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FESTIVAL MIXTO EN LA GARROVILLA

JULIO BENÍTEZ CONSIGUE DOS OREJAS Y RABO TRAS UNA FAENA VIBRANTE Y ARTISTA

Plaza: La Garrovilla (Badajoz). Algo más de media entrada en tarde de temperatura agradable.

Ganado: cuatro ejemplares de Herederos de Juan José Cano, de buen juego en general. Al cuarto se le dio la vuelta al ruedo.

José Antonio Canales Rivera: estocada y descabello (dos orejas).

Julio Benítez: estoconazo (dos orejas y rabo).

Mazzantini: estocada: dos orejas y rabo.

Rejoneador Alexis Navarro: rejón y descabello pie a tierra (oreja).

Incidencias: El festival fue presidido por la alcaldesa de la localidad Belén Solís. En las cuadrillas destacaron Manuel Bejarano, Fernando Tello y Carlos Jordán.

 

Ladislao Rodríguez Galán                                   fotos: Ladis

Tras el accidente de moto y los dos años de pandemia,  el matador de toros Julio Benítez ha vuelto a tomar contacto con el público en un festival mixto celebrado en la localidad extremeña de La Garrovilla, organizado con motivo de sus ferias y fiestas. El público, muy serio y aficionado, ocupó la plaza en algo más de su mitad. Había ganas de toros y aunque se celebraba un partido de máxima rivalidad en el campo de futbol cercano, el festejo se vio muy bien arropado. La Fiesta de los Toros tiene su tirón y eso es una realidad innegable.

JULIO BENÍTEZ

Julio Benítez, estuvo muy resolutivo y ambicioso desde el primer momento. Recibió a su oponente con una larga de rodillas para llevar luego al burel enganchado a los vuelos del capote hasta el centro del ruedo en unas verónicas ajustadas moviendo muy bien los brazos y componiendo perfectamente la figura. 

Con la franela sorprendió a todos con una labor propia de quien no ha perdido la cara del toro, y sin embargo han sido cuatro años sin torear en público por las razones anteriormente expuestas. Julio echó rodillas a tierra y comenzó su labor muleteril con una serie de redondos que pusieron a hervir los tendidos. 

Ya erguido, con mucho temple y empaque, toreo al animal con gusto y torería rematando con ajustados pases de pecho. El torero se sentía cómodo y la faena fue subiendo en enteros rebozándose el diestro a  cada pase. 

El animal seguía la muleta que le brindaba Julio con casta y repetición conjugando con el diestro una labor de muy alto voltaje. Cuando un torero se relaja  es que se siente capaz y a gusto, y esa imagen daba Benítez ante un animal que se sintió dominado desde el primer momento. Pero es que hubo más. Antes de enterrar el estoque hasta la empuñadura volvió a ponerse de rodillas para abrochar su labor con una serie de redondos de mucho sabor. 

La plaza entera estaba con el torero y por eso al doblar el animal los tendidos se cubrieron de blanco para poner en sus manos los máximos trofeos.

 

CANALES RIVERA

Por su parte José Antonio Canales Rivera se las vio con el ejemplar menos  claro y bastante complicado al que recibió con buenas verónicas y finalizó con vistosa revolera. 

Con la franela comenzó su faena con doblones muy toreros.

En toda su labor estuvo por encima de su enemigo con series cortas, no había para más, por ambas manos entre las ovaciones del respetable. 

Canales mantiene su buen gusto toreando, junto a su toreo estático y templado, y la concurrencia se lo agradeció con dos orejas.

MANUEL MAZZANTINI

Cerraba la tarde Manuel Mazzantini, novillero de Fuente Palmera que esta afincado en la zona donde posee una finca con ganado bravo.  Se mostró torero en toda su labor, desde el comienzo con la capa hasta la estocada definitiva. 

Toreó muy bien en las verónicas de recibo y con la faena se mostró muy resolutivo. 

El animal, el mejor del encierro, acudía con alegría al engaño y Mazzantini aprovechó estas condiciones para mostrar su toreo elegante y templado.

 Paseó las dos orejas y el rabo y el burel fue premiado con la vuelta al ruedo.

ALEXIS NAVARRO

Abría la tarde el caballero rejoneador Alexis Navarro que se topó con un ejemplar que si bien al principio se mostró acometedor, en la mitad de la faena perdió chispa y eso motivó que Navarro tuviera que insistir más de lo normal para provocar sus embestidas. Pero una cosa quedó muy clara es un buen jinete y dispone de una cuadra apta para torear. Colocó rejones y banderillas al quiebro, y con las cortas y la rosa estuvo muy acertado. Fue emocionante su toreo de costadillo consintiéndole mucho al astado. El público se lo pasó bien con su labor y eso es lo importante.

 En resumen entretenido festejo donde el público se divirtió y se mostró cómplice con los toreros toda la tarde.

Nos volvimos a Córdoba con la alegre sensación de haber visto a un Julio diferente, con ganas y sobre todo con nuevas sensaciones y demostrando que cuando se quiere se puede. Y esto es solo el principio de un futuro que se le presenta ilusionante de la mano de su apoderado "Chiquilín".

 LA CÁMARA ESTABA ALLÍ