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 IX CICLO DE CONFERENCIAS

GUILLÉN DEL CASTILLO HABLÓ SOBRE “LA PREPARACIÓN FÍSICA DEL TORERO”       

Ladislao Rodríguez Galán                                 fotos: Ladis

El profesor doctor Manuel Guillén del Castillo, director del IX Ciclo de Conferencias en el Real Círculo de la Amistad de Córdoba, ha impartido la segunda conferencia que ha tratado sobre ”La preparación física del torero. Cualidades y capacidades necesarias en la tauromaquia”.

Ha sido una conferencia magistral donde se ha analizado desde el estado físico hasta el psicológico del torero. Sin olvidar los estados de ánimo.

Guillén del Castillo, experto en estos menesteres, desarrolló el tema con gráficos muy esclarecedores y  diapositivas de distintos aspectos de la lidia.

Todas las suertes de la tauromaquia tuvieron su espacio en esta elaborada conferencia. El capote, las banderillas, el picador, la muleta y la suerte suprema...incluso el rejoneo.

En la conferencia, muy extendida, participaron , además, José Mª Portillo Fabra, presidente de la Tertulia El Castoreño del Real Círculo de la Amistad, Alfonso Téllez, presidente del Círculo Taurino de Córdoba que actuó como moderador y el patrocinador de la sesión José Luis Iglesias González.

Durante la charla intervinieron Portillo Fabra y los matadores de toros José María Montilla y “Lagartijo”, que expusieron su punto de vista sobre el tema que se estaba tratando.

La sala Julio Romero de Torres se llenó de un público muy variado entre los que se encontraban el vicepresidente del Real Círculo de la Amistad Nicolás de Bari, la concejala y diputada provincial Narci Ruiz, el presidente de la Real Academia de Córdoba José Cosano Moyano,  el presidente del Colegio de Veterinarios José Mª de Torres Medina, el catedrático de la Facultad de Veterinaria Rafael Jordano Salinas y los matadores de toros José Mª Montilla, Fernando Tortosa, Rafael González “Chiquilín”, Enrique Reyes Mendoza y Javier Moreno “Lagartijo”, el subalterno Rafael Figuerola, además de gente relacionada con la fiesta y el deporte.

Una copa de vino de la tierra puso broche a la interesante  velada.

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