EL SUBALTERNO CORDOBÉS
JUAN ANTONIO CARMONA SE RECUPERA DE UNA GRAVE OPERACIÓN
Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis
En el mundo del toro, es
complicado hacer planes, porque nadie puede ponerse de acuerdo con el toro. Hoy
puede ser un día ilusionante y mañana todo se puede derrumbar. El riesgo tiene
esos inconvenientes.
Sin embargo no es el
toro el único enemigo del torero, las enfermedades pueden condicionar una
temporada. Que se lo pregunten al eficaz banderillero cordobés Juan Antonio
Carmona que se ha visto sometido a una dificilísima operación en la cabeza cuya intervención duró diez
horas. Se trata de un neurinoma benigno, pero que afecta al equilibrio, nervio
facial y al sistema auditivo.
Afortunadamente tras
varios días en la Uci, ha recibido el alta hospitalaria y se recupera
tranquilamente en su casa, cuidado cariñosamente por su esposa Carmen.
Ni que decir tiene que esta temporada la vivirá como espectador porque lo fundamental es recuperarse totalmente para volver a enfundarse el traje de plata con todas las garantías.
Desde estas líneas le
deseamos al honrado subalterno que el tiempo de inactividad sea el menos
posible. La Fiesta esta falta de hombres
tan decisivos y eficaces como Juan Antonio Carmona.
Además esta temporada se cumplen treinta años de su debut ante el público y, lamentablemente, no podrá celebrarlo como tenía previsto.
Cuando cumplió las bodas
de plata con la profesión le hicimos una entrevista que repetimos con sumo
placer.
ENTREVISTA (Junio 2019)
Córdoba, desde que se
pierde en el tiempo, no ha dejado de dar a luz grandes toreros. La Fiesta de
los toros ha contado siempre, ineludiblemente, con los grandes pesos pesados
que han nacido en nuestra ciudad y han llenado de gloria la historia del Toreo.
Matadores de toros y
subalternos. Unos y otros han cubierto el libro de la historia taurina con
páginas de oro, muchas de ellas escritas con sangre
De todos son conocidas
las historias de los grandes maestros. De ellos se cantan las gestas y se ponen
de ejemplo. Pero, como sucede con todo gran hombre que siempre tiene detrás una
gran mujer, todos estos ídolos han necesitado de la sabiduría, experiencia y
conocimiento de los componentes de su cuadrilla, los llamados toreros de
plata, que sin aspavientos, sin cortar trofeos, han hecho posible el triunfo de
su matador. Son esos toreros imprescindibles de los que apenas se
acuerda el gran público. Uno de estos héroes anónimos es el cordobés Juan
Antonio Carmona que lleva toreados más
de trescientos festejos y cumplirá este año sus bodas de plata con la
profesión.
- ¿De qué barrio de
Córdoba es Vd?.
- Nací en la avenida de
Jesús Rescatado, entre la plaza de los Padres de Gracia y la barriada de
cañero.
¿Porque quiso ser
torero?.
- Yo quería ser
guitarrista. La guitarra me encanta y la toqueteó bien. Pero un día acudió al
taller de platería de mi padre Rafael González "Chiquilín" y hablando
con el de toros me entusiasmó y me llevo al Museo Taurino que tenía en su casa
el buen aficionado "Pechete". Este hombre me estuvo contando cosas de
la Fiesta, de los toreros y me acabé de interesar por este mundo.
- Y entonces decidió
ser torero…
- La idea no se me
iba de la cabeza. Me acercaba a la plaza de toros, a los sitios de reuniones de
taurinos y fui conociendo a la gente del toro. Todos contaban las grandes
faenas de los toreros y eso acabó por envenenarme.
- Y que hizo, ¿Cómo dijo
en casa?.
- Mis padres no
querían pero yo ya me juntaba con chavales que tenían la misma afición y nos
íbamos a ver entrenar a los alumnos de la Escuela Taurina de Córdoba, en la
plaza de Los Califas. Tantas ganas tenía ya que me apunté a la Escuela (1989)
donde estaban Rafael Blancas y Antonio Barba que me enseñaron a torear de
salón.
- ¿Cuando se puso
delante la primera vez?
- Fue en la finca de
Luis Maíllo. Soltaron una becerra para unos cuantos y allí di mis primeros
pases. Después acudimos muchas veces al campo y fui soltándome y haciendo las
cosas cada vez mejor.
- Y ante el público
¿Cuando debuta?.
- Fue en Belmez el
14 de agosto de 1994 ( este año se cumplen 25 años). Era un festejo sin
caballos que supuso también mi debut de luces. Quedé triunfador y el empresario
Jesús Cañas me repitió en otra novillada que montó en las fiestas de
Septiembre.
- Y ahí comenzó la
lucha...
- Efectivamente. En
aquellos años había más de setenta chavales en la Escuela que querían ser
toreros. Yo comencé a andar pero gente aprovechada me engañaba, se toreaba poco
y había que poner dinero. Yo no conocía este mundo y acabé aburriéndome de
tanta zancadilla y de tanto mangante.
- Y se fue a casa...
- No, que va. Yo quería
ser torero y entonces me saque el carnet de subalterno. Como torero de plata
debuté en Torremolinos a las órdenes del novillero Jesús de Rosa y acompañado
en la cuadrilla por Luis Rodríguez.
- Se sintió más
cómodo de plata entonces?.
- Lo que me sentí
es menos engañado y con menos trabas para torear que era lo que más me gusta.
- Con quien ha toreado?.
- Yo no estoy vinculado a ningún torero en particular. Yo voy por libre. He ido con muchos toreros de tercero para apuntillar. Pero si tengo la satisfacción de haber hecho el paseíllo con Manuel Benítez "El Cordobés" en un festival que toreó en Villanueva del Duque con su hijo Manolín.
Lo mismo que con José María Manzanares (padre) en un festival en Montoro en el que intervinieron entre otros Rivera Ordóñez. Ver delante de ti, en el paseíllo, a esos dos grandes maestros...es una emoción que no se te olvida nunca.- Recuerda alguna
tarde en especial?.
- Recuerdo la del 1
de Mayo de 2002 en Los Califas. Un novillo me volteó y me produjo luxación del
hombro derecho. Necesité de dos operaciones para recuperarme totalmente. Esa
tarde actué como matador, pues durante un tiempo volví a sacarme el carnet de
novillero. Quería presentarme como novillero en mi tierra. Lamento no haber
debutado con caballos.
- Aparte de este ha sufrido algún otro percance?.
- En Belmez, en mi
presentación en público, sufrí un puntazo corrido en el muslo derecho y en la
enfermería me curo el doctor Eliseo Morán.
- Como ve la Fiesta
en el momento actual?.
- Muy mal. Apenas
se dan novilladas y eso merma la cantera. De aquí a unos años solo se darán
toros en las grandes ciudades. En los pueblos se está acabando. Fíjese en la
temporada pasada solo hubo novilladas sin caballos en Dos Torres y en El Viso,
cuando antes raro era el pueblo que no anunciaba toros. La Fiesta necesita
promoción. Necesita reinventarse.
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