XXIII CICLO DE BECERRADAS DE ANDALUCÍA
EL
ALBARRATE Y CURRO PADILLA LOGRARON UN APÉNDICE CADA UNO EN LA PRIMERA BECERRADA CELEBRADA EN CAMAS
Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis La temporada 2021 parece que va a permitir que la Fiesta de los Toros se vaya recuperando poco a poco, lo que será bueno para todos comenzando por los ganaderos que lo han pasado verdaderamente mal y a continuación todos los que, de una u otra manera, dependen de este espectáculo que mueve tantos miles de euros y da de comer a tantas personas.
Pues como un ejemplo a seguir y que es un orgullo
para los aficionados andaluces es el tesón, el trabajo y el empeño que la
Asociación de Escuelas Andaluzas pone cada año (y este van 23) en sacar
adelante los festejos de Promoción de Nuevos Valores para que sus alumnos
tengan la oportunidad de torear ganado de calidad y gratis.
Así que la rueda a comenzado a rodar y en Camas
(Sevilla) ha tenido lugar el primer festejo de selección (en clase práctica)
del XXIII Ciclo de Becerradas. Se lidiaron seis añojos, muy bien presentados de
"Chamaco", que dieron un buen juego en general.
Miguel Pariente, de la Escuela Taurina de Antonio
Osuna, que fue ovacionado al terminar con su oponente.
El Gali, de la Escuela Taurina de la Diputación de
Málaga, que recibió una ovación.
José Martínez Librero, de la Escuela Municipal de
Tauromaquia de Camas (Sevilla), fue igualmente ovacionado.
Curro Padilla, de la Escuela Municipal de
Tauromaquia de la Algaba, que cortó la segunda oreja de este espectáculo
matinal.
El festejo se celebró a puerta cerrada ya que el Ayuntamiento no permitió público en las gradas.
La becerrada estuvo presidida por el Concejal de Festejos Víctor Manuel Ávila, asesorado en la parte artística por la aficionada local Elizabet Serrano y por el veterinario José del Castillo.
Reseñar, para concluir, que Miguel Pariente sufrió
dos aparatosas volteretas sin consecuencias. También El Gali fue volteado. Igualmente
Manuel Orgaz sufrió un fuerte revolcón que le dejó inconsciente en la arena.
Llevado a la enfermería se recuperó y volvió ante la cara del becerro sin haber
sufrido merma alguna ni en lo físico ni psicológico.
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