II CERTAMEN DE BECERRISTAS - 5ª SELECCIÓN
LA ESPADA NEGÓ EL TRIUNFO A LOS CHAVALES
OREJA PARA CARLOS HERNÁNDEZ Y VUELTA AL RUEDO PARA PABLO MATA
(Puerto de Santa María 17-10-2020)
Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis
La última becerrada de selección del II Certamen de Becerristas organizado por la Asociación Andaluza de Escuelas de
Tauromaquia "Pedro Romero" y la Escuela Cultural de Tauromaquia "La Gallosina" del Puerto de Santa María, se ha
celebrado en la plaza de toros del Puerto de Santa María.
Como es sabido este
certamen está patrocinado por la Consejería de la Presidencia, Administración
Pública e interior de la Junta de Andalucía, y encuadrado en los Festejos de
Promoción de Nuevos Valores de las Escuelas Taurinas Andaluzas.
Se lidiaron seis añojos de la ganadería El Rodeo, que como
viene siendo habitual, estuvieron muy
bien presentados, siendo bravos y encastados hasta el punto que algunos de los
chavales que actuaron se vieron superados por la casta del ganado. Cosa natural
en unos chicos que están empezando y que han de ir superándose a sí mismos a la
vez que vayan cogiendo sitio y se sientan cómodos. Solo es cuestión de tiempo
que alcancen la madurez necesaria para avanzar en esta difícil profesión. Por
tanto no hay que venirse abajo ni acusar el mal trago. Todos los figuras del
toreo que en la historia han sido, pasaron por trances similares y luego, sin
embargo, alcanzaron la fama y la gloria. Adelante chavales.
Juan Álvaro Casasola, de la Escuela Taurina Linense,
encabezaba el cartel. Su labor fue muy variada y supo encontrar la distancia
apropiada para realizar una faena correcta toreando con destreza pero que malogró con la tizona al
necesitar de tres pinchazos y una estocada, tras aviso. Fue ovacionado.
Plata de Oliva, representante de la Escuela Taurina "Antonio
Osuna", toreó muy requetebién y se encontraba tan a gusto con el becerrete
que le tocó en suerte que perdió la noción del tiempo y ni siquiera las
volteretas que sufrió le conminaron a concluir la faena. Y cuando por fin tomó
la espada el tiempo había transcurrido inmisericorde. Necesitó de tres
agresiones antes de colocar un buen espadazo. Y claro, el presidente ordenó que
el cornetín sonara tres veces y el chaval abatido se refugió en el callejón.
Sin embargo el público comprendió el momento y sonaron las palmas para mitigar
el duro golpe en su moral.
Yeray González, de la Escuela Comarcal Taurina de
Ubrique, se fue a chiqueros para recibir al añojo a portagayola. Airosamente cumplió y
ya incorporado continuó hasta el platillo con ajustadas verónicas. Luego con la
muleta comenzó su variada faena con doblones por abajo de mucho sabor. Las
series por ambas manos se sucedieron encadenadas y llenas de torería y el
tendido se fundió con el chaval en continuadas ovaciones. Lamentablemente la espada no fue cómplice de su anunciado
éxito y se aperreó en demasía hasta el punto que sonaron dos avisos antes de
que doblara el animal. Fue muy ovacionado.
Carlos Hernández, representante de la Escuela Cultural
de Tauromaquia "La Gallosina" de El Puerto de Santa María, recibió a
su oponente con una larga cambiada de rodillas al hilo de las tablas para luego
llevarlo cosido al capote hasta el centro del ruedo. La faena la brindó a sus
tres compañeros de la escuela que hicieron las veces de subalternos. Con la
muleta estuvo variado y en torero. Sufrió la clásica voltereta de los
principiantes pero no se amedrantó. Siguió toreando muy bien y al matar de
contundente estocada paseó la única oreja de la tarde.
En principio debía cerrar el cartel y el festejo Pablo Mata, natural de La Carlota
(Córdoba) y alumno de la Escuela Municipal de Tauromaquia de Écija, pero se
anunció por megafonía que el sobrero también sería lidiado. Así, pues, la
becerrada constó de siete reses. Con una larga cambiada de rodillas recibió
Mata a su oponente para luego salirse hasta los medios con ajustadas verónicas.
Hemos visto a este joven desde sus comienzos y su proyección es ascendente. Con
la muleta se fajó con el animal y firmó varias series con ambas manos de mucha
enjundia y sabor. Cuando todo estaba hecho, se eternizó con la cruceta y
sonaron dos avisos antes de que el becerro doblara. El público le obligó a dar
una calurosa vuelta al ruedo. Poco premio para tanta entrega y tan completa
faena, pero en sus manos estaba el premio y se le escapó...Imagino el cabreo.
En resumen tarde
entretenida con los borrones ya señalados pero que no deben de hacer mella en
los chavales. Estas becerradas, tal como su nombre indica, son clases prácticas
y así hay que entenderlo. Ni más ni menos.
El alcalde de El Puerto de Santa María, Germán de Beardo asistió al festejo ocupando un burladero del callejón. También estuvo en el Puerto el maestro Francisco Ruiz Miguel.
La plaza cubrió el aforo permitido y se guardaron todas las
medidas de seguridad sanitaria. La becerrada fue presidida por Jesús Neva que
estuvo asesorado por José Gutiérrez.
Al entrar a la plaza hay un artístico mosaico con esta frase de Joselito "El Gallo": " Quien no ha visto toros en el Puerto, no sabe lo que es un día de toros". Qué verdad más grande, aunque haya sido una becerrada cargada con la ilusión de un puñado de chavales.
LA CÁMARA ESTABA
ALLÍ
VOLTERETAS
MASCARILLAS
PLAZA DE TOROS
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