel Benítez Pérez, de 17
años de edad, hijo de José y de Ángeles (ambos difuntos) natural de Palma del
Río (Córdoba) y vecino del mismo, domiciliado en la calle Coronel Cascajo, nº
40.
El citado fue ingresado en el Depósito
Municipal a disposición de su autoridad.
Aranjuez 29 de Junio de 1954.
O sea, fíjense las vueltas que da la vida, nunca
sabemos lo que nos tiene deparado el destino. De un ilusionado maletilla
pasando hambre y amarguras por esos caminos de Dios, a ser un ídolo de masas,
respetado por su compañeros y deseado ardientemente por los empresarios en
1960, solo seis años más tarde.
Pero para
la gente joven que no conozca profundamente a Manuel Benítez "El
Cordobés", bueno será hacer un breve recorrido por la vida del torero más
importante, de más tirón, más personalidad y más revolucionario de la
segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días.
MANUEL BENÍTEZ "EL CORDOBÉS"
Manuel Benítez Pérez “El Cordobés”, nace en la
localidad cordobesa de Palma del Río el 4 de mayo de 1936.
Poco más de dos meses después estalla la guerra civil
y la familia se traslada a Peñarroya-Pueblonuevo donde Manuel es bautizado en
la parroquia de Santa Bárbara. Su padre, José Benítez Méndez, fallece a poco de
nacer el niño y su madre, Ángeles Pérez Regal, fallece cuando Manuel cuenta con
dos años de edad, quedando el pequeño al cuidado de su hermana Angelita.
En aquellos difíciles años de la posguerra la familia pasa muchas calamidades y el chaval, que trabajaba en modestos quehaceres y frecuentaba las talanqueras y las ganaderías con varios amiguetes, decide hacerse torero.
Sus primeros escarceos los hace en las ganaderías de
la zona donde comienza a ser conocido, y castigado, por saltar los cerrados y
torear el ganado con su inseparable amigo Manuel Rodríguez Requena.
Buscando horizontes mejores se va del pueblo y tras
numerosas vicisitudes, como esta que les he mostrado de Aranjuez en 1954,
recala en Madrid donde trata de buscar ayuda para poder torear, pero la cosa
está imposible. En Madrid trabaja de albañil y en lo que puede.
Como todo está muy complicado, decide irse a la
vendimia francesa. Se pone en la cola y cuando llega su turno en la ventanilla,
el funcionario la cierra y vocea: "Cupo completo".
Deshecho por la mala suerte se va mosqueado y cabreado.
Vuelve a la lucha. Recorre pueblos, tentaderos y
capeas intentando abrirse camino.
Con un deseo irrefrenable por ser torero toma la
decisión de lanzarse como espontáneo al ruedo de Las Ventas de Madrid en una
corrida de Escudero Calvo el 28 de Abril de 1957. Es revolcado y
afortunadamente no es herido.
Pero la policía le detiene y le aplican la ley de vagos y maleantes, lo que le tiene unos meses en Carabanchel.
Como él ha referido en mil ocasiones "Señores,
como voy a ser vago si yo quería trabajar y como iba a ser maleante si yo no me
escondía y vivía en la calle. Lo único que yo quería era ser
torero".
Y fíjense lo que es la vida. Nunca sabemos cuál es
nuestro destino. De esa foto saliendo de la plaza sujeto por dos policías en
1957, a esta otra en 1963, seis años más tarde en Valencia, teniendo la policía
que escoltarlo y protegerlo de la muchedumbre, que lo asediaba, para poder
entrar sin dificultad a la plaza de toros.
Igual que en otras plazas donde las fuerzas del orden pugnan por fotografiarse con él.
Y en sus primeros pasos, por fin, el 16 de
Agosto de 1958 Manuel Benítez ve colmado su anhelo de vestir un traje de luces.
Fue en la plaza de Talavera de la Reina.
También toreó un festival en Loeches el 13 de
Septiembre de 1958 donde fue herido de gravedad y por último se tienen
noticias de otra actuación suya en una portátil en Torre de la Alameda,
igualmente con poca fortuna ya que un novillo le fracturó el brazo izquierdo.
