ENTREVISTA
“TENGO EN MENTE HACER LA TORRE DE
LA MEZQUITA Y DESPUÉS METERLE MANO A LA PLAZA DE TOROS”
VICENTE MOLINA DISFRUTA REALIZANDO TRABAJOS EN MINIATURA
La llegada de la pandemia estímulo
la imaginación de muchas personas que se vieron encerradas entre cuatro paredes
y no había más remedio que entretenerse para mitigar tantas horas de retiro
forzoso. Y este es el caso de Vicente Molina Ramos, un octogenario, simpático y
entrañable, natural de Hornachuelos, que encontró una espita de salvación con
los trabajos manuales.
El hacer las cosas bien, además de una evasión, suele convertirse en una
rutina de la que es difícil salir. Te quedas atrapado en tu propio arte, y
Vicente se ha convertido en un creador sin fin.
Vicente es un hombre que comenzó a trabajar a los siete años en un taller de alfarero. Al principio solo llevaba el café y el vino al jefe y arrimaba el barro a los artesanos. Estuvo allí diez años y salió con el oficio aprendido.
En su juventud perteneció, como guardameta.
al equipo del Hornachuelos C. F. con el que en la temporada 1966
ascendió a tercera división pero que el Club hubo de renunciar al ascenso por
falta de liquidez para afrontar una temporada digna.
Pero lo que me trae a su casa es su afición a construir miniaturas. Labor
que comenzó en los temibles años de la pandemia.
-Vicente dígame usted como se le ocurrió la idea de hacer trabajos
manuales…
-Siempre se me ha dado bien hacer miniaturas, pero nunca le dediqué tiempo
suficiente ya que mi trabajo de electricista en Abengoa (más de 40 años) me
absorbía todo el tiempo. Antes de la pandemia tenía un huerto social en la
palomera y allí entretenía mi tiempo. Pero al llegar el encierro obligado me
quedé, como todos los españoles, encerrado y algo tenía que hacer, así que me
enrollé, y lo que comenzó como un entretenimiento ha sido el no parar.
-¿Y qué es con lo que usted se enrolla?
-Me ha gustado siempre trabajar la madera y con ella y cobre he construido bicicletas con su luz, jaulas de pájaros perdices, barquillas, norias, guitarras, coches de caballos y sobre todo me siento muy orgulloso del Cristo de los Faroles que lo tuve que hacer de memoria porque en ese tiempo no se podía salir.
- ¿De que materiales está hecho el Cristo?
-He empleado barro, para la imagen, y los faroles y rejas con cobre,
también lleva cemento para la base y la cruz. Una tarea.
-Tiene memoria para recordar los detalles?
-Por supuesto. He hecho unas barquillas de los años 50 del siglo pasado que
se movían por que un operario les empujaba por detrás, y también he fabricado
una noria que, igualmente, se movía por impulso humano. Era lo que había en
aquellos tiempos para la chiquillería.
-Y ese trillo con todos los detalles?
-Eso era otro artilugio que se usaba para trillar el grano en la era.
Tiraba de el una bestia y luego cuando el grano estaba separado de la paja los
hombre venteaban y quedaba en el suelo el grano que se recogía en quintales.
Los jóvenes de hoy no conocen estas técnicas antiguas porque afortunadamente el
mundo ha ido progresando y ya nada es igual. Se ha ido cambiando para mejor.
-Que le gustaría hacer ahora?
-Voy a hacer la torre de la Mezquita y
quiero también meterle mano a la plaza de toros…
Pues venga maestro, que usted es muy capaz.
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