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TENTADERO

LAS ESCUELAS TAURINAS DE CÓRDOBA Y GRANADA COMPARTEN UN EXTRAORDINARIO TENTADERO EN MADROÑIZ

 

Ladislao Rodríguez Galán                   fotos: Ladis

Cuando llegamos a la finca El Mato (Belalcázar) donde pastan las reses del ganadero José García Guillén, el día estaba despejado y mientras subíamos por el carril de acceso, en el horizonte se recortaba la figura gallarda del castillo de Madroñiz, que da nombre a la ganadería.

El sol comenzaba a apretar con fuerza pero el frío y sobre todo el viento ( que no estaba invitado) a punto estuvo de dar al traste con la ilusión de los chavales. Sin embargo pudo más la afición y decisión de los alumnos, sorteando el inconveniente, y todo salió a pedir de boca.

En la plaza de toros nos esperaba el mayoral Francisco Romo, que disculpó al ganadero porque unos compromisos inexcusables le impidieron estar presente, por eso le grabó el juego de los animales entrando al caballo. Buenas imágenes tomaría pues todas entraron con alegría, empuje y repetición al caballo.

El tentadero estaba programado para las escuelas Taurinas de Córdoba y Granada que se desplazaron con sus directores Rafael González "Chiquilín" y Fernando Sacromonte, respectivamente al frente, acompañados de los profesores Juan Antonio García "El Califa" y Joaquín Ruiz "El Ruilo".

 ESCUELA TAURINA DE GRANADA

Por la Escuela Taurina de Granada se desplazaron los alumnos José Anaya, Rafael Fandila, Gustavo Martos y Nacho Toro, acompañados del director Fernando Sacromonte y del profesor Joaquín Ruiz "El Ruilo".

ESCUELA TAURINA DE CÓRDOBA

Por la Escuela Taurina de Córdoba participaron en el tentadero "Bocanegra", Manuel Román, Andrés Membrives, Antonio Cañero, "Joselito de Córdoba", Manuel Quintana, y Oscar Salcedo, además de otros alumnos que venían de meros espectadores. Al frente de la expedición el director Rafael González "Chiquilín" y el profesor "El Califa".

En los chiqueros cinco utreras, detalle del ganadero, vacas muy  serias y con cara, para que los chicos se divirtieran. Y así ocurrió pues ninguno dio el paso atrás. Todos aprovecharon al máximo tan excelente material.

Y es que el ganado salió noble y bravo, sin excepción, y la jornada constituyó un éxito total con toreo de alto voltaje, a pesar de lo molesto e incómodo del viento que quiso deslucir la labor de los jóvenes, pero no lo consiguió. Las vacas no se cansaban de embestir y todos tuvieron la oportunidad de torear, luciendo cada uno su propio estilo y personalidad.

En total fueron cuatro horas de toreo y al final los parabienes para el ganadero fueron unánimes, al que unimos el nuestro por el buen espectáculo, pues no es normal que de cinco vacas todas sirvieran con nota alta.

Los  animales fueron picados por Gustavo Martos, varilarguero profesional que venía acompañando a su hijo que es alumno de la Escuela granadina y siempre lleva los "arreos" en el coche por lo que pueda surgir. Lo hizo muy bien.

El punto clave lo puso "El Ruilo", quien una vez acabado el tentadero, sorprendió a todos con ricas viandas y refrescos para recuperar fuerzas. Una idea genial que los chavales (y también los mayores) agradecimos, pues el reloj estaba a punto de marcar las cuatro de la tarde, y ya se sabe...

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ

VOLTERETAS

Una parte del aprendizaje es la voltereta.  Es lo que curte a un principiante, y haberlas las hubo afortunadamente sin consecuencias.

Por parte de la Escuela cordobesa, debutó ante el ganado bravo Oscar Salcedo que se queda como un poste, a pesar de la seriedad del ganado. No se escapó de la voltereta, pero no se amilanó.