XXIV CICLO DE BECERRADAS
ANDRÉS MEMBRIVES RESULTA TRIUNFADOR
EN VILLANUEVA DEL ARZOBISPO
GUSTAVO MARTOS, OSCAR PAYÁN Y ALFONSO
JUAN LOGRARON UN APÉNDICE CADA UNO Y CARMEN BAEZA DIO UNA TRIUNFAL VUELTA AL
RUEDO
FICHA DEL FESTEJO
Plaza: Villanueva del Arzobispo (Jaén). Casi medio aforo
cubierto por el público en tarde de calor soportable.
Ganado: Seis añojos de Apolinar Soriano, bien presentados,
fuertes, bravos, repetidores y de buen juego en general.
Andrés Membrives (Escuela Taurina del Círculo taurino de Córdoba):
estoconazo de libro (dos orejas).
Carmen Baeza ( Escuela Taurina de Úbeda): cuatro pinchazos,
estocada (petición de oreja y vuelta al ruedo, tras aviso).
Gustavo Martos (Escuela Cultural Taurina "Frascuelo" de
Granada): dos pinchazos, dos estocadas y tres descabellos (oreja, tras dos
avisos).
Oscar Payán (Escuela Taurina Ciudad de Atarfe): estocada, media
estocada (oreja tras dos avisos)
Alfonso Juan (Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén): dos
pinchazos, estocada y descabello (oreja tras dos avisos).
Incidencias: Las cuadrillas guardaron un minuto de silencio por el
matador de toros Andrés Vázquez fallecido hace unos días. Igualmente se
interpretó el Himno Nacional. Membrives salió a hombros. La hora de comienzo de la becerrada se fijó hora y media más tarde temiéndole al calor.
Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis
En la localidad jiennense de Villanueva del Arzobispo
ha tenido lugar la 6ª y última becerrada de selección del XXIV Ciclo de
Becerradas, dentro del programa Fomento de la Cultura Taurina de Andalucía,
organizado por la Asociación Andaluza de Escuelas Taurinas con el patrocinio de
la Consejería de la Presidencia y Administración Pública e Interior de la Junta
de Andalucía.
Para cerrar este Ciclo, la organización eligió la
histórica plaza de toros de Villanueva del Arzobispo, una joya muy bien
conservada, que fue inaugurada con dos corridas de toros (10 y 11 de septiembre
de 1928), participando en la primera el rejoneador Antonio Cañero y en el toreo
a pie Vicente Barrera , Manuel Jiménez "Chicuelo" y Juan García
"Algabeño" que lidiaron reses del Duque de Veragua, y en la segunda, que fue mixta, el matador de toros Antonio Sánchez, y los novilleros Fortuna
Chico y Andrés Mérida con ganado de
Esteban Hernández.
Si en un
principio estaban anunciados seis becerristas, el paseíllo lo hicieron cinco
porque Tomás Jiménez, de la escuela Taurina de Baeza, sufrió un percance el día
anterior que le impidió actuar.
Hay que destacar el buen hacer de los alumnos actuantes, salvo el inconveniente de la espada, cuyo mal uso les privó de mayores éxitos. Pero en definitiva el público se divirtió y los alumnos también.
Apuntar que como subalternos intervinieron
alumnos de otras Escuelas Andaluzas.
ANDRÉS
MEMBRIVES
Si con el capote no pudo estirarse como hubiera querido, con la muleta, en una faena de menos a más, consiguió series de excelente calidad por ambos pitones , con la figura erguida y templando muy bien las embestidas del animal. Se sintió torero y supo expresarlo, por eso el público le ovacionó constantemente. Es ostensible su progreso. Mató de estocada certera, de libro, y paseó las dos orejas pedidas con fuerza.
CARMEN BAEZA
Ya había sufrido un revolcón en el quite del becerro
anterior, pero eso no le mermó su entusiasmo y afición. Y aunque no está aún
para estos menesteres, se atisva en ella un deseo de superación tremendo que le
puede deparar cuantiosos éxitos en cuanto domine la técnica. El público estuvo
siempre de su lado y la obligó a dar una clamorosa vuelta al ruedo. Por eso guardará
grato recuerdo de esta tarde muy cuesta arriba para ella.
GUSTAVO MARTOS
Se atoró con la espada y malogró con ello una estética
faena muy ovacionada por el respetable. El chico estuvo aseado en el recibo
capotero para luego entregarse por completo a la labor muleteril (algo pasada
de reloj) pero que tuvo el sabor que dejan los muletazos trazados con
tiralíneas. No faltaron, en su repertorio, los cites a muleta cambiada por la
espalda y las manoletinas de cierre de faena.
OSCAR PAYÁN
Completito en sus verónicas de recibo, fue con la
muleta donde mostró su capacidad de resolución. Sus series, por ambos pitones,
tuvieron empaque y se sintió tan a gusto que hasta se permitió torear rodilla
en tierra ante el beneplácito de la concurrencia. Como estaba disfrutando de la
calidad del becerro se pasó de tiempo y a punto estuvo de pasar un mal rato por
culpa de los recados presidenciales.
ALFONSO JUAN
Cerraba la becerrada este alumno de la Escuela de
Jaén, que manejó muy bien los brazos con el capote. Después con la franela,
enhebró una faena muy bien estructurada dejando constancia, a veces, de su
bisoñez, lo cual no fue óbice para que se ganara la voluntad del público, que
le animó constantemente. Se pasó de tiempo y luego la tizona no quiso entrar.
Y ahora a esperar que el jurado decida, entre los 33
becerristas, quienes conformaran el cartel de la gran final de Estepona. Suerte
para todos.
LA CÁMARA
ESTABA ALLÍ
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