domingo, 24 de mayo de 2020


ANIVERSARIO HISTÓRICO

50 AÑOS PATRULLANDO LA CIUDAD
EN 1970 SE INCORPORARON AL CUERPO DE LA POLICÍA LOCAL DE CÓRDOBA DIEZ MUJERES QUE MARCARON UN HITO SIENDO PIONERAS EN ESPAÑA
Ladislao Rodríguez Galán                                                                   fotos: Ladis
Hoy, 25 de Mayo, hace cincuenta años que la Policía Municipal Femenina comenzó a patrullar por la ciudad. Eran diez mujeres valientes que dieron el paso adelante e irrumpieron en un acotado reservado exclusivamente a varones. Esa actitud, al ser pionera,  las convirtió en referente en todo el territorio nacional e incluso en algunos otros países.
Fue una imagen diferente de un cuerpo policial cercano y querido por los ciudadanos. La mujer conquistó, en aquel lejano 1970, una parcela más de un mundo totalmente masculino.
Me he reunido con las hermanas Lola y Delfi Tapia Olmo, Paqui Serrano Corpas y Loli Romero Escobedo, cuatro de aquellas diez pioneras valientes que siguen viviendo en Córdoba. Cuatro de ellas: Begoña Quiroga Salvador, Mª Ángeles Blanco Berenguer, Paqui Osuna y Mª Carmen Jiménez García residen fuera de nuestra ciudad y Manoli Rodríguez Quintana y Ana Vega Repiso, hace algún tiempo que fallecieron.

Me cuentan que su inclusión en el Cuerpo de la Policía Local no fue, precisamente, un paseo de rosas. Si en general fueron bien recibidas, algunos compañeros no las aceptaron y no encontraron en ellos la colaboración necesaria para desempeñar su labor. Sobre todo influyeron en ellos sus esposas que no veían muy claro que la pareja laboral de sus maridos fuera una mujer.
EL COMIENZO
Pero como todo tiene un comienzo, veamos cómo surge la idea de incorporar a la plantilla de la Policía Local  la figura femenina. La idea nace en el seno de la Corporación que presidía el Alcalde Antonio Guzmán Reina. Un alcalde que iba por delante de su tiempo cuando convocó, a través de los medios de comunicación, diez plazas de policía local exclusivamente para mujeres. 
Las pruebas de acceso consistían en un examen de cultura general y las que lo pasaban tenían que superar un segundo  examen. Las diez mujeres seleccionadas se curtieron durante un mes en la Academia de la policía Local, por eso desde el día 27 de Abril que el Alcalde les entregó la credencial acreditativa de su condición de policía,  su primera salida a patrullar no tuvo lugar hasta un mes después, justamente el día 25 de mayo, primer día de feria.

Una vez concluida la feria, realizaban servicios de patrullaje por la zona de la judería, la Mezquita, el Potro... y como es natural fueron el objetivo de miles de fotografías de los turistas que las miraban con simpatía.


Igualmente la labor de las nuevas policías se centró en la regulación de tráfico, ya que apenas había semáforos en la ciudad y existían puntos muy conflictivos. Y además era una manera de  "ponerlas en valor" como una nueva joya cordobesa.


Cuentan ellas que los días de fútbol y toros las situaban en los puntos de tráfico mas retirados del Estadio  y la plaza de toros, respectivamente, mientras  los varones se colocaban en las cercanías para acceder al recinto una vez que la zona quedaba tranquila de tráfico. Fue una discriminación tremenda.
EL UNIFORME
Entre las policías que ingresaron en el cuerpo estaban  Lola y Delfi Tapia, dos hermanas, hijas del jefe de la Policía Local de Villa del Río, y fue precisamente Delfi la elegida para mostrar ante los componentes del pleno municipal los tres modelos de uniformes para elegir el que lucirían en la vía pública. El equipo, confeccionado en Sevilla, estaba formado por falda pantalón por debajo de la rodilla, guerrera, gorro, corbata, guantes blancos, medias, zapatos de tacón de seis centímetros y bolso de correa larga para colgar en el hombro. A todo esto había que añadir pendientes de perla.

Delfi cuenta una anécdota muy sabrosa de la picaresca que tuvieron para no parecer mojigatas. Cuando ella lució los uniformes ante los ediles, vestida de policía local, con el modelo elegido, le pidieron que se sentara y cruzara las piernas para comprobar que no se le veía nada. Los moralistas concejales dieron el visto bueno y se le entregó a cada agente su equipación, pero todas puestas de acuerdo se reunieron en casa de una de ellas y le metieron a las faldas hasta dejarla por encima de la rodilla. Era una época en que la minifalda estaba haciendo furor y ellas se veían catetas con esa falda. Cuenta Delfi que un concejal cuando la vio en la calle por primera vez le comentó" Esta es la falda que se aprobó en el pleno?", ella dijo que sí y el político quedó con sus dudas. El tema no fue a más.
También cuenta Delfi que como las medias eran obligatorias y en verano hace mucho calor, para no ponérselas lo que hacían era darse una mano de yodo en las piernas y así parecía que las llevaban.
LA REGULACIÓN DEL TRÁFICO
Una vez que la prensa aireó que en Córdoba había policías femeninas, los medios de comunicación más diversos realizaron un peregrinaje a la ciudad para conseguir imágenes y realizar reportajes de las agentes que se convirtieron en un icono y ejemplo para el resto de las provincias españolas.


Pero cuando fuera de Córdoba se miraba con cierta simpatía la figura de la mujer policía, a los cordobeses les costó asimilar que una mujer les dirigiera el tráfico, les diera indicaciones e incluso les multara. Y era habitual que recibieran insultos, frases soeces y desprecios. Cuentan que fue duro, hasta que se convirtió en una rutina, el ver a una mujer uniformada y con autoridad en las calles de la ciudad. Ellas allanaron el camino a las treinta y dos mujeres que hoy en día forman parte de la plantilla de la policía local cordobesa.
LA PÁGINA NEGRA
Nunca han olvidado, y me hacen hincapié en que lo recoja, a sus compañeras Marisol y Mª Ángeles que fueron asesinadas en acto de servicio el 18 de diciembre de 1996, cuando perseguían a los atracadores del banco de Santander. Aquello, se lamentan, fue un palo muy duro para toda la policía local. Eras muy buenas compañeras y muy queridas por todos. Agradecen a la ciudad su sensibilidad al perpetuar su memoria con la instalación de un monolito en el lugar que fueron abatidas.
Sirvan estas líneas como homenaje a unas mujeres guerreras y luchadoras que saltándose tabúes anacrónicos fueron capaces de dar el paso adelante en una época en que su decisión se podía ver como una temeridad. Gracias a ellas la mujer conquistó una nueva parcela en su pugna por la igualdad. Hoy ver a una mujer policía, es lo más natural del mundo. Y no olvidemos que diez valientes cordobesas tienen la culpa...

FOTOS PARA LA HISTORIA


























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