miércoles, 22 de mayo de 2024

 

ESTE MES SE CUMPLEN 60 AÑOS DE LA ALTERNATIVA DE GABRIEL DE LA HABA “ZURITO”

 Ladislao Rodríguez Galán                         fotos: Ladis                       

El gran varilarguero Manuel de la Haba “Zurito” fue el primer eslabón de una prestigiosa dinastía de toreros que dieron a Córdoba inusitado prestigio en el mundo del toro. Picadores de fama fueron también sus hijos José y Francisco y matador de toros Antonio de la Haba Torreras, padre de tres toreros, Antonio y Manolo novilleros de postín y después eficaces subalternos y el pequeño Gabriel de la Haba Vargas, que también utilizó el apodo familiar de “Zurito” y llegó a alcanzar el doctorado, convirtiéndose, hasta ahora, en el último eslabón de la saga. Y de esa efemérides, precisamente, se cumplen este mes, (Valencia, 24-5-1964) sesenta años.

Nació Gabriel en Córdoba el 14 de septiembre de 1945, familiarizado, desde la cuna, con el ambiente taurino que se vivía en su familia con inusitada pasión. Comenzó a ir a tentaderos en compañía de sus hermanos que despuntaban como novilleros  muy aclamados por los públicos.

Su primer vestido de luces lo viste en la plaza de toros de Ronda (10-7-1960) compartiendo cartel con “El Puri” con ganado de Salvador García. Fue precisamente con el bujalanceño “El Puri” con el que comienza su andadura taurina anunciándose ambos  en los carteles como “la pareja de niños cordobeses”, logrando torear en collera, en la temporada de 1961, más de treinta novilladas sin caballos, con el beneplácito de la afición por su disponibilidad y buen hacer, cosechando importantes triunfos. En Córdoba se presenta la pareja (4-6-1961) con ganado de García Barroso yendo por delante la rejoneadora Paquita Rocamora. Repiten al día siguiente con novillos de Cebada Gago. Debuta con caballos (12-9-1961) en la localidad cordobesa de Cardeña en mano a mano con “El Puri” y novillos de moreno Santamaría. Se programa la presentación en Córdoba de los dos toreros (6-5-1962) con siete novillos de Núñez Guerra, compartiendo cartel con el también cordobés Gonzalo Amián, que se presentaba, igualmente, con picadores, siendo un ejemplar  para el rejoneador Clemente Espadanal. A partir de ese momento apenas vuelven a torear juntos, iniciando cada uno por su cuenta una nueva etapa profesional. En la temporada 1963, en que se presenta en Madrid (26 de septiembre) con ”Jerezano” y “Currito” y ganado de Carlos Núñez, alcanza a torear 84  novilladas, después de tener firmadas más del centenar, pero los percances le condicionaron el número de festejos. 

En la campaña siguiente, con mucha fuerza y una gran expectación, estando  en la cima de la novillería y después de tomar parte en 16 festejos, toma la alternativa en Valencia (24-5-1964) de manos de Miguel Báez “Litri” actuando de testigo el mexicano Joselito Huerta. El toro,  perteneciente a la ganadería de Manuel Arranz, se llamaba ”Yegüero”. Fue una tarde apoteósica, pues a este toro le cortó una oreja y al sexto las dos. Los tres toreros salieron a hombros.

 Confirma el doctorado al año siguiente (19-5-1965) de manos de Joaquín Bernadó ante la presencia de Jaime Ostos con un encierro compuesto por toros de Manuel Sánchez Cobaleda, García Aleas y “El Pizarral”. El toro de la confirmación atendía por “Sevillano”, del hierro citado en primer lugar.

En 1964 alcanzó a torear 37 corridas de toros y una excelente campaña americana. En 1965, el domingo de Resurrección, en Jaén, sufrió una gravísima cornada en la cabeza y la cifra bajó a 23 corridas. En 1966 intervino en 31 festejos. En 1969 solo hace el paseíllo 11 tardes. Fue bajando su cotización, y por tanto el número de festejos, sobre todo por haber sido duramente castigado por los toros lo que le hizo perder un número muy considerable de actuaciones. En la temporada 1970 solo actuó en cinco ocasiones y tras la corrida celebrada en Daimiel el 5 de septiembre, decide cortarse la coleta.

Gabriel fue un torero de raza que entusiasmaba a los públicos por su valor y honradez profesional. 

Alcanzó altas cimas en su profesión paseando el nombre de Córdoba con dignidad. 

En 1968 consiguió el Trofeo Municipal “Manolete”, al cortar tres orejas, toreando con Curro Romero y Manuel Cano "El Pireo", yendo por delante el rejoneador jerezano  Fermín Bohórquez. 

Formó parte del cartel inaugural de la plaza de Los Califas (9-5-1965) junto a José María Montilla y Manuel Benítez “El Cordobés”, pudiendo haber sido el primer torero en salir por su puerta grande pero declinó tal honor al no poder acompañarle “El Cordobés” por haber resultado herido. Un gesto que le honra.

Tras dejar el mundo del toreo activo, se dedicó a sus negocios particulares, aunque nunca se desvinculó de la Fiesta ya que hizo algunas incursiones como apoderado. También fue asesor de la plaza de toros de Córdoba. Gozando del respeto  y reconocimiento de los cordobeses y del mundo del toro en general.

En marzo de este año ha fallecido causando hondo pesar en los cordobeses y sobre todo en el mundo de la tauromaquia.




1 comentario:

  1. Zurito y El Pireo, que en septiembre hace 60 años también, deberían haber figurado como imagen del cartel de la mini feria de mayo, y no Morante, que no pintaba nada.

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