OBITUARIO
SE NOS HA IDO FRANCISCA HERRADOR
COBOS, ESPOSA DE NUESTRO QUERIDO AMIGO RAFAEL SÁNCHEZ ALONSO
Ladislao Rodríguez Galán
Las
páginas de este blog se tiñen de negro luto y de dolor amargo como señal de
respeto, cariño y admiración a una mujer andaluza integral que se nos ha ido
víctima de una enfermedad cruel que ha sido la única fuerza capaz de doblegar
su férreo espíritu.
Todo
el pueblo de Montilla se dio cita en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción,
para asistir al sepelio por Francisca Herrador Cobos una buena mujer que en
vida supo ganarse el cariño, afecto y respeto de todos quienes la trataron.
Paca,
como se la conocía popularmente, fue una mujer dotada de unas virtudes
extraordinarias. Era la clásica andaluza simpática, jovial y dicharachera que
gustaba del flamenco, los toros y el baile, pero sobre todo se desvivía por
ayudar a los demás. Disfrutaba viendo a la gente feliz.
De
Mozuela ayudaba a su padre a vender huevos en el mercado de la ciudad y cuando
llegaba la temporada, al igual que la inmensa mayoría de la gente de aquella
época, salía al campo con las cuadrillas a recoger aceitunas y en verano a
recolectar uva. Trabajaba y estudiaba a la vez.
Casó
en 1969 con Rafael Sánchez Alonso, un montillano luchador por las causas
justas, muy conocido en la vida social de su ciudad y en toda la comarca por
situarse siempre al lado del trabajador y por batallar sin descanso por la
mejora de la sociedad de su tiempo, pues bien, junto a él, Paca, construyó una familia ejemplar muy conocida y
apreciada en la localidad.
Su
pasión por el flamenco y los toros se acrecentó, todavía más, por convivir con el
gran aficionado Rafael, quién desde hace bastantes años preside la Peña Taurina
Cultural Solano González de Montilla.
La organización de múltiples viajes, fletados por la peña, a las
distintas plazas andaluzas durante la temporada, hicieron que Paca adquiriera
conocimientos suficientes del mundo del toro para poder opinar con los mas
entendidos.
La
Fiesta ha perdido un gran baluarte y Montilla a una gran, y a la vez sencilla
vecina, volcada en los demás.
Paca
tenía la habilidad de soltarte un chascarrillo en el instante menos esperado y
siempre encajaba en el momento oportuno. Tenía gracia natural y además caía
bien. Era una mujer encantadora.
De su matrimonio nacieron dos hijas Marisol y
Rafi que le dieron tres nietos de los que se sentía muy orgullosa. Su mayor
ilusión era ver a su familia unida y feliz.
El
destino, que se la ha llevado tras cuatro meses de intensa lucha por
sobrevivir, ha permitido que este pasado mes de Agosto pudiera disfrutar plenamente
de la celebración de su 50 aniversario de boda, rodeada de familiares y amigos.
Fue
una fiesta llena de simpatía y buen humor donde "la novia" no se
cansó de bailar hasta bien entrada la madrugada.
Pocos
días después, cayó enferma y todo ha sido un pulso por sobrevivir, pero no pudo
ser.
Ahora
estará bailando de gozo en algún lugar donde van los justos y los buenos de
corazón.
Donde todo es felicidad. La que ella merece por haber sido un ejemplo
para todos.
Descansa
en paz querida amiga.
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