lunes, 8 de noviembre de 2021

 

CORRIDA DE TOROS MIXTA EN LORA DEL RÍO

LOS MATADORES DE TOROS CURRO DÍAZ Y MARIO SOTO JUNTO AL NOVILLERO MANUEL CASADO SALIERON DE LA PLAZA A HOMBROS

EL SEGUNDO TORO DE SOTO FUE INDULTADO POR SU EXTRAORDINARIO JUEGO EN LA MULETA

 

Ladislao Rodríguez Galán                  fotos: Ladis

 En la localidad sevillana de Lora del Río, lindando con la provincia cordobesa, se ha celebrado una corrida mixta que ha constituido un éxito artístico incontestable.

Se lidiaron cuatro toros y dos novillos de José Luis Pereda, muy bien presentados y de un juego extraordinario, indultándose al corrido en cuarto lugar, segundo de Mario Soto, que si bien al caballo solo entró una vez recibiendo un picotazo, en la muleta se mostró incesante en sus embestidas con calidad y clase, y Soto supo lucirlo hasta la extenuación recibiendo el animal el premio de la vida.

Pero comencemos por el principio. La tarde era fresquita y el sol ayudaba a mitigarla, intuyendo que cuando se perdiera en el horizonte habría que echar mano de la salvadora prenda de abrigo, por lo que la gente, que ocupaba media plaza, iba preparada.

Desde Córdoba nos desplazamos a Lora Ángel Larrea, Fernando Sacromonte y Rafael Pérez,  para ver a Manuel Casado el joven novillero de la localidad que pertenece a la Escuela de Granada y que en cada actuación demuestra su progreso.

Al término del paseíllo la banda de música interpretó el Himno Nacional que fue ovacionado. Se ha puesto de moda y actualidad que en los festejos taurinos se toque el Himno y nos parece muy bien, ya que es como una voz que reivindica que esta Fiesta tan ancestral es Nacional. Le pese a quien le pese, que ya sabemos quiénes son.

Por el atraso de una hora, el festejo comenzó a las 4,30 de la tarde pero con todo y eso, se nos echó encima la  noche y la luna fue testigo de la última faena entre varios focos que apenas daban luz al coso portátil.

Nunca habíamos visto a Mario Soto y aunque en su primer toro no nos acabó de convencer por que estuvo frío ante un toro soso, pero noble, en su segundo de nombre "Liante" marcado con el número 101 , nos sorprendió de veras por el estilismo de su toreo y la verdad que puso en cada pase. Desde que el animal tomó los vuelos del capote ya apuntó una calidad extraordinaria. Y Soto lo supo aprovechar  para hilvanar unas verónicas con mucho sabor. Luego en la franela continuó el animal por la misma línea, humillando y siguiendo la muleta como un perrito faldero. Con este material Soto, que está enmarcado como torero artista, disfrutó y nos hizo disfrutar a todos con una faena maciza en la que toro y torero se fundieron en una obra artística de mucho nivel. El toro no se cansaba de embestir y comenzaron a aflorar en los tendidos pañuelos y voces pidiendo el indulto para este noble animal. La respuesta del palco fue inmediata: pañuelo naranja y toro al cajón tras simular Soto la suerte suprema con una banderilla. La plaza explotaba de alegría por salvar la vida a un toro bravo y por la faena redonda del torero, que dio una apoteósica vuelta al ruedo acompañado del ganadero.


En primer lugar actuó Curro Díaz, otro torero artista. Salió el primer toro, de buenas hechuras y con kilos y Curro Díaz lo recibió a la verónica con gusto y clase arrancando las primeras ovaciones. El toro tenía un pitón derecho de dulce y por ahí enhebró Díaz su faena con temple y profundidad, aunque sin emplearse a fondo. Toreó cómodo y sin despeinarse en una faena aseada. Mató de dos pinchazos y estocada sin puntilla. Paseó una oreja y el toro fue aplaudido en el arrastre.

En su segundo cuando lanceaba a la verónica fue volteado sin consecuencias. Con la franela realizó series por ambas manos con gusto y torería. En este toro conectó más con el público por la plasticidad de su faena. Necesitó de una pinchazo y estocada sin puntilla para rematar su obra y cortó las dos orejas.

El público esperaba con ganas la actuación del joven torero local Manuel Casado, novillero sin caballos, que despierta pasiones entre sus seguidores. Es un torero fácil con banderillas y con un valor a prueba de bombas. Sabe tocar las fibras del público que enseguida se pone a su favor porque lo ven con una entrega sin fisuras.

A su primer novillo lo recibió con un ramillete de verónicas muy ajustadas que hicieron que las palmas echaran humo. Banderilleó de manera insuperable y con la muleta realizó una faena magnífica con series por ambas manos entre la apoteosis general. Mató de estocada fulminante y paseo en olor de multitud las dos orejas. El novillo fue aplaudido en el arrastre.


Cuando salió su segundo, la noche ya acariciaba los olivares colindantes. La tibieza de las luces de la plaza eran insuficientes para desarrollar el toreo pero en el ruedo estaba Casado que recibió a su enemigo con una larga cambiada de rodillas para seguir después con unas verónicas de mucho garbo. Volvió a banderillear con acierto dos pares y uno al violín entre el aplauso general. Ya con la muleta otra vez encandiló al personal poniendo toda la carne en el asador y realizando una faena muy completa por ambas manos, desplantes incluidos. Abrochó su actuación con ajustadas manoletinas. Mató de estocada y paseó las dos orejas.


Los tres toreros salieron de la plaza a hombros entre la ovación del respetable.

Cuando volvimos a Córdoba, ya noche cerrada, comentábamos que estos festejos exitosos hacen afición porque la gente va a los toros a divertirse y eso ha ocurrido esta tarde en Lora del Río, que la gente ha salido toreando de la plaza. Y eso nos parece muy requetebién.

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ






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