Ladislao Rodríguez Galán
Cuando hay desbandada general en la afición, cuando se ha
perdido el habito de ir a la plaza de toros, es cuando hay que poner a trabajar
a la imaginación para atraer a ese público que ha renunciado a que le tomen el
pelo constantemente. Porque no podemos olvidar que Los Califas ha pasado por las manos de
diferentes empresas durante 54 años (que son los que ha cumplido el pasado 9 de
Mayo) de diferente signo. Unos empresarios han sido responsables, consecuentes
y serios y lucharon por mantener la categoría de la plaza y otros han venido a
runear a fantasear, con mucho talonario y poca credibilidad que arrastraron a
la plaza cordobesa al barrizal donde está atrapada. Situación de la que parece
necesitar de toda la ayuda posible para salir a flote. Pero sobre todo hace
falta imaginación. Mucha imaginación.
La FIT (que cumple esta temporada su año de prórroga) desde
el primer día quiso que su maridaje con la afición fuera un idilio dulce y
consensuado. No ha podido ser. El público se ha ido distanciando de la plaza. Hay
que ser sensatos y realistas para
comprender que los carteles de esta feria, tras el fiasco del año pasado con
las máximas figuras, son los que había que traer a Córdoba.
Es una feria corta,
no cabe duda, pero es que la afición cordobesa no da para más, pese a quien le pese.
Ya tendremos ocasión de valorar, en su conjunto, el paso de
la FIT por el coso cordobés. Ahora estamos en lo que estamos y lo más inmediato
es la feria taurina.
LA EXCURSIÓN
Apoyados en el pilar de la imaginación, nos pareció muy bien
la idea de la FIT de ofrecer a la afición cordobesa la posibilidad (gratuita)
de visitar la ganadería de Virgen María, hierro que abrirá la feria el día 30
con Antonio Ferreras, Emilio de Justo y Ginés Marín en el cartel.
Para tal fin la empresa ofertó cuarenta plazas para salir el
día 15 a las cuatro de la tarde desde la explanada de la plaza de toros. Y
efectivamente a la hora prevista se partió hacia la sierra sevillana de
Guillena donde está enclavada esta nueva ganadería.
Rozando las tres horas de viaje y tras recoger en El
Ronquillo al gerente de la FIT José Coutiño y a la jefa de prensa Noelia López,
enfilamos el angosto carril que nos llevaría (Por fin) a la finca El Serrano.
Allí nos recibió muy amablemente el titular de la ganadería Jean Marie Raymand,
que explicó a los expedicionarios (cerca de cincuenta) que su ganadería está
formada por vacas de Victoriano del Río, Jandilla y Daniel Ruiz en una rama y
en otra por ejemplares del Marqués de Domecq. Nos mostró los bellos ejemplares
que vendrán a Córdoba y se mostró - dijo- muy honrado e ilusionado de lidiar en
Córdoba y con un cartel tan bien rematado.
En principio la empresa comunicó que en el tentadero
participarían los tres matadores anunciados para el día treinta, pero no pudo
ser: Antonio Ferreras tuvo un accidente hace unos días y Ginés Marín, que había
tentado esa misma mañana, se había lesionado levemente y no era conveniente
arriesgar.
Total que del cartel previsto solo estaba el matador de toros
Emilio de Justo. También participó en el tentadero ( con una vaca para el ) el
novillero sin caballos Carlos Fernández, alumno aventajado de la Escuela
Taurina de Córdoba, invitado expresamente por la FIT.
La verdad nos hubiera gustado ver a los tres matadores, porque las cuatro vacas que
se tentaron fueron una melodía con la muleta. Repetidoras, nobles y entregadas.
Pero con la actuación de Emilio de Justo y el brillante broche de Carlos
Fernández, quedamos más que satisfechos.
Emilio de Justo, que asume en los próximos día compromisos
muy importantes lo vimos en muy buena forma y tentando con conocimiento y
sabiendo lucir a los animales. Que vamos a decir de un matador de toros que va
escalando, positivamente, peldaño a
peldaño en esta difícil profesión.
Por su parte el novillero Carlos Fernández volvió a mostrar
su elegante manera de concebir el toreo. Todo lo que le hizo a la vaca lo hizo
bien.
Las series por ambas manos, llenas de torería y enjundia, pusieron de
manifiesto su progresiva evolución. Como saben Carlos es uno de los novilleros
seleccionados para intervenir en las novilladas de las Escuelas Andaluzas que
televisa Canal Sur a partir del mes de junio.
Con el sol perdido y la silueta de las encinas recortadas en
el horizonte a la caída de la tarde retornamos a Córdoba de las que nos
distanciaban tres horas de autocar.
Menos mal que nos llevábamos el regusto de haber presenciado un buen tentadero con
buen ganado y dos buenos toreros.
Fue una tarde muy entretenida porque las vacas que se tentaron respondieron a las exigencias de los toreros y a las llamadas del piquero dejando muy satisfecho al ganadero y a los expedicionarios a pesar de estar varias horas al duro sol. Lástima de ese refresco que no
llegó.
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