ADIOS SENTIDO A UN EJEMPLAR GANADERO DE RESES BRAVAS: ANTONIO GARCÍA GALÁN
José
Luis Prieto Garrido, veterinario, escritor y académico. fotos: Ladis
El
mundo del toro está de luto. Desde hace días los murubes de La
Castilleja mugían en lontananza por la dehesa serrana de una manera distinta a
la habitual con quejidos lastimeros, como presagiando con tristeza la pérdida
de su criador.
Hace ya algunos años, como parte integrante de uno de mis libros, hice una entrevista a Antonio García Galán. Una persona, independientemente del magnífico ganadero de bravo que fue, muy sensata, sensible, sosegada y tranquila. Ante una pregunta que le hacía, y siempre con su cigarrillo en la mano, relativa a su tipo de toro, me respondía con signos de emoción y brillo en sus ojos: “mi toro es frío, abanto, de galope contínuo, con mucha fijeza. Precisamente esa fijeza ha sido, desde el primer momento, la línea que nos hemos marcado en la ganadería. En banderillas se le ve venir, sin hacer extraños ni recortar. A la muleta va con nobleza, con una embestida larga, honda y profunda, acudiendo con fijeza y constancia y yendo al toque con el morro a una cuarta del suelo”.
Cuando le preguntaba por la preparación de las corridas de rejones, indicaba que el único reparo que ponía era que le tuvieran que arreglar las puntas, hasta el punto que era una operación que jamás presenció, “me meto en casa y sólo salgo cuando ya están preparadas, para dar el visto bueno”. Así de grande era este ganadero.
Más
de 50 años criando sus toros, concretamente desde que en 1981, comprara su
parte a D. Eliseo Morán Gómez, quedando como único propietario, eliminando todo
lo que hasta entonces había en la ganadería, que por cierto se anunciaba como
“La Matríz de Sierra Morena”, que eran reses de Felipe Bartolomé, Joaquín
Buendía y un semental de Isaías y Tulio Vázquez.
Es
entonces cuando adquiere un lote de Martínez Elizondo, procedencia Urquijo, y
otro del mismo origen de los señores Martínez Uganda, anunciándose como
“Ganadería de la Castilleja”.
Ahora,
allí donde esté, ya reunido con su querida esposa Amparo que tanto le ayudó en
la constitución de la ganadería, con toda seguridad estará guiando y asesorando
a sus hijos, Antonio y Amparo, para seguir en el logro de mantener este encaste
único en Vistahermosa, que es el Murube-Urquijo.
El
funeral se ha oficiado hoy sábado en el Tanatorio de Las Quemadas.
GRACIAS, DON ANTONIO, POR TODO LO QUE HAS SUPUESTO EN LA CRÍA DEL TORO BRAVO
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