miércoles, 30 de septiembre de 2020

 

ACCIDENTADA VOLTERETA

CARLOS FERNÁNDEZ RESULTÓ HERIDO EN UBRIQUE, PERO ESTABA ALLÍ RAFAEL FUENTES SU ÁNGEL DE LA GUARDA

Ladislao Rodríguez Galán

Durante este pasado fin de semana se ha celebrado en Ubrique el XXI Encuentro Andaluz de Escuelas Taurinas, que ha reunido a un puñado de jóvenes alumnos acartelados en cuatro festejos comprendidos entre los días 25, 26 y 27 de septiembre.

Abrió la serie una novillada con ganado de "El Torero", "Espartaco", Apolinar Soriano y Martín Carrasco para Carlos Fernández, de la Escuela Taurina de Córdoba, Manuel Olivero, de la E.T. de Lucena, Manuel Osuna, de la E.T. de Écija, Javier López Peregrino, de la E. T. de San Fernando,  Mario Sánchez, de la E. T. de Ubrique, Julio Alguiar, de la E. T de Linares  y un añojo para el becerrista Ángel Delgado, de la E.T. de Úbeda.

Esta primera novillada tuvo lugar el viernes día 25, encabezando el cartel Carlos Fernández con un novillo de "El Torero". La tarde estaba muy ventosa y además el novillo era áspero y carecía de fijeza. Carlos lo toreó muy bien con la capa y ya con la muleta, anduvo correcto pero molestado continuamente por el viento. En una de esas embestidas inciertas, el chaval queda al descubierto, por una racha de viento, y el animal hace por él. Le propina una fuerte voltereta y en el suelo se ensaña con el joven torero, con la mala suerte que le pisa la oreja derecha y se la arranca de cuajo dejándola colgando asida solo por un cartílago.

Espectacular la imagen de la sangre manando a borbotones mientras "Chiquilín" y "El Califa" lo acompañan a la enfermería donde al instante de entrar el torero lo hace Rafael Fuentes, Cirujano Jefe de la Plaza de Toros de Jaén. Su estancia en la plaza era casual, ya que asistía como espectador para ver al chaval de Úbeda al que le tiene admiración y aprecio.

Enseguida se ocupa del chico y tras minuciosa tarea le implanta el cartílago adherido con 25 puntos de sutura. Le coloca un llamativo apósito para proteger la herida y evitar que entraran partículas de  polvo y le aconseja que al día siguiente se vacune contra el tétanos.


Termina el festejo y Carlos Fernández, aconsejado por el cirujano,  marcha para su domicilio, con alguna molestia pero soportable. No ha tenido fiebre en estos días y las molestias van desapareciendo. Su evolución es positiva.

El martes acudió a una revisión médica y tras revisarle la herida y ver el buen estado de los puntos (la mayoría ya secos) ha quedado para el jueves para retirárselos todos.

Por motivos personales no pude estar en Ubrique, pero me he empapado al dedillo de los acontecimientos. Me cuenta Carlos que en el suelo el sintió que le empujaban en la cabeza y enseguida notó que la sangre le corría por la cara y el cuello, pero pensó que era una brecha en la cabeza. Hasta que llegó a la barrera para pedir el estoque no se percató de la gravedad de la situación. El resto ya lo saben ustedes.

No cabe duda que esa tarde en Ubrique, se le apareció a Carlos un Ángel de la Guarda de nombre Rafael Fuentes, quien ayudado por la doctora Liliana Quiroga,  consiguió que un chico radiante de vida no perdiera la sonrisa y quedara mutilado de una oreja.

Considera Carlos que estas cosas son gajes del oficio y que ya está deseando torear otra vez.

¡Que dé cierto es que los toreros están hechos de una pasta especial!.

Mi agradecimiento a:

Fuentes de información: Emilio Trigo, Rafael González "Chiquilín" y Juan Antonio García "El Califa".

Fotografías: Salvador Romero, Eva Morales, Salva López, Pedro Sánchez y Rafael González "Chiquilín".

CÁMARAS  OPORTUNAS ESTABAN ALLÍ






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