EL CÍRCULO TAURINO DE CÓRDOBA ORGANIZA UNA FIESTA CAMPERA PARA CELEBRAR SU DÍA DE CONVIVENCIA
Ladislao
Rodríguez Galán fotos: Ladis
Con motivo del
covid- 19 el Círculo Taurino de Córdoba ha estado dos años sin su reunión anual
de socios para celebrar el Día de Convivencia, pero por fin, tras una
suspensión por agua hace una semana, se ha podido celebrar en un día precioso,
con sol pero sin viento, lo que ha permitido que el toreo de una brava y
encastada becerra saliera a pedir de boca, y por tanto todo el mundo se
divirtiera.
Citados en la histórica casa de la finca estaban los socios del Círculo Taurino y un grupo de alumnos de la Escuela Taurina acompañados por el director artístico Rafael González "Chiquilín" y Juan Antonio García "El Califa", profesor de la misma.
Al filo del mediodía
la comitiva de vehículos comienza la subida hacia la coqueta plaza de toros
enclavada en la cresta de una colina. A ambos lados del sendero el campo
agradecido por el agua caída, se mostraba exuberante con un verde precioso con
gran abundancia de pericones. Una delicia ver como la naturaleza responde
apenas se le da una oportunidad, y a finales de marzo, las nubes han sido
generosas.
Con todo el mundo instalado en los palcos de la plaza, y tras la bienvenida del presidente Alfonso Téllez, se soltó a la becerra, muy a modo para que todos pudieran mostrar sus cualidades. Y la verdad que el animal, bravo y encastado, no se hartó de embestir lo que permitió que un buen puñado de espontáneos (alumnos de la Escuela aparte) se decidiera y mostrara sus virtudes toreras.
Incluso el presidente (antes lo había hecho su hijo) salio del burladero muleta en mano y le enjaretó a la "fiera" una serie de mucho sabor. Y después uno a uno fueron saliendo al ruedo Marta Martín, Manuel Quintana, Oscar Salcedo, Pedro Riesgo, Román Roldán, Fernando Albuguer y otros espontáneos que dejaron sobre el albero lo mejor de si mismos para su propia satisfacción y la de los espectadores.
Y estábamos seguros que el presidente de la Tertulia Taurina El Castoreño, José María Portillo, saldría de la tronera del burladero, de un momento a otro...y así sucedió, cosa fácil de adivinar por que es habitual que lo haga. Y ahí estuvo, estoicamente, aguantando las embestidas de la res. En estos casos el éxito está en que no te revuelque la becerra.
Igualmente se dieron, como sucede en estas fiestas camperas, situaciones pintorescas protagonizadas por algunos de los impetuosos "espadas".
En definitiva un rato muy agradable que contó con la presencia de los ganaderos hermanos Rafael, Augusto y Práxedes Centeno que vieron complacidos como el animal reseñado para esta fiesta cumplió con creces su cometido.
Terminadas las lecciones de tauromaquia, se procedió a escuchar la Santa Misa oficiada por el padre Adolfo y posteriormente se compartió, en el restaurant de la finca, un almuerzo de hermandad.
Enhorabuena a la organización de este acto de convivencia entre los socios de una entidad prestigiosa, referente y ejemplo
para todos.
LA CÁMARA ESTABA ALLÍ
Muy bueno.
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