COMUNICADO DEL
BECERRISTA ANTONIO SANTANA
Ante los hechos sucedidos al término de mi faena al sexto de la tarde en la becerrada de las Escuelas Taurinas de Andalucía celebrada el pasado viernes en la localidad de Ubrique, es mi deseo pedir perdón por mi desacertada impulsividad.
Desde aquí pido disculpas a todo aquel que se sintió ofendido por mi actitud, en especial el señor presidente del Festejo, a la Asociación de Escuelas Taurinas Pedro Romero, a mi escuela taurina Francisco Montes Paquiro de Chiclana, y a todos los espectadores allí presentes.Sin ánimo de justificación alguna sobre mi
desafortunada conducta, quiero expresar mi sentimiento sobre lo sucedido en la
tarde del pasado viernes. Siento que el gesto se ha interpretado de una manera
sobredimensionada. Sé que una oreja más o menos, para otras personas no tiene
valor, pero para mí era la recompensa a muchos meses de esfuerzos e ilusiones,
no solo míos, sino de mi familia y amigos. En el ruedo de Ubrique me dejé el
alma, no quería que se me escapara un triunfo que necesitaba. Tras la muerte de
mi novillo sentí como el público pedía las orejas y me invadió una gran
frustración cuando comprobé que no conseguí el doble trofeo con el que tanto
había soñado. Fruto de mi bisoñez y de mi impotencia me dejé llevar por mi
impulso y actué de manera inadmisible arrojando la oreja concedida al palco con
la simple intención de mostrar mi desacuerdo con la decisión del señor
Presidente. Lo siento...., vuelvo a reiterar mis disculpas y a pedir perdón por
mi intolerable actitud fruto del calentón y los nervios del momento. Sólo decir
que se están haciendo acusaciones que a mis quince años me duelen en el alma, con expresiones muy
hirientes sobre mi persona. Todos tenemos derecho a equivocarnos, y yo lo hice
el pasado viernes, por ello reitero mis sinceras disculpas y seguiré soñando
con ser torero, la profesión más bonita del mundo.
Antonio Santana.
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