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CUMPLEAÑOS DE UNA AFICIONADA DE LUJO 

Ladislao Rodríguez Galán                           fotos: Ladis 

Cuando la plaza de toros de Los Califas se inauguró el día 9 de mayo de 1965 (dentro de poco hará 60 años) los tendidos se llenaron de damas cordobesas ataviadas con la mantilla española. Una de esas señoras que dieron vistosidad a la tarde era Conchi López que lucía con garbo y prestancia la clásica mantilla.

Conchi y Antonio son un matrimonio muy aficionado a los toros. No solamente asisten a Los Califas, donde son abonados desde que se inauguró la plaza, sino que se desplazan a donde haga falta para disfrutar de buen toreo. De ahí surgió la afición de sus vástagos Antonio y Sergio Sanz que fueron toreros para alegría de sus padres.

Con motivo de un grato acontecimiento, hemos vivido un día extraordinario  en la finca Cigarra Alta, donde hubo reunión familiar para celebrar el cumpleaños de la matriarca.

Hijos, nietos y otros familiares y amigos  compartimos una jornada magnífica en el amplio salón taurino mientras fuera caían canales. El día se tornó hosco, pero no nos importó.

El arroz fue condimentado al alimón, por la prestigiosa bailaora internacional Pilar y su hermano el matador de toros Sergio Sanz. Cada uno puso su mejor saber para que el arroz fuera una bendición. Y vaya si lo fue.

La bailaora en el tablao y su hermano en el ruedo, fueron indiscutibles, y nos tenían acostumbrados a lo bueno. 

Pero en los fogones eran desconocidos, y vaya pareja cocinera mas bien avenida y de más categoría que ha resultado. 

Conchi sopló sus velas, como mandan los cánones, y se brindó por que todo nos vaya bien a los presentes. 

Solo hubo que lamentar que el agua que caía imposibilitó que se pudieran torear las dos becerras que aguardaban en chiqueros.

Otra vez será...

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