EN POS DE LA VACUNA CONTRA EL CORONAVIRUS
"INVESTIGAN SI LA
LECHE INMUNE DE VACA ES EFECTIVA CONTRA
LA COVID-19"
UN EQUIPO DE
CIENTÍFICOS BUSCA PROBAR LA UTILIDAD DEL ALIMENTO LÁCTEO, ESTANDO PREVISTO QUE
LOS PRIMEROS ENSAYOS CON HUMANOS SE REALICEN EN SEPTIEMBRE
Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis
El grupo de investigación AGR 149 de Enfermedades Infecciosas
del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI) en colaboración
con el Colegio de Veterinarios de Córdoba trabaja en un proyecto para analizar
la efectividad de la leche inmune de vaca frente al Sars-cov-2, así como en el
desarrollo y aplicación de vacunas Autólogas como tratamiento frente a los
casos más graves de Covid-19.
Para que nos informe sobre estas investigación nos hemos puesto en contacto con el presidente del Colegio de Veterinarios de Córdoba, Antonio Arenas Casas, que es a la vez Catedrático de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba y lleva trabajando en el diagnóstico y control de las enfermedades infecciosas, animales y humanas, desde hace más de 35 años. Tal vez por eso ha sido nombrado miembro del Comité de Seguimiento de la listeriosis y ahora de la COVID-19 por la Junta de Andalucía.
- Decía Vd. hace unos
meses, como experto en infecciosas, que en verano aflojaría la pandemia, pero
vemos que el número de casos no solo no remite, sino que va en aumento
- En efecto, lo decía
entonces, y lo mantengo ahora. No hay ninguna enfermedad infecciosa que no
tenga una cierta estacionalidad, unas son más evidentes y otras menos. La
estacionalidad viene regulada por factores que dependen fundamentalmente de los
hospedadores, pero también de elementos medioambientales y en menor proporción
del propio patógeno, en este caso el coronavirus. La mayoría de los estudios
realizados demuestran que la temperatura y humedad más elevadas se asocian con
menos casos, y viceversa, mientras que son determinantes que aumentan los casos
los altos niveles de contaminación vírica y la baja velocidad del viento.
Si analizamos los casos actualmente comprobamos que se trata
de brotes, es decir de casos con una relación epidemiológica entre ellos, que
pueden ser rastreados, cosa que hace unos meses era prácticamente imposible
debido a una amplia transmisión comunitaria. Nosotros mismos, como
hospedadores, hemos modificado nuestras costumbres y así también hemos cambiado
la epidemiología de la COVID.
- ¿Se puede achacar al ocio nocturno el actual incremento de
casos, como algunos mantienen?.
- Bueno, es una forma muy simplista de decirlo. No cabe duda de
que la desinhibición de las medidas de bioseguridad que produce el ocio
resultan un factor de riesgo de primera magnitud. Cuando digo bioseguridad me
refiero al distanciamiento social, uso adecuado de protección oronasal,
limpieza, higiene y desinfección, etc.
- Vd. se quejaba hace unos meses de que el Gobierno no ha contado nunca con los veterinarios para luchar contra esta enfermedad
- En efecto. Excepto algunos Gobiernos autonómicos, como es
el caso de Andalucía, en general no se nos ha incluido en los Comités de
Seguimiento. Probablemente somos los veterinarios los profesionales que más
experiencia tenemos en el control y erradicación de enfermedades colectivas, y
la COVID es una enfermedad colectiva. Recordemos que enfermedades como la rabia,
la peste bovina, la fiebre aftosa, el muermo, las pestes porcinas africana y clásica…,
y un sinfín de ellas que sería prolijo enumerar aquí, han sido erradicadas desde
hace años de todo el territorio nacional tras enormes campañas de lucha
lideradas por los veterinarios. Debemos señalar también que enfermedades muy
prevalentes en las personas hace unos años, como la brucelosis (o fiebres de
Malta), las salmonelosis, la triquinelosis, la shigelosis, la tuberculosis y
escrofulosis, la tularemia, el tétanos, el botulismo y un largo etcétera, hoy
en día son enfermedades de presentación esporádica y con una prevalencia muy
baja. Este trabajo de prevención y control, siempre callado, es realizado muy
mayoritariamente por los veterinarios.
- Y actualmente que líneas de investigación están siguiendo?
- Mi grupo de investigación (AGR 149) viene trabajando en la
epidemiología y lucha contra muchas enfermedades animales y también contra las zoonosis
desde hace muchos años. Actualmente estamos trabajando también en la COVID-19. Por
un lado, en un proyecto coordinado entre diferentes grupos de investigación a
nivel nacional tratando de conocer la difusión del SARS-CoV-2 en diferentes
especies animales, particularmente animales de compañía y especies silvestres.
