LA BENDITA LOCURA DE COLECCIONAR
“LA COLECCIÓN DE DEDALES LA COMENZAMOS MI ESPOSA Y YO EN EL AÑO 2006”
LA COLECCIÓN DE JOAQUIN Y DOLORES HA REBASADO LA CIFRA DE ONCE MIL UNIDADES
Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis
Todo en la vida no es coser y cantar. Unas veces se cose y otras veces se canta. Y para coser se necesita utilizar aguja y dedal y de dedales sabe mucho Joaquín Vázquez Velázquez, persona entrañable y cordial, que los colecciona y ha convertido su casa en un museo del dedal. Y creo que único.
-Joaquín como surgió la idea de
coleccionar dedales?.
-Pues mire, en el año 2006, mi esposa, Dolores Durán Ayala, y yo comprábamos
cada semana un fascículo de Planeta Agostini que traía un dedal y te contaba
historias. Ahí comenzamos, y cuando terminó la serie de fascículos, ya que
teníamos bastantes dedales, decidimos seguir coleccionándolos.
- Y cuantos tiene en la actualidad?.
-Pues colocados perfectamente en sus
distintas vitrinas, y numerados como puede ver, suman once mil setecientos
dedales.
-Imagino que en esta enorme colección
ninguno está repetido…
-Absolutamente ninguno. Cuando llega a
mi poder un dedal y estoy dudoso de que lo pueda tener, lo primero que hago es
verificar que no lo tengo.
-Una labor de constancia y paciencia.
-Si, pero no me pesa. Mi señora y yo le
teníamos mucho cariño a esta colección y, aunque ella falleció hace unos meses,
yo en su memoria sigo adelante. Esté donde esté disfruta viendo que yo continúo
con una labor que comenzamos los dos.
-No sabía yo que en el mercado
existían tantos modelos de dedales…
-En el mercado hay muchísimos, pero es
que yo también los decoro. Mire de la fábrica de Jordi Puyol Puig, en Barcelona,
es de donde me suministran dedales en blanco a los que yo les pongo efigies,
anagramas, insignias, etc. Hace unos días les he pedido una nueva remesa de
seiscientos dedales.
-Por eso veo que tiene una estantería
llena de dedales dedicados a todas y cada una de las Hermandades sevillanas de
Semana Santa.
-Claro y tengo otra serie dedicada a los llamadores de los pasos y
cada uno es distinto. Hay cientos dedicados a los equipos de futbol, a los
políticos de todas las épocas, a los reyes magos, escudos de ciudades
españolas, dibujos animados de Disney, sobre flamenco, animales, bebidas
alcohólicas, etc…
- O sea su colección es como un libro
de historia
-Yo no diría tanto, pero personajes
históricos tengo miles y otra serie que me encanta es la de las portadas de la
feria de Sevilla, comenzando por la primera en los años cincuenta.
Cuando abre Joaquín alguna de las innumerables vitrinas (hechas por el) para mostrarme un dedal en primer plano, lo hace con un cuidado exquisito. Primero mira que el dedal no este apoyado en el cristal para evitar que al abrir se caiga, pues aunque pone como amortiguador unos cojines, no quiere correr riesgos.
-¿Y del extranjero tiene dedales?.
-Naturalmente. Tengo de Marruecos,
Holanda, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Estados Unidos, China…y así podía estar enumerando una
lista considerable de países.
-Y de Córdoba posee alguno?.
-He ido a Córdoba varias veces y siempre
me he dado una vuelta por el barrio judío, donde están las tiendas que venden
recuerdos para los turistas y entre ellos dedales. Creo que no me he dejado
ninguno atrás. De Córdoba tengo una extensa colección, y varios son de plata. Y
de Andalucía tengo de todas las ciudades.
-Cual ha sido el último dedal que ha
incrementado su colección?
-El último, que lo tengo que catalogar,
es de Santander, más concretamente de la torre de Santander.
-Y hay alguno especial para usted…
-El primero que tuvimos mi esposa y yo,
de Planeta Agostini y uno de cristal con incrustaciones de oro de 18 kilates.
-Mi señora y yo comenzamos una colección
de latas de cerveza, pero llenas, no vacías. Teníamos más de trescientas de
muchísimos países pero algunas comenzaron a estallar y las tiramos. Eliminamos
un posible problema.
La profesión de Joaquín ha sido la de carnicero
y junto a su querida esposa, regentaban un establecimiento en el barrio
sevillano de Bella Vista, un barrio que según me cuenta “creó mi padre
Joaquín Vázquez Díaz junto a un grupo de amigos que edificaron aquí sus casas. Mi
padre era encargado de obras y entre otras cosas hizo el campo de futbol del
Sevilla, la Universidad, la fábrica de Coca-Cola…Entre estos amigos
había un argentino llamado Morilla y por lo visto, en Argentina hay una zona
denominada Bella Vista que es un paraíso y por eso a este barrio se le
puso este nombre. Eso no lo saben muchos vecinos de aquí”.
-Ha expuesto alguna vez al público esta importantísima colección?.
-No, ni se me ha ocurrido. Usted sabe lo delicado que es transportar tantas piezas y luego colocarlas en las vitrinas. Yo la enseño a mis amigos, y a los amigos de mis amigos.
- Si, pero no es mi intención. Yo siempre he huido del protagonismo, soy feliz con mi colección y lo único que pretendo es que Dolores esté satisfecha con que yo siga lo que con tanto amor comenzamos los dos juntos.
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