SE CUMPLEN 40 AÑOS
"BELADOR" ÚNICO TORO INDULTADO EN LAS VENTAS DE MADRID
JOSÉ ORTEGA CANO LUCIÓ ESPLÉNDIDAMENTE SU BRAVURA Y SU NOBLEZA HASTA EL PUNTO QUE TODA LA PLAZA PIDIÓ EL INDULTO
EL ANIMAL TARDÓ DOS
HORAS EN VOLVER A LOS CORRALES
Ladislao Rodríguez Galán foto: Ladis
Cuando el toro de Victorino para la corrida
de la Prensa se estaba embarcando en el campo para Madrid, el animal se lesionó
y entonces el ganadero decidió que "Belador"
ocupara su lugar. Una decisión muy arriesgada y complicada ya que "Belador", de la camada de
1978, marcado con el número 121 y 520
kilos de peso, fue abandonado por su madre al nacer y hubo de ser criado con
biberón. Esa circunstancia desaconsejaba su inclusión en Madrid y menos en una
corrida concurso de ganaderías. Sin embargo el animal dio la talla y 36 años
después sigue siendo el único toro indultado en Las Ventas.
"Belador"
salió en tercer lugar y demostró gran bravura (aunque la petición de indulto no
fue unánime y hubo sus críticas). Su lidiador, Ortega Cano, solo dio una vuelta
al ruedo cuando el animal volvió a chiqueros. Claramente el animal había estado
por encima de él.
Cuando el presidente concedió el indulto,
Ortega Cano simuló la suerte de matar con una banderilla blanca y se retiró al
callejón. Entonces salieron los cabestros, que no tenían el adiestramiento
necesario para esta misión (en esa época no estaba el popular y eficaz Florito)
y entraron y volvieron a salir al ruedo infinidad de veces dejándose el toro
atrás. Llegó un momento que por la megafonía se avisó que se apagarían las
luces de la plaza y se solicitó silencio. Cuando la plaza quedó a oscuras, solo
quedó encendida una luz en chiqueros que se apagaba y encendía intentado llamar
la atención del animal. Tampoco dio resultado esta estratagema. Hasta salió un
perro que mordisqueaba las patas y las orejas del toro. Pero todo era inútil. A
todo esto la desesperación del público unido al calor sofocante, hacían la
situación insostenible.
Por fin, en una de esas apariciones de los
cabestros en el ruedo, el animal hizo hilo con ellos y entró pausadamente a
chiqueros en medio de una atronadora ovación. Habían pasado dos largas horas.
"Belador" fue curado de sus
heridas - dos meses tardó en sanar - en la finca escurialense de Jesús Arribas,
entre Julio y Septiembre del 82. A principio del invierno vuelve a su casa en
"Las Tiesas" (Extremadura) pasando a engrosar la nómina de sementales
de Victorino Martín, comenzando a padrear en Enero de 1983. Buena reata de bravos
becerros dio este toro indultado.
El toro del triunfo de Pedro Moya
"Niño de la Capea", en 1988, era hijo suyo. Y cuando "Belador" ya llevaba cinco años
muerto, el diestro Enrique Ponce triunfó rotundamente en Palencia con otro hijo
suyo.
Tras su muerte, en 1989, el ganadero quiso
que el animal fuese "inmortalizado", labor que encargó al
taxidermista Justo Martín quien le "devolvió la vida" con un trabajo
minucioso y perfecto, resultando una bella obra maestra.
Esta es la breve historia de "Belador" un noble animal que a
pesar de ser criado por el personal de la finca, nunca perdió su bravura y su
casta, lo que le hizo entrar en la historia de los toros bravos.-
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