Por otro lado, en colaboración con el Colegio de Veterinarios de Córdoba estamos
investigando la manera de prevenir, e incluso tratar, la COVID a través de
alimentos funcionales. Estamos evaluando la efectividad de la leche inmune de
vaca frente al SARS-CoV-2, así como también el desarrollo y aplicación de
vacunas autólogas como tratamiento frente a los casos más graves de la
COVID-19.
- Todos los grandes investigadores del planeta están
devanándose los sesos buscando la fórmula ideal que acabe con esta pandemia, y
Vd. me habla de leche de vaca?. Me puede explicar brevemente en qué consiste la
investigación sobre la leche de vaca?
- Actualmente estamos obteniendo leche de vaca hiperinmune frente
al Coronavirus bovino (BCoV), un Betacoronavirus serológicamente
emparentado con el virus de la COVID-19. La idea es que el consumo de leche
inmune ayude de manera decisiva a nuestro organismo en caso de infección con el
SARS-CoV-2 mediante mecanismos de inmunidad cruzada. Queremos comenzar en septiembre
con las pruebas en humanos en el caso de que todo vaya bien, en colaboración
con Salud Pública.
- ¿Por qué fijaron su atención en la leche de vaca
precisamente?.
- Muy sencillo y fácil de entender. Tampoco sería la primera
vez que las vacas nos echan una mano en el control de una pandemia humana: ya
lo hicieron con la viruela y de hecho por eso se les llama vacunas a las
vacunas. Volviendo a la COVID, primero hay que saber que prácticamente todas
las especies animales tienen coronavirus, virus que los veterinarios conocemos
desde hace años; este conocimiento nos da una cierta ventaja a la hora de entender
la patología comparada (entiéndase que los humanos somos una especie más). Algunos
datos que hemos analizado sugieren que los vaqueros apenas se han visto
afectados por la COVID, a pesar de que familiares cercanos sí la han padecido.
Especulamos con que su sistema inmune es capaz de controlar el coronavirus del
SARS-2 tras contactos previos con el BCoV. Esto ya se ha comprobado con otros
coronavirus humanos endémicos del resfriado, como el HCoV-OC43, que por cierto se
sabe que es el mismo virus bovino que dio el salto de especie y se adaptó a
humanos. El BCoV y el HCoV-OC43 se incluían en el grupo serológico 2 de los
coronavirus, donde también se han incluido los virus del SARS y MERS.
- Se produciría entonces la inmunidad de las personas bebiendo
leche de vaca?
- Bueno, bebiendo “leche inmune” de vaca. Para ello,
previamente hemos hiperinmunizado a las vacas y posteriormente se está
analizando para ver qué niveles de anticuerpos conseguimos en leche. Hemos
visto que se pueden alcanzar concentraciones de hasta unos 200 mg de
inmunoglobulinas por vaso de leche. A esto hay que añadirle las propiedades de
la vitamina A como reguladora del sistema inmune y regeneradora de epitelios
mucosos.
- ¿Y eso podría protegernos contra la COVID?
- Eso
estamos investigando ahora. No cabe duda de que las inmunoglobulinas específicas
o con una cierta especificidad ayudarían de manera considerable a nuestro
sistema inmune a luchar frente al virus.
- Sería posible que esa leche sirviera para tratar a personas
graves de COVID?
- No lo sabemos, pero altas dosis de inmunoglobulinas
ayudarían mucho en la fisiopatología de la enfermedad. También debemos
ensayarlo.
- Me ha comentado antes que también están investigando en vacunas contra la COVID ¿qué tipo de vacuna?
- Son vacunas
autólogas. Nosotros tenemos mucha experiencia en este campo y las hemos empleado
con bastante éxito para muchas enfermedades, tanto bacterianas como víricas del
ganado. Se trata de recuperar el virus del propio enfermo, inactivarlo mediante
métodos térmicos o químicos, concentrarlo e inocularlo por vía subcutánea.
De la patogenia de
la COVID sabemos que la multiplicación viral masiva en el endotelio alveolar
causa daño celular y liberación profusa de citoquinas y quimioquinas
proinflamatorias. Una segunda respuesta inflamatoria, activada por la aparición
de anticuerpos neutralizantes, sería la responsable de los efectos más graves
del COVID-19, provocando una infiltración inflamatoria celular extensa y
consecuentemente un daño pulmonar significativo, es lo que se conoce como síndrome
de dificultad respiratoria aguda (ARDS).
Con este tipo de vacunas esperamos que la reacción del
sistema inmune a nivel subcutáneo ayude a desarrollar, primero la estimulación
específica tras la inoculación de virus autólogos no infecciosos lo que podría
dificultar la replicación viral a nivel pulmonar, pero también un efecto
inmunoterapéutico inhibiendo el desencadenamiento de la infiltración
inflamatoria incontrolada