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HERRADERO DE RESES BRAVAS

EN "LA ZAMARRONA" SE TENTARON DIECISIETE ANIMALES EN UNA JORNADA DONDE PRIMÓ EL SOL SOBRE LAS NUBES

Ladislao Rodríguez Galán                                                   fotos: Ladis

Como es habitual en el campo bravo andaluz una vez concluida la temporada ( si a esta de 2020 se la puede denominar así), comienzan las labores camperas en las diferentes ganaderías para dar la bienvenida "oficial" a los nuevos becerros que a partir de ahora llevaran su propia identificación a todos los efectos. Es la savia nueva anual que marcará el futuro de la ganadería.

Esta tarea del herradero, tiene un guión previamente establecido y un protocolo, y suele realizarse a primeras horas de la mañana. El herradero no deja de ser un acontecimiento social, tanto para el ganadero como para el selecto número de invitados. Esos becerros que salen del cajón con su número identificativo grabado en su piel, pueden cuajar en toros de leyenda que catapulten al hierro a la fama por su comportamiento en la plaza.

El herradero es una renovación de fe y confianza en la selección que con tanto mimo se ha realizado a través de décadas. Después vendrá el tentadero para verificar la "calidad del producto".

Esta mañana hemos asistido al herradero de la ganadería de Juan Arenas en la finca "La Zamarrona" en el término municipal de El Pedroso (Sevilla). Las circunstancias han limitado el número de asistentes, pero eso no ha restado brillantez a una tarea que se repite cada año con inusitado interés por parte de las personas que asisten.

La ganadería pasta a orillas del pantano de Los Melonares con una lámina de agua limpia y tranquila solamente alterada por el surco que dejan las aves acuáticas cuando nadan en la superficie.

 Esta ganadería, propiedad de Juan Arenas Casas, que en un futuro pasará a manos de su hija Carlota que la vive y la siente con una gran pasión, ingresa en la Asociación de Ganaderías de Toros de Lidia en 1991, formando la camada con reses de Francisco Núñez Benjumea y de Carlos Núñez.

En 2004 se elimina todo lo anterior y se adquiere un lote de vacas y tres sementales de Hermanos Sampedro que está dando productos de gran nobleza y calidad, lo que ha colmado las expectativas ganaderas de su propietario.

Como es lógico, en estas fechas, el día es fresquito y el sol, que desde que  asomo por el horizonte estaba echándole un pulso a las nubes, acaba ganando y disfrutamos de una temperatura ideal.

Se herraron en total 17 animales, ocho hembras y nueve machos con el procedimiento moderno, pero a uno de los becerros se le herró a la antigua usanza, o sea trepándole al suelo.

El grupo de invitados compuesto por Rubén Ruiz-Mateos Quirós, María Carreira,   Antonio y Fabián Arenas Casas, Carlos Olsina, Manuel Espinosa "El Lolo de Camas", Antonio Romero, Leandro Marrón, Manuel Moreno y Antonio Manuel Puntas, junto al ganadero Juan Arenas y su hija Carlota, tuvieron la oportunidad de participar directamente en el herradero.

Todo transcurrió tal como estaba previsto y en el tiempo estimado.

La jornada terminó con una abundante comida en el amplio porche de la finca ( desde donde se pudieron divisar algunos muflones moviéndose a sus anchas por el cerro de enfrente) haciendo un "hueco" para  el rico perol condimentado por "El Lolo de Camas" autor igualmente de unas exquisitas gambas al ajillo, con las que abrimos brecha. Y como colofón nos tomamos el café en torno al apetecible fuego de la cocina campera, donde la tertulia fue muy agradable.

Y al filo de las seis de la tarde, Antonio Arenas Casas y quien escribe, que habíamos salido juntos desde Córdoba, nos volvimos a casa, pues como es sabido, a las diez hay que estar recogidos.

Y veníamos charlando de la buena jornada vivida  con la esperanza puesta en que el 2021 nos depare una temporada brillante y que esta pasada quede en la historia como una triste y oscura anécdota en la gloriosa historia de la tauromaquia.

EL HERRADERO ES UN ACONTECIMIENTO SOCIAL

COCINA CAMPERA

LA CÁMARA ANDABA POR ALLÍ