BUENA NOVILLADA SIN REMATAR EN MONTORO
LA ESPADA PRIVÓ A LOS NOVILLEROS DE UN HOLGADO TRIUNFO.
texto: José
Rayo fotos:
Carmelo
Plaza: Montoro.
Ganado: novillos de Rocío de la Cámara, bien presentados, de
gran nobleza y colaboradores con los toreros. El mejor el tercero.
Manolo Vázquez: en el único que lidió, dos pinchazos y estocada
(ovación)
Pablo Páez: pinchazo y estocada (oreja) y estocada (dos orejas)
en el que mató por Manolo Vázquez cortó una oreja.
David Fuentes Bocanegra: estocada (dos orejas) y tres pinchazos y estocada (vuelta al ruedo
tras petición)
Incidencias: Manolo Vázquez fue pisoteado por su segundo novillo
cuando toreaba de capote y sufrió un desgarro en la oreja la cabeza y en una
pierna. Entró a la enfermería y no volvió a salir. La plaza registró un cuarto
de entrada. Páez y Bocanegra salieron a hombros.
Novillada
interesante y de las que hacen afición la celebrada esta tarde en Montoro. A la
calidad de los novillos hay que unir la disposición y entrega de los chavales
que sabían que con las cámaras de Canal Sur TV se jugaban mucho.
Por la voltereta de Manolo Vázquez la tarde quedó en un mano a mano entre dos toreros de estilo y personalidad distintos como son Páez y Bocanegra. Nuestro paisano, ante su primer enemigo, el mejor novillo de la tarde, estuvo en plan de torero elegante y rebozándose muy en artista.
Fue una faena completa que rubricó con una estocada
y paseó las dos orejas. En el quinto (cambió el orden con Paéz) un toro sardo
de bonita lámina hizo una faena llena de torería y sentimiento. Pero la tizona
no quiso entrar y todo quedó en una aclamada vuelta al ruedo. Lo mejor de la
tarde con el capote fue obra suya.
El otro novillero, Pablo Páez, no se quedó a la zaga. Su toreo está lleno de verdad y a poco que se empeñe puede desembocar en un gran torero. Su primer novillo no tuvo la fuerza suficiente para mantener el ritmo de toda la faena, pero le cortó una oreja con fuerza.
En el sexto, si consiguió realizar su toreo a
placer. Fueron series por ambas manos con temple y empaque muy ovacionadas.
Mató de estocada y paseó las dos orejas. Antes había realizado una elegante
faena al toro que hirió a Vázquez, cortándole una oreja.
Por su parte, Manolo Vázquez, que abrió plaza ante un novillo al que tras un solo puyazo (la tónica general de la tarde) hubo de torear a media altura. No acabó de acoplarse pero estuvo aseado con detalles muy toreros y la gracia sevillana. Al doblar el novillo saludó desde los medios. Bien en los lances de recibo y en el quite.
En el cuarto, al que recibió con tres largas cambiadas de rodillas, salió como un ciclón y ganas. No quería perder la pelea, pero una caída ante el astado, este le dio un pisotón y le ocasionó un desgarro en la oreja, la cabeza y la rodilla que le llevó a la enfermería y ya no volvió a salir.
En resumen un
festejo que contentó a todos y si la espada está certera el resultado hubiera
sido otro. La gente salió hablando de toros. Hay que volver a ver a estos tres
novilleros.
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