miércoles, 9 de marzo de 2022

 

UN BAUTIZO MUY TAURINO

ANTONIO Y MARIBEL CELEBRAN EL BAUTIZO DE SU HIJO CURRO CON UNA FIESTA CAMPERA

Ladislao Rodríguez Galán                         fotos: Ladis

En la Parroquia de Cristo Rey y Nuestra Señora del Valle (Córdoba) ha tenido lugar el bautizo de Curro Sanz Pulgarin, primogénito de Antonio y Maribel, un matrimonio muy conocido y querido en nuestra ciudad.

El chico ha nacido en el seno de una familia muy cordobesa y muy taurina,  ya que el abuelo paterno Antonio Sanz Llergo en su juventud hizo sus pinitos en el mundo del toro, consolidándose posteriormente como un empresario sólido y valiente y poco más adelante apoderado de su hijo Sergio que alcanzó a tomar la alternativa en "Los Califas". Todo esto manteniendo su abono y el de su esposa Conchi en la plaza de Córdoba desde que esta se inauguró en 1965. Lo mismo que Antonio, el padre del bebé que fue novillero sin caballos y más tarde empresario. Y el tito Sergio, matador de toros, un torero de mucha técnica y valor. Con estos antecedentes es fácil pronosticar que Curro, si no es torero, cuajará en un buen aficionado. Ya se encargarán los tres de reconducirlo por el "buen camino".

Pues como estaba escribiendo Curro ha entrado a formar parte del colectivo cristiano, siendo bautizado por el reverendo José Ángel y apadrinado por sus tíos Francisco Pulgarin y Pilar Sanz (Bailaora de raza y prestigio).

La ceremonia fue breve y acto seguido los invitados ( componentes de ambas familias) se trasladaron en autocar a la finca Cigarra Alta para celebrar el feliz acontecimiento.

Con un día espléndido,  a la vera de la piscina, se compartió un magnífico almuerzo y a los postres, en la placita de tientas, se soltó una brava becerra que no se cansaba de embestir colaborando a que la fiesta taurina fuera muy entretenida.

Como buen anfitrión Antonio Sanz recibió al animal con el capote y a continuación lo toreó despaciosamente con la muleta. El animal respondía y el papá de Curro se sintió muy a gusto y relajado.



Cedió la muleta a su hermano Sergio y éste, una vez más, dejó constancia de su técnica, clase y estilo. Y es que otra vez  se cumple el viejo refrán que apunta "que quien tuvo retuvo".



El novillero Carlos Jordán fue el siguiente en la lista de toreros que se enfrentaron a la enrazada becerra. Estuvo muy bien. Lo mismo que el novillero sin caballos Cayetano Romo, una promesa que cada vez va a más.


Y a partir de aquí se dejó paso a los aficionados presentes para que lucieran su palmito. El primero fue Tomy   Muñoz     que debutó con las lógicas precauciones pero que no fue revolcado, a pesar de intentarlo por los dos pitones y hasta se atrevió a citar de rodillas.

Y cerrando el abanico de participantes el padrino Francisco Pulgarín, que porfió por ambas manos hasta que consiguió enjaretarle varios pases con un estilo muy personal y atrevido, fruto de su particular e innovadora tauromaquia.

En resumen una fiesta campera muy entretenida y con jalones de buen toreo por parte de los profesionales.

De nuevo en torno a la piscina el conjunto musical Jácara levantó el ánimo de todos y con su ritmo pegadizo mitigó un poco el fresquito que al caer la noche se dejaba notar.

Ya hay en el mundo un nuevo cristiano y esperemos que con el paso del tiempo y la maestría del abuelo, el tito y el padre se convierta en un buen aficionado a la Fiesta Nacional. Todos saldríamos ganando.

Enhorabuena a Curro y a toda su familia.

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ



































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