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SALVADOR ROMERO VENEGAS DISTINGUIDO EN SU UBRIQUE NATAL CON EL PREMIO "PETAQUERO DEL AÑO 2023"

EL HOMENAJEADO ES UN RECONOCIDO ARTISTA DE LA PIEL Y DE LA FOTOGRAFÍA Y EN AMBAS DISCIPLINAS  UN CONSUMADO MAESTRO.

Ladislao Rodríguez Galán

 No hace falta ser erudito  para saber distinguir las obras de arte de la vulgaridad. Lo mismo que solo hace falta tratar poco tiempo a una persona para detectar si es noble o soberbia, si es entrañable o presuntuosa o si es sincera o más falsa que Judas.     

Y  siempre, desde que tengo uso de razón, he sabido detectar a la persona cabal y verdadera de la falsa. Sin embargo considero que más que una virtud es un problema en la mayoría de las veces, porque he sufrido grandes decepciones con consecuencias que me han afectado sobremanera. Tender tu mano y que en vez de recibirla como una ayuda te la muerdan, te pone en guardia para que no vuelva a ocurrir. Se me han caído encima torres enormes en las que confié y eso te marca.

Pero como, afortunadamente, todos los libros tienen más páginas he encontrado personas magníficas con las que he sincronizado a las primeras de cambio por estar adornadas de las virtudes claves que distinguen y diferencian a la humanidad de la irracionalidad.

Una de estas personas entrañables con las que me he topado, en mi largo caminar, es el artista ubriqueño Salvador Romero Venegas. Nos conocimos hace cinco años gracias al toro, y más concretamente a las novilladas de las Escuelas Andaluzas. El callejón, en algunas plazas, es como una calle comercial donde deambulan las personas sin prisa pero sin pausa. En uno de ellos compartimos un burladero y pasamos el festejo, cada uno disparando su cámara, pero manteniendo un diálogo distendido y enriquecedor.

Hasta el punto que cuando volvía a Córdoba venía pensando que Salvador era un tío extraordinario enamorado de la fotografía y de la Fiesta Nacional. De los que quedan pocos.

Me cayó muy bien, porque es como yo, se le ve venir. No tenemos dobleces. Y hoy puedo presumir de tener en Ubrique un gran amigo con el que comparto experiencias y consejos y con el que hablo con muchísima frecuencia.

Y es tan aficionado a la fotografía que en Ubrique - su tierra natal- en 1983 fundó la Agrupación Fotográfica Ubriqueña (AFU) a la que preside desde entonces organizando infinidad de actos para los aficionados de todos los niveles fotográficos. Y dando alas a su inquietud, como si ya no estuviera corto de tiempo, ese mismo año de 1983, en Córdoba, se funda  la Federación Andaluza Fotográfica (FAF) y Salvador es uno de los socios fundadores.

A estas alturas del texto no he referido, ni de pasada, que Salvador Romero es uno de los artistas del cuero más reconocidos en Ubrique. Es un empresario admirado y querido por todos porque la consigna de su vida ha sido, y sigue siendo, ayudar a quien lo ha necesitado. Y en eso de echar una mano Salvador si que no tiene parangón.

Sus antecedentes como  empresario de piel los inició su padre, Rafael, con la firma Nauman y en 1977 Salvador, ya cuajado como empresario activo y de altas miras, creó su propio imperio con la empresa Pielfort. Y enseguida la firma alcanzó cuotas de prestigio envidiables  en una zona de España donde la piel la trabajan infinidad de profesionales y destacar es arto difícil

Porque Salvador ha destacado siempre por la fabricación de artículos de marroquinería, viaje y guarnicionería y talabardería y es tal su exquisito gusto en la fabricación que la Infanta Elena tiene un álbum de boda realizado personalmente para ella con motivo de su enlace matrimonial. Y  es justo que sepan que es la única firma, a la que la casa Walt Disney (EEUU) ha concedido licencia en territorio español para fabricar productos con su anagrama.

Pues verán, todo esto viene a cuento porque en Ubrique, cada año se concede un premio muy ansiado por los profesionales de la piel: el Petaquero del Año. Este galardón lo concede el gremio de profesionales artesanos junto a la  directora del Museo de la Piel Maribel Lobato Fuentes, y en reunión previa le ha sido concedido por unanimidad al Maestro de Maestros Salvador Romero Venegas. Justo reconocimiento a un luchador nato que estuvo 48 años al frente de su negocio.

El premio consistente en un diploma y una Patacabra de Plata, se le entregó en un acto presidido por el Alcalde de la localidad Mario Ardila Casillas.

Hubo palabras de unos y otros ensalzando la trayectoria profesional de este buen hombre (que no perdona hacer su diario recorrido kilométrico  en bicicleta), y cuando le tocó el turno, como todas las personas de buen corazón, al hablar de su padre se emocionó hasta el punto que todo el auditorio (lleno a rebosar) se puso en pié y le dedicó una atronadora ovación. Como la que reciben los toreros a los que tantas veces fotografía en alas de triunfo dando la vuelta al ruedo. Estas son las personas que me enorgullecen como amigos.

Sería injusto olvidar que siempre, siempre, Salvador ha contado con el apoyo de su querida esposa Isabel. Ambos saben la cantidad de escalones que han tenido que subir en la escalinata de la vida, acompañados, eso sí, de la mano de sus hijos Rafael y José David, dos universitarios que, actualmente, lideran la empresa familiar con un rumbo marcado por el abuelo y el padre. Para no encallar nunca.

A Salvador y a Isabel le entusiasma el Festival de los Patios Cordobeses y siempre que pueden se dan una escapadita para disfrutar del colorido y la alegría de los mismos. Sea temporada o no, ellos buscan la excusa para desplazarse a nuestra ciudad y disfrutarla a fondo.

Salvador como  aficionado de pro y admirador de "Manolete" glosó la figura del IV Califa del Toreo en el homenaje (28-8-2020) que cada año organiza la Tertulia Taurina "La Montera" ante su mausoleo coincidiendo con al aniversario de la tragedia de Linares.

Queden en estas líneas de admiración y respeto la felicitación de mi esposa Ana y la mía propia,  a ti y a tu familia, lamentando no haber podido estar junto a vosotros en ese acto tan justo como merecido.

Un abrazo, maestro.

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ

FOTOS DE UN MAESTRO