domingo, 19 de junio de 2022

 

XXIV CICLO DE BECERRADAS

ANDRÉS MEMBRIVES RESULTA TRIUNFADOR EN VILLANUEVA DEL ARZOBISPO

GUSTAVO MARTOS, OSCAR PAYÁN Y ALFONSO JUAN LOGRARON UN APÉNDICE CADA UNO Y CARMEN BAEZA DIO UNA TRIUNFAL VUELTA AL RUEDO

FICHA DEL FESTEJO

Plaza: Villanueva del Arzobispo (Jaén). Casi medio aforo cubierto por el público en tarde de calor soportable.

Ganado: Seis añojos de Apolinar Soriano, bien presentados, fuertes, bravos, repetidores y de buen juego en general.

Andrés Membrives (Escuela Taurina del Círculo taurino de Córdoba): estoconazo de libro (dos orejas).

Carmen Baeza ( Escuela Taurina de Úbeda): cuatro pinchazos, estocada (petición de oreja y vuelta al ruedo, tras aviso).

Gustavo Martos (Escuela Cultural Taurina "Frascuelo" de Granada): dos pinchazos, dos estocadas y tres descabellos (oreja, tras dos avisos).

Oscar Payán (Escuela Taurina Ciudad de Atarfe): estocada, media estocada (oreja tras dos avisos)

Alfonso Juan (Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén): dos pinchazos, estocada y descabello (oreja tras dos avisos).

Incidencias: Las cuadrillas guardaron un minuto de silencio por el matador de toros Andrés Vázquez fallecido hace unos días. Igualmente se interpretó el Himno Nacional. Membrives salió a hombros. La hora de comienzo de la becerrada se fijó  hora y media más tarde temiéndole al calor.

Ladislao Rodríguez Galán                                    fotos: Ladis

En la localidad jiennense de Villanueva del Arzobispo ha tenido lugar la 6ª y última becerrada de selección del XXIV Ciclo de Becerradas, dentro del programa Fomento de la Cultura Taurina de Andalucía, organizado por la Asociación Andaluza de Escuelas Taurinas con el patrocinio de la Consejería de la Presidencia y Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía.

Para cerrar este Ciclo, la organización eligió la histórica plaza de toros de Villanueva del Arzobispo, una joya muy bien conservada, que fue inaugurada con dos corridas de toros (10 y 11 de septiembre de 1928), participando en la primera el rejoneador Antonio Cañero y en el toreo a pie Vicente Barrera , Manuel Jiménez "Chicuelo" y Juan García "Algabeño" que lidiaron reses del Duque de Veragua, y en la segunda,  que fue mixta, el matador de toros  Antonio Sánchez, y los novilleros Fortuna Chico y Andrés Mérida   con ganado de Esteban Hernández.

 Si en un principio estaban anunciados seis becerristas, el paseíllo lo hicieron cinco porque Tomás Jiménez, de la escuela Taurina de Baeza, sufrió un percance el día anterior que le impidió actuar.

Hay que destacar el buen hacer de los alumnos actuantes, salvo el inconveniente de  la espada, cuyo mal uso les privó de mayores éxitos. Pero en definitiva el público se divirtió y los alumnos también. 

Apuntar que como subalternos intervinieron alumnos de otras Escuelas Andaluzas.

ANDRÉS MEMBRIVES

 Si con el capote no pudo estirarse como hubiera querido, con la muleta, en una faena de menos a más, consiguió series de excelente calidad por ambos pitones , con la figura erguida y templando muy bien las embestidas del animal. Se sintió torero y supo expresarlo, por eso el público le ovacionó constantemente. Es ostensible su progreso. Mató de estocada certera, de libro, y paseó las dos orejas pedidas con fuerza.



CARMEN BAEZA

Ya había sufrido un revolcón en el quite del becerro anterior, pero eso no le mermó su entusiasmo y afición. Y aunque no está aún para estos menesteres, se atisva en ella un deseo de superación tremendo que le puede deparar cuantiosos éxitos en cuanto domine la técnica. El público estuvo siempre de su lado y la obligó a dar una clamorosa vuelta al ruedo. Por eso guardará grato recuerdo de esta tarde muy cuesta arriba para ella.



GUSTAVO MARTOS

Se atoró con la espada y malogró con ello una estética faena muy ovacionada por el respetable. El chico estuvo aseado en el recibo capotero para luego entregarse por completo a la labor muleteril (algo pasada de reloj) pero que tuvo el sabor que dejan los muletazos trazados con tiralíneas. No faltaron, en su repertorio, los cites a muleta cambiada por la espalda y las manoletinas de cierre de faena.






OSCAR PAYÁN

Completito en sus verónicas de recibo, fue con la muleta donde mostró su capacidad de resolución. Sus series, por ambos pitones, tuvieron empaque y se sintió tan a gusto que hasta se permitió torear rodilla en tierra ante el beneplácito de la concurrencia. Como estaba disfrutando de la calidad del becerro se pasó de tiempo y a punto estuvo de pasar un mal rato por culpa de los recados presidenciales.



ALFONSO JUAN

Cerraba la becerrada este alumno de la Escuela de Jaén, que manejó muy bien los brazos con el capote. Después con la franela, enhebró una faena muy bien estructurada dejando constancia, a veces, de su bisoñez, lo cual no fue óbice para que se ganara la voluntad del público, que le animó constantemente. Se pasó de tiempo y luego la tizona no quiso entrar.



Y ahora a esperar que el jurado decida, entre los 33 becerristas, quienes conformaran el cartel de la gran final de Estepona. Suerte para todos.

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ















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