LA OPINIÓN DE LA AFICIÓN
RAFAEL ARANDA TAMAYO
SECRETARIO GENERAL DEL COLEGIO PROFESIONAL
DE PERIODISTAS DE ANDALUCÍA
Ladislao
Rodríguez Galán
Rafael
Aranda Tamayo, estudio Ciencias de la Información (rama Periodismo) en la
Universidad Complutense de Madrid. También cursó estudios de derecho en la
Universidad de Córdoba y de Lenguaje y Comunicación Audiovisual en la
Universidad de Tulane, en Nueva Orleans (EEUU).
A
la plantilla de diario Córdoba se incorporó en 1986 y actualmente es Redactor
Jefe, pero antes fue Jefe de las Secciones de Deportes, Información General,
Suplementos y de los periódicos gratuitos "La Crónica". Ha sido
también el máximo responsable de la Edición Digital de Diario Córdoba y
productor ejecutivo de la emisora de televisión local del rotativo Onda
Mezquita.
Además
ha llevado la corresponsalía en Córdoba de los periódicos "El
Independiente" y "As" y de las agencias de noticias Europa Press
y OTR Press.
Durante
su estancia en EEUU colaboró con las ediciones en castellano de "Los
Ángeles Times" y "La Voz de las Américas" en Miami.
Rafael
Aranda dio sus primeros pasos en el periodismo en Antena 3 Radio y colaboró en
Radiocadena Española de Madrid cuando aún estudiaba la carrera en la capital de
España.
Aunque
no se considera un entendido en el mundo taurino, si un buen aficionado que ha visto toros no
solamente en Córdoba, sino también, en Las Ventas de Madrid, La Maestranza de
Sevilla y La Malagueta en Málaga, entre otras plazas diseminadas por nuestra
geografía.
Rafael
Aranda recuerda con cariño cuando iba a la desaparecida plaza de "Los
Tejares" de la mano de su padre que era un gran aficionado. De hecho fue
testigo presencial de la cornada mortal a "Manolete" en Linares y ha
conservado la entrada de aquella tarde como una reliquia. Entrada que ahora guarda
Rafael con todo el cariño del mundo.
Posteriormente,
dentro de sus responsabilidades en el diario Córdoba estaba la coordinación de
las páginas de la sección de Toros.
Desde
el año 2019, que hubo elecciones, es Secretario General del Colegio Profesional
de Periodistas de Andalucía.
Como casi todos los profesionales de este País,
Rafael Aranda y su esposa, también periodista, Carmen Aumente, no saben de la
tranquilidad del confinamiento. Desde casa están conectados con la realidad del
día a día por que el periódico ha de llegar todas las mañanas a los kioscos con
la actualidad más palpitante y para eso los periodistas han de estar a la que
salta.
Son
días de trabajo sumamente agotadores, porque conllevan un plus de esfuerzo al
que, además, se añade la ansiedad de no acabar de ver el regreso a la
normalidad, si es que alguna vez retornaremos a la rutina que nos hacía tan
felices a todos.
Con el charlamos brevemente sobre el
problema del coronavirus, que nos tiene confinados en casa, y su incisión en la
Fiesta de los Toros.
- Esta temporada va a ser un auténtico desastre para
la Fiesta de los Toros. ¿Cómo ve Vd. la situación?.
-Los efectos del covid-19 van a hacer que en el futuro
esta temporada taurina se recuerde como la que pudo ser y no fue. ¿Y qué es lo
que pudo ser? A falta de verlo plasmado sobre el albero, partíamos de una
interesante declaración de intenciones para intentar levantar la fiesta en
Córdoba, que hace tiempo que habita en el fondo. Es difícil que vaya a menos en
calidad y número de festejos. Pues bien, ya el mero relevo de empresa al frente
de Los Califas con la llegada de José María Garzón había encendido un halo de
esperanza, porque todo tiempo de cambio implica una ruptura, en este
caso con el negativo pasado más reciente. Los toros en Córdoba están
necesitados de un impulso para la búsqueda de nuevos proyectos, que después
pueden que cuajen o no. Pero hay que intentarlo. Y un mero traspaso en la
gestión debía ser sinónimo de cambios. Por contra, como consecuencia del estado
de alerta, ya han quedados suspendidos los carteles de la feria de mayo, que ni
siquiera han llegado a ver la luz, y las futuribles corridas coincidiendo con
cruces o patios que también eran objeto de estudio han quedado en imposibles a
corto plazo. Así las cosas, el posible retorno a un ciclo en septiembre, como
adelantó Garzón, queda como única oportunidad para que Córdoba no se quede sin
toros a lo largo de todo un año, algo inédito en décadas. Y es difícil que ese
ciclo de septiembre se haga realidad, porque todo apunta a que las
aglomeraciones en espectáculos van a hibernar hasta pasado el otoño, y corridas
sin público carecen de sentido. La situación, por tanto, es causa de desazón y,
tal vez, una oportunidad perdida.
- Hemos visto atónitos, por inusual, como se han
suspendido las ferias taurinas más importantes ¿Que repercusión piensa tendrá
en la economía de España?.
- Como ve que las principales ferias (Valencia, Madrid,
Sevilla, Córdoba...) se celebren en el verano y otoño, fuera de su fecha
habitual?.
-Puede
ser la salvación o la muerte. La celebración en verano de las principales
ferias implica invadir el saturado calendario de las fechas que
históricamente han ocupado otros ciclos menores. Quizás de ser así se esté
salvando a las potentes mientras que otras menores, que queden a la sombra, se
vean asfixiadas y paguen la factura. Es complejo. Sería una posibilidad siempre
que se cuadre un calendario respetuoso entre unas y otras.
- Es necesario en este momento, más que nunca, que el
Gobierno apoye a la Fiesta?.
-El Gobierno en estos momentos tiene que
centrarse en salvar las vidas de los ciudadanos, todo lo demás es secundario.
Después deberá aplicar fórmulas para rescatar la economía del país en los
sectores primarios que afectan al mayor número de familias, y, por último,
analizar posibles vías de rescate para todos aquellos colectivos que se hayan
visto lesionados.
- Cree que esta crisis repercutirá en el futuro
inmediato de la Fiesta de los Toros?.
-La fiesta
de los toros ya había tocado fondo antes de la agresión del virus. Esta crisis
no va a hacer sino agravar la situación. Y quizás el futuro pase por aplicar
medidas que, no ahora, sino hace tiempo que la Fiesta estaba clamando.
- Confía que dentro de un año todo vuelva a
ser como antes?.
-En
lo que se refiere a la Fiesta de los Toros en Córdoba, si soy sincero, ojalá
no. Y lo digo rotundamente y aunque pueda parecer una afirmación antipopular. Y
digo que ojalá dentro de un año no volvamos al escenario más cercano en el
tiempo porque la fiesta en Córdoba estaba más que enferma, encefalograma plano.
Entonces, en lo que confío es en que dentro de un año se atisbe ya
vida, emerjan figuras de la tierra con las que se identifique la afición
y que el coso de Ciudad Jardín vuelva a ser el escaparate de las
principales figuras del escalafón nacional; en suma, que se haya regenerado la
ilusión ahora en cuarentena. Ojalá que Los Califas vuelva a ser el escenario
sostenido de una espectacular fiesta y no el espacio de una resignación tras
otra. Pero insisto, esa asignatura ya estaba pendiente antes del coronavirus.
- Que es lo primero que va a hacer cuando pueda salir a
la calle?.
-Ir
al reencuentro personal con mi hermana y, a riesgo de lo que conlleve, fundirme
con ella en un abrazo.
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