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MANUEL ROMÁN APODERADO POR JUAN RUIZ PALOMARES Y JUAN COTILLO

 LA TEMPORADA PRÓXIMA DEBUTARÁ CON CABALLOS

Ladislao Rodríguez Galán                      fotos: Ladis

Juan Ruiz Palomares y su primo el ganadero Juan Cotillo dirigirán desde ahora la carrera taurina del novillero cordobés Manuel Román. Era un secreto a voces que desde hace un par de años los dos prestigiosos taurinos estaban detrás moviendo los hilos del devenir de la joven promesa, pero ahora el apoderamiento se ha hecho oficial.

En la reunión para cerrar el acuerdo se encontraban presentes, entre otros, el padre del torero Manuel Román, el decano de los matadores cordobeses José Mª Montilla y el director de la Escuela Taurina de Córdoba, dependiente del Círculo Taurino, Rafael González "Chiquilín". Todos brindaron por que el acuerdo suponga la confirmación definitiva de Román como una auténtica realidad. Sus mas de cuarenta actuaciones en 2022 así lo corroboran. Y le han despejado el horizonte para debutar, con fuerza y conocimientos, con las plazas montadas en 2023.

Hay que recordar que siendo becerrista (en 2019) conquistó el primer premio en la final celebrada en Estepona. Desde entonces han sido muchos los pretendientes para conducir la carrera de este chico que ha sido el talismán, en los últimos años, de la Escuela cordobesa. Pero al final, con buen criterio, se han decantado por los mejores.

Manuel Román cuenta con los  ingredientes fundamentales para ser figura del toreo: técnica, elegancia, conocimientos, valor y una fuerte personalidad en el ruedo. Y si queremos añadir más, no podemos olvidar que es de una educación exquisita.  Y además conecta enseguida con el público.

El toreo en Córdoba necesita un revulsivo y Manuel Román es quien porta el estandarte de esta nueva revolución taurina que, estamos seguros, devolverá a nuestra ciudad el lugar de privilegio que siempre tuvo en la tauromaquia.

Enhorabuena al equipo que lo va a dirigir y a la Escuela Taurina de Córdoba por lanzar al mundo taurino una nueva promesa que esta cuajando, con rotundidad, en una palpable realidad.