martes, 19 de enero de 2021

 

EL RODAJE DE LA PRIMERA PELÍCULA  SOBRE "MANOLETE", COMENZÓ EL 1 DE JULIO DE 1948,Y  DURÓ 79 DÍAS

"BRINDIS A MANOLETE" SE ESTRENÓ HACE 71 AÑOS EN MADRID 

PEDRO ORTEGA ENCARNÓ AL IV CALIFA DEL TOREO EN UNA INTERPRETACIÓN MÁS QUE BRILLANTE

Ladislao Rodríguez Galán                                                  fotos: Ladis

Cuando se produce la  muerte inesperada de "Manolete", en la plaza de toros de Linares, a consecuencia de la cornada sufrida la tarde del 28 de agosto de 1947, toda España se convulsiona. Nadie daba crédito a la fatal noticia. Era difícil de creer. Esa tarde, de ingrato recuerdo, a nuestro querido paisano un toro le arrancó la vida. Es verdad que a cambio alcanzó la gloria y entró en la leyenda, pero pagando un altísimo precio, eso sí.

Cuando desaparece un mito la imaginación popular se desborda y  "Manolete", que además había desaparecido trágicamente, no podía ser menos. Su figura se agigantó, y fue, y sigue siendo cantada y venerada, por el pueblo que había perdido a su ídolo más querido.

En torno a él se desbordaron ríos de tinta e infinidad de publicaciones sobre la vida y obra del gran torero trataban de hacerse con la voluntad de los lectores. Todo lo relacionado con "Manolete" interesaba, tenía un tirón inusitado y era un gran negocio, porque el gran público necesitaba saber mucho más sobre "Manolete". El morbo va unido al ser humano desde el comienzo de los tiempos.

Y como no podía ser menos, sobre la figura de "Manolete" el morbo también se disparó. Y se escribieron libros, poesías, canciones, leyendas... y  en esa vorágine de intereses entró también el  cine que no podía ni quería estar ajeno a esta enorme oportunidad de mostrar en la pantalla cualquier historia que girara en torno a la figura de "Manolete".

Y antes de cumplirse el primer aniversario de la trágica tarde de Linares, fue la productora Hércules Films la que tomó la iniciativa de hacer una película en la que "Manolete" tuviera un papel protagonista. La película se llamó "Brindis a Manolete".

Para dirigir la cinta se contrató a Florián Rey , un director de cierto prestigio, al que se le encargó que preparara el rodaje de la película. Y a mediados de 1948, escrito el guión y localizados los exteriores, todo estaba dispuesto para la primera vuelta de manivela.

Sin embargo era imprescindible buscar al doble ideal para encarnar a "Manolete".  Hacía falta que fuera lo más parecido posible, para que  diera vida creíble al IV Califa del Toreo. Y aquí comienza el protagonismo de Pedro Ortega Palomo, un anónimo administrativo que vivía en Puertollano y trabajaba en la empresa Calvo Sotelo, pero que tenía un parecido asombroso con "Manolete".

Cuando contacté con este hombre y me trasladé a su casa de Puertollano, para entrevistarlo en julio de 2005, contaba  con 88 años, los mismos que tendría en aquel momento el IV Califa del toreo.

Sentado frente a él yo lo miraba y me imaginaba que así podría ser "Manolete": un hombre mayor que había sido torero,  que era respetado por todos, que contaba mil y una anécdota de su ajetreada vida por las plazas de España y América.

Pedro era un hombre amable y simpático, con una memoria prodigiosa que te lo contaba todo como si acabara de ocurrir.

Me dijo que jamás en la vida pensó que iba a participar en una película, y mucho menos para encarnar, nada más y nada menos, que a su ídolo "Manolete".

Y me contó como comenzó todo: "Mire usted, en Madrid, en la calle Duque de Sesto, número 8 tenía una peluquería Vicente Gutiérrez, marido de mi prima hermana. A este establecimiento acudía, como cliente habitual,  Ricardo Mazó, un escritor a quien tenían encomendado algunos retoques del guión de la película que se estaba gestando sobre "Manolete". Este hombre, en el transcurso de la charla con el peluquero, le comentó que estaban buscando a alguien que se pareciera al torero. Entonces mi pariente le dijo: "No busque usted más. Yo tengo a "Manolete" en mi familia. El primo de mi mujer es una copia exacta".

Enseguida me lo contó y quedó que cuando hablara con la productora,  me llamaría por teléfono.

Y así fue, a los pocos días me presenté en Madrid. Acudí con él a los estudios y cuando me vieron se quedaron muy sorprendidos.

La productora había  convocado un concurso para seleccionar a la persona que más se pareciera a "Manolete" y allí nos juntamos 22 aspirantes al papel. Se hizo una selección y como finalistas quedamos cinco.

En casa Cornejo alquilaron un traje corto, uno de calle y otro de torero para cada uno, y ante un jurado compuesto por periodistas, artistas, toreros y personal de Hércules Films S.A., posamos y leímos un pequeño guión. Y al final me eligieron a mí.

¿Y porque cree usted que fue el elegido?, le pregunté.

"Pues mire, aparte de mi parecido físico. Mi talla era muy similar a la suya: "Manolete" medía 1,81 de estatura y yo 1,80. Él pesaba 57 kilos y medio y  yo 56. También la edad. "Manolete" nació el 4 de Julio de 1917 y yo el 25 de Noviembre de 1917. Yo representaba la misma edad que él y como ve coincidíamos en casi todo".

