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60 ANIVERSARIO ALTERNATIVA

CLAUSURADA LA EXPOSICIÓN HOMENAJE A MANUEL CANO “EL PIREO” EN EL MUSEO TAURINO 

Texto y fotos: Ladislao Rodríguez Galán "Ladis"                  

Fotoperiodista, Académico y Comisario de la exposición.

 El Excmo. Ayuntamiento de Córdoba, sensible con la tauromaquia, para conmemorar el sesenta aniversario de la alternativa de Manuel Cano “El Pireo”,( 26-9-1964),  organizó esta exposición en el Museo Taurino donde se han mostrado objetos e iconos de su paso por la Fiesta de los Toros.

Ha sido una muestra histórica  homenaje a una gran figura del toreo de Córdoba que embrujaba con su clase y torería.

La exposición se ha podido visitar durante tres meses y ha significado un abrazo de la ciudad a un gran torero que supo pasear, con máximo prestigio, el nombre de Córdoba por todo el orbe taurino.

 LA GRANDEZA DE “EL PIREO” 

Después de la desaparición de “Manolete”, hubo un vacío en la cantera cordobesa hasta  que  varios toreros cordobeses  vuelven a destellar con fuerza en el firmamento taurino. De todos son bien conocidos las grandes figuras del toreo,   José María Martorell, Manuel Calero “Calerito”, Alfonso González “Chiquilín”, José María Montilla, Manuel Benítez “El Cordobés”,  Gabriel de la Haba “Zurito”, Agustín Castellano “El Puri”, Fernando Tortosa y Manuel Cano Ruiz “El Pireo”, entre otros.

Pero, con “El Cordobés” aparte, es sobre todo “El Pireo”, torero artista como pocos, el que marca la pauta y el que ocupa un lugar de privilegio en los carteles de las mejores ferias, tanto en España como en Hispanoamérica.

El toreo de nuestro paisano se basaba en la verticalidad, el temple, el embrujo y la calidad. No solamente con la franela, si no con el capote, que dominaba en todas sus expresiones. El capote de Manuel era de un virtuosismo excepcional, exquisito.

Hablamos, pues, de un grandísimo torero que paseó el nombre de Córdoba por las mejores plazas del mundo. Y lo que es más importante, con máxima categoría.

Y aunque su carrera fue breve, no por eso menos intensa. En tres años consecutivos (1965,1966 y 1967) consiguió el preciado Trofeo Municipal “Manolete” y, tanto en España como en América, dejó el sello de su plasticidad torera y supo conquistar para sus vitrinas los más prestigiosos trofeos.

Dios le guarde muchos años, Maestro.

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