domingo, 18 de agosto de 2024

 LA BENDITA LOCURA DE COLECCIONAR

“TENGO DOS HIJOS Y CUATRO NIETOS Y TODOS SON DEL REAL BETIS DESDE QUE NACIERON”

ENRIQUE GALÁN VELASCO Y SU ESPOSA MARÍA DE LA PEÑA PÉREZ VIVEN POR Y PARA EL REAL BETIS 


Ladislao Rodríguez Galán                                      fotos: Ladis

Cuando acaba la temporada los campos de futbol quedan vacíos, tristes, sin vida. Afortunadamente esa situación apenas dura dos meses, pues enseguida el calendario señala la fecha de un nuevo comienzo de competición y el cemento del graderío recupera la vida. Los estadios vuelven a crujir y a estallar de sentimiento y pasión. Eso es el futbol, un deporte capaz de cambiar la existencia y el carácter a cualquiera.

Para los aficionados al futbol no hay nada mejor que el comienzo de una nueva liga. Y si encima eres abonado de uno de los equipos andaluces que levanta más pasiones, el Real Betis, miel sobre ojuelas. No te va a faltar alegría y sufrimiento, pero eso es el futbol en su esencia. El futbol te condiciona la vida y te da mil razones para seguir adelante. El futbol es tan mágico como el cine con la diferencia de que es real.

Hoy traemos a nuestras páginas a un hincha del Real Betis, que más que coleccionista de iconos de un club, es un ejemplo de cariño a unos colores, pues Enrique Galán Velasco y su esposa María de la Peña Pérez tienen convertida su vivienda en una sucursal del club de sus amores. Ahí es nada.

 -Enrique porque del Betis?.

-Soy bético desde que nací. Mi padre era socio del Real Betis y quería que sus hijos fueran del club de sus amores. Fíjese hasta donde llegaba la pasión de mi padre por este club que tenía una moto, de esas de 49 cc que llamaban mosquito, y se fue a Madrid a ver al Real Betis  jugar contra el Real Madrid. De Sevilla salió de madrugada y no paró hasta Valdepeñas.

- Eso es cariño a unos colores…

-Pero no crea que yo me quedo atrás. Tengo dos hijos y cuatro nietos y todos son del Real Betis desde que nacieron.

-Creo que usted conoció a Benito Villamarín, el histórico presidente que además dio nombre al estadio.

-Cuando tenía 14 años entre a trabajar con Avelino Villamarín (hermano de Benito, que tanto bien hizo a este equipo), en su empresa de exportación de aceitunas. Yo ya era un forofo del Real Betis, pero el contable de la empresa trabajaba en la Federación de Futbol y en cada partido me traía una entrada de infantil de mejor sitio.

-En tantos años defendiendo al equipo de sus amores habrá conocido a varios presidentes ¿Cuál cree usted que ha sido el mejor?.

-Al principio de su mandato Lopera lo hizo muy bien, pero luego, a algunos socios, no nos pareció bien los derroteros que tomó el club y le plantamos oposición. Fundamos la “Asociación de Béticos de Base”, una oposición directa al presidente. Íbamos a su casa a darle serenatas de protestas, le cantábamos con una guitarra. Lopera nos denunció pero le ganamos el juicio porque no hacíamos daño a nadie.

-Bueno, dejemos los recuerdos amargos y vamos a hablar de este Santuario Bético por excelencia. ¿Cómo surgió la idea de montar esta exposición de objetos y detalles verdiblancos?.

-Mire yo trabajé duro para conseguir accionistas para ayudar al Club en sus horas difíciles, hoy tiene una masa social de 53.000 socios que son toda una garantía. Además logré setenta socios para la primera peña que unos pocos fundamos en Dos Hermanas, actualmente hay cuatro. Ese trajín de acá para allá me hizo pensar que porque no poner en valor mi colección de “cosas” del Real Betis. Y como  dispongo de un sótano muy espacioso, convertí ese rincón de casa en una “sucursal” del club de mis amores.

-Y su esposa está de acuerdo con todo esto?.

-No solamente lo acepta sino que lo disfruta, pues ella aparte de socia del Real Betis, es accionista. Su padre tenía acciones y al fallecer las pasó a sus hijas. Lo curioso es que cuando la conocí yo no sabía que era bética. Imagínese la alegría cuando lo descubrí. Ella es todavía mas pasional con el Real Betis que yo. El equipo, como  sucede con los demás, nos da alegrías y disgustos, y nosotros lo vivimos juntos. 

María asiente a las palabras de su marido y nos comenta que “para mi es una alegría tener todo esto del club de mis amores en casa. Muchos amigos vienen para ver esta colección y eso nos satisface”.

-Y que es lo que más me puede impresionar de todo lo que hay aquí, que es muchísimo?

-Pues mire tengo libros de actas del club, fotos de los primeros equipos, de todos los presidentes que ha tenido el club y sus escudos, que han ido cambiando a través de su historia. 

Están los periódicos que recogían las primeras crónicas de este equipo. 

Hay bufandas  de todos los equipos europeos (UEFA) que han jugado contra el Real Betis, además de la torre Eiffel, cuando jugó en Paris y del puente de Londres cuando lo hizo allí. 








En esta colección bética no podía faltar el balón, y Enrique lo tiene firmado por todos los jugadores que ganaron la Copa del Rey en 2022.

Hay camisetas, banderines, y en lugar destacado, fotos de los antiguos e históricos equipos del Real Betis con sus logros deportivos.

 



Hay libros sobre el Real Betis y llaveros de todas las peñas béticas que existen ( y tienen llavero).
 

En varias vitrinas hay platos, tazas, copas y catavinos  del Real Betis.

 


-Y este mostrador tan curioso?

- Fue una idea mía. Yo quería un mostrador para este pequeño bar y entonces pensé hacerlo con el escudo del Club. Y ha quedado original y atractivo. 

-Recorriendo este espacio me topo con un rincón taurino. Y, claro, no tengo más remedio que preguntar que hace la Fiesta Nacional en medio de tanto futbol...

-Es que el padre de Maria, aparte de su pasión por el futbol, tenía una gran afición taurina hasta el punto de ser abonado de la Real Maestranza, y entonces como recuerdo a su afición tenemos aquí todo lo que guardaba en su casa.

- Enrique, antes de despedirnos me podía decir cómo vaticina esta temporada recién comenzada?

-Hombre todos los equipos se han reforzado pero el Real Betis, es el Real Betis y hay que andarse con cuidado.

Pues hasta aquí nuestra visita a la mansión bética de Enrique y María,  y que mejor manera de despedirse de una familia bética que con la histórica frase de “Viva er Beti manque pierda”.

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ

















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