Después de estos escarceos, y antes de terminar el año
1958 se incorpora al servicio militar en el cuartel de la carretera de
Extremadura en la División de Tanques de Combate. Y cuando se licencia persiste
en la idea de ser torero.
En Madrid anda por entonces un prestigioso taurino cordobés, Rafael Sánchez “ Pipo” , que gozaba de una bien labrada reputación.
Manuel lo conoce en Febrero de 1960 cuando se presenta
ante él y le dice que quiere ser torero y que a él no le asustan los toros.
Este avispado hombre de negocios taurinos tiene una corazonada y lo lleva a
varios tentaderos a Salamanca.
El muchacho aún no sabe torear, pero ya saben que la
de torero es la única profesión del mundo que te pagan por quedarte quieto. Y
Manuel se queda quieto como un poste.
Los revolcones y volteretas se suceden una y otra vez
sin importarle nada en absoluto. Se incorpora y vuelve a la cara del toro.
El caso es que "El Pipo", que lo puso en
varios pueblos, intuyó rápidamente que esa peculiar forma de torear y ese valor
increíble pisando un terreno prohibido, incluyendo el riesgo enorme que suponía
colocar banderillas cortas citando de rodillas al hilo de las tablas,
eran un aliciente más que suficiente para que los tendidos vibraran de emoción.
Y con el apoderamiento de “El Pipo” escala peldaños y se hace un torero de tal categoría que alcanza el Califato del Toreo convirtiéndose en el V Califa.
El toreo es emoción y "El Cordobés" inunda de emoción el tendido como nadie lo había hecho nunca y con su quietud ante el toro y su estilo personalísimo de torear, Manuel Benítez se convierte en torero de leyenda.
Nadie fue capaz de desbancarlo de un trono conquistado
a golpe de corazón y de honradez en el ruedo con un toreo sorprendente y muchas
veces exquisito. Sin duda fue el Rey de Reyes.
Y tras varios amagos de retirada y reaparición decide, por fin, poner fin a su trayectoria profesional y elije el día 1 de junio de 2002, para cortarse la coleta en la plaza de toros de “Los Califas”, la que el inauguró, hacía 37 años. Esa tarde volvió a encandilar al público que premio su actuación con dos orejas y rabo, de ley. Se hinchó de torear a su oponente por los dos pitones. Quieto, reposado, valentísimo, fue encadenando pases entre el delirio general.
Fue el Benítez de toda la vida, el que se entregaba tarde tras tarde. Parecía un ambicioso novillero que necesitaba del triunfo para poder caminar.
Dos orejas y rabo, dos vueltas al ruedo y al final del festejo sus compañeros de cartel le sacaron a hombros de la plaza entre grandes ovaciones.
En su primera actuación en la plaza de "Los Califas" contaba Manuel con 29 años y en esta última, de su despedida, 66 años.
Pero en el ansia de triunfo y de entrega no se notó la
diferencia de años. "El Cordobés" no defraudó a nadie. Y por si fuera
poco la entrega y la pasión que puso en su faena, se tiró a matar sin muleta.
Su hijo Manuel le cortó la coleta cuando acabó el festejo y en el ruedo de “Los Califas” se cerró la historia de un torero irrepetible que abrió el ciclo de la plaza de "Los Califas" con un rotundo éxito y lo cerró con otro éxito tremendo. Incontestable.
Sin embargo lo de Córdoba no tiene arreglo. Esta tarde, a pesar de ser el que más trofeos cortó en la feria- dos orejas y rabo- no fue declarado triunfador ni se le adjudicó el Trofeo Municipal “Manolete”, que se quedó desierto.
Manuel Benítez conquistó dos Trofeos “Manolete”. El
primero en 1963, la tarde de su alternativa y el segundo en 1970, pero el año
de su despedida del toreo, se quedó sin el tercero. Se ve que los señores del
jurado no estuvieron en la plaza.
Lo de Córdoba tiene guasa.
Manuel Benítez consiguió el récord de corridas
toreadas en la temporada 1965 con 111 paseíllos. Récord que pulverizó en la
temporada de 1970 que alcanzó la cifra de 121.
Hoy, pletórico de salud, cumple 89 años convertido en
leyenda.
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