OBITUARIO
NOS HA
DEJADO UN AFICIONADO Y EMPRESARIO EJEMPLAR: PEDRO AGUILAR MARTÍN
DIRIGIÓ SU
PROPIA EMPRESA DE JOYERÍA, HOY EN MANOS DE SUS HIJOS JAVIER Y DAVID
Ladislao
Rodríguez Galán
Ha fallecido en nuestra ciudad el gran aficionado taurino Pedro Aguilar Martín empresario joyero, hombre emprendedor y buena persona donde los haya.
Nacido en el cordobés barrio de
Santa Marina, inicia sus primeras letras en un colegio privado que había en la
calle Pozanco. De ahí pasa a la Academia Espinar, donde cursa el bachiller. En
ese periodo tuvo como profesores, entre otros, a Ricardo Molina, Pedro Palop y
Vicente Pascual. Su periplo estudiantil acaba en la Escuela Oficial de Peritos.
A la hora de buscar trabajo -
los tiempos no estaban tan revueltos como ahora- puede seleccionar y elegir. Se
decanta primero por las oficinas de un concesionario de vehículos, pero
rápidamente acepta la oferta para ser viajante de joyería. El trabajo le
entusiasma y, como es espabilado, al poco tiempo monta su propio taller. De
ahí, para acá, toda una vida dedicado a la joyería. Disfrutando los años
bonancibles y aguantando estoicamente los varapalos de los años a la baja. Es en
los tiempos difíciles, donde se curten los buenos empresarios.
Pedro
era un gran aficionado taurino gracias a su relación, desde niño, con los
toreros del barrio. Además en la calle Adarve se encontraba la Escuela Taurina
del Frente de Juventudes, contando en aquella época con alumnos como Manuel
Cano “El Pireo” y Gabriel de la Haba “Zurito”. Pedro se apunta y consigue
torear en varios tentaderos. Pero como la cabeza le funciona, comprende que no ha nacido para ser torero.
Sin embargo, sí para ser aficionado y disfrutar con el toreo de los demás. Por
eso asiste a cuantos festejos se dan en nuestra plaza (como abonado desde su
inauguración) y a los más importantes que se celebran en la provincia.
Vivió el toro con mucha
intensidad. Frecuentaba tertulias y coloquios taurinos, y aunque hace años que
no vivía en Santa Marina, nunca perdió el contacto con las típicas tabernas y
mesones de la zona. Incluso era simpatizante de las Peñas y Tertulias Taurinas
del barrio y habitual asistente a los tentaderos.
Pedro se ha ido con 72 años dejando
infinidad de amigos (entre los que me encuentro) quienes junto a su esposa
Antonia, sus tres hijos Pedro, Javier y David y sus tres nietos lloramos esta
gran perdida. Descansa en paz querido Pedro.-
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