Rodar la película costaba dos millones de pesetas y  Miguel García Rico, un empresario de Badajoz, fue el socio capitalista que aportó el dinero. Una vez resuelto el tema económico, se comenzó a rodar en los Estudios Rostence de Madrid. Era el día 1 de Julio de 1948 y acabó   el 19 de Septiembre. Pedro Ortega firmó por 60 días y el rodaje duró  79 días. Para su papel, La productora le confeccionó dos trajes camperos, botas, camisa rizada de torero, dos trajes de paisano, un sombrero gris y calzado.

La película seguía el patrón muy de la época, era una película agradable. "Manolete" es invitado a la casa de una ganadera  y de su hija (Paquita Rico) que está enamorada de otro torero. En medio del enredo amoroso se produce la tragedia de la muerte de Manuel Rodríguez "Manolete" en la plaza de toros de Linares...

Para saber cómo era "Manolete" se desplazaron a Madrid algunos amigos suyos de Córdoba y  explicaron como andaba, bebía, fumaba, trato con la gente, como andaba con el caballo, posturas, etc...

En la película,  la escena de la muerte de "Manolete", en la habitación del hospital de Linares, es muy real. Parece que "Manolete" se está muriendo de verdad. Le pregunté a Pedro Ortega si le costó mucho lograrlo y me contestó: "Pues mire usted, aunque le cueste creerlo no. La escena de la muerte de "Manolete" fue la primera que se rodó. Se tardó en rodarla entre quince y veinte minutos". 

"La habitación era falsa, se recreó igual que la del hospital de Linares. Todo era obra del atrezzo. Los médicos si eran profesionales de verdad. El sacerdote que le da la extremaunción era el padre Venancio Marcos, muy popular en la época por sus charlas radiofónicas. Las dos monjas eran las únicas extras, eran dos chicas jóvenes que les daba la risa de verse así vestidas y no dejaban de reír. Interrumpían el rodaje y el director las recriminó varias veces.  Harto ya de las risitas y de tanto repetir el comienzo de la escena, el sacerdote se cabreó. Se fue a un convento cercano y se trajo a dos monjas de verdad y echó a las falsas monjas Así que todos los que estaban en la habitación rodeando la cama eran auténticos profesionales". 

Gran parte de la película se rodó en Madrid en los Estudios Rostence. Los exteriores y tientas se grabaron en la finca de San Rafael, de la Duquesa de Tovar, y además estuvieron ocho días rodando en Sevilla, en la finca "Gómez Cardeña", propiedad del torero Juan Belmonte.

Me cuenta Pedro Ortega esta anécdota curiosa: " En pleno rodaje, cuando se cumplió el primer aniversario de su muerte, bajamos a Sevilla y paramos en Córdoba a filmar algunas imágenes en el cementerio de Ntra. Sra. de la Salud, donde  "Manolete" estaba enterrado en el panteón de una familia amiga hasta que le hicieran el suyo propio. La productora llamó, para que nos acompañara al banderillero "El Pelu" primo hermano de "Manolete", que fue muchos años en su cuadrilla. Cuando este hombre llegó al cementerio y me vio se emocionó  y no dejaba de abrazarme muy sorprendido.                         Yo le dije que me gustaría acercarme a saludar a Doña Angustias, la madre de "Manolete", pero "El Pelu" consideró que no era conveniente porque se emocionaría mucho al verme. Lo entendí perfectamente y desistí".

"Manolete" había rodado muchas escenas con una productora francesa para una película que no llegó a terminarse. Hércules Films, compró los derechos de esas imágenes por 83.000 pts. Eran imágenes reales del diestro cordobés toreando y las entremezcló. Y a NODO le compró, por 30.000 pts. parte del archivo sobre "Manolete".

Por lo tanto las imágenes donde "Manolete" torea son verdaderas al igual que las de su entierro en Córdoba.

En cuanto a lo que cobraron los actores, Pedro Ortega me indicó las cantidades: yo intervine en 22 planos- me dijo- y cobré 20.000 pts aparte de una dieta diaria de cien pts. (cuando salíamos de Madrid eran doscientas) y como yo paraba en casa de mi prima en Madrid, todo lo ahorraba. Cuando todo terminó y volví a Puertollano, traía 32.000 pesetas. Con ese dinero compré un solar y me hice una casa para casarme. Yo me consideré muy bien pagado. Por su parte Paquita Rico cobró 25.000 pesetas, Manolo Morán 12.000 pesetas, el que más cobró, 35.000 pts., fue José Greco porque además ponía el cuerpo de baile".

 La película se estrenó el 22 de diciembre de 1949 en el Palacio de la Música de Madrid.

Le pregunté si alguna otra vez le propusieron encarnar a "Manolete" en el cine y me contestó que en principio se iban a hacer dos películas más, pero no cuajó el proyecto. "Cuando estábamos rodando en Sevilla. aclara, me presentaron a Carlos Arruza, que también se sorprendió de verme y no dejaba de darme abrazos y me dijo que me llamaría desde México para una película que se quería rodar allí. Pero por lo que se ve tampoco cuajó el proyecto.

Le comento que me sorprende que siendo una  película sobre "Manolete" es curioso que ninguna actriz encarne el papel de la novia del torero Lupe Sino. Era un tema tabú en la época? y Ortega me contesta que: " No creo que fuera por eso. "Manolete" tiene en la cinta un papel serio, ayudando a un torero que comienza. Se había hablado mucho de esa relación y los guionistas considerarían que no había que echar más leña al fuego. Además en la época había que andar con cuidado y la película quería ser agradable y apta para todos los públicos, sin crear problemas a nadie".

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario