ACCIDENTADA
VOLTERETA
CARLOS FERNÁNDEZ RESULTÓ HERIDO EN
UBRIQUE, PERO ESTABA ALLÍ RAFAEL FUENTES SU ÁNGEL DE LA GUARDA
Ladislao
Rodríguez Galán
Durante este pasado fin de semana se ha celebrado en
Ubrique el XXI Encuentro Andaluz de Escuelas Taurinas, que ha reunido a un
puñado de jóvenes alumnos acartelados en cuatro festejos comprendidos entre los
días 25, 26 y 27 de septiembre.
Abrió la serie una novillada con ganado de "El
Torero", "Espartaco", Apolinar Soriano y Martín Carrasco para
Carlos Fernández, de la Escuela Taurina de Córdoba, Manuel Olivero, de la E.T.
de Lucena, Manuel Osuna, de la E.T. de Écija, Javier López Peregrino, de la E.
T. de San Fernando, Mario Sánchez, de la
E. T. de Ubrique, Julio Alguiar, de la E. T de Linares y un añojo para el becerrista Ángel Delgado,
de la E.T. de Úbeda.
Esta primera novillada tuvo lugar el viernes día 25, encabezando el cartel Carlos Fernández con un novillo de "El Torero". La
tarde estaba muy ventosa y además el novillo era áspero y carecía de fijeza.
Carlos lo toreó muy bien con la capa y ya con la muleta, anduvo correcto pero
molestado continuamente por el viento. En una de esas embestidas inciertas, el
chaval queda al descubierto, por una racha de viento, y el animal hace por él.
Le propina una fuerte voltereta y en el suelo se ensaña con el joven torero,
con la mala suerte que le pisa la oreja derecha y se la arranca de cuajo
dejándola colgando asida solo por un cartílago.
Espectacular la imagen de la sangre manando a borbotones mientras "Chiquilín" y "El Califa" lo acompañan a la enfermería donde al instante de entrar el torero lo hace Rafael Fuentes, Cirujano Jefe de la Plaza de Toros de Jaén. Su estancia en la plaza era casual, ya que asistía como espectador para ver al chaval de Úbeda al que le tiene admiración y aprecio.
Enseguida se ocupa del chico y tras minuciosa tarea le
implanta el cartílago adherido con 25 puntos de sutura. Le coloca un llamativo
apósito para proteger la herida y evitar que entraran partículas de polvo y le aconseja que al día siguiente se
vacune contra el tétanos.
Termina el festejo y Carlos Fernández, aconsejado por
el cirujano, marcha para su domicilio,
con alguna molestia pero soportable. No ha tenido fiebre en estos días y las
molestias van desapareciendo. Su evolución es positiva.
El martes acudió a una revisión médica y tras revisarle la herida y ver el buen estado de los puntos (la mayoría ya secos) ha quedado para el jueves para retirárselos todos.
Por motivos personales no pude estar en Ubrique, pero
me he empapado al dedillo de los acontecimientos. Me cuenta Carlos que en el
suelo el sintió que le empujaban en la cabeza y enseguida notó que la sangre le
corría por la cara y el cuello, pero pensó que era una brecha en la cabeza.
Hasta que llegó a la barrera para pedir el estoque no se percató de la gravedad
de la situación. El resto ya lo saben ustedes.
No cabe duda que esa tarde en Ubrique, se le apareció
a Carlos un Ángel de la Guarda de nombre Rafael Fuentes, quien ayudado por la
doctora Liliana Quiroga, consiguió que
un chico radiante de vida no perdiera la sonrisa y quedara mutilado de una
oreja.
Considera Carlos que estas cosas son gajes del oficio
y que ya está deseando torear otra vez.
¡Que dé cierto es que los toreros están hechos de una
pasta especial!.
Mi agradecimiento a:
Fuentes de
información: Emilio Trigo, Rafael
González "Chiquilín" y Juan Antonio García "El Califa".
Fotografías: Salvador Romero, Eva Morales, Salva López, Pedro
Sánchez y Rafael González "Chiquilín".
CÁMARAS OPORTUNAS ESTABAN ALLÍ
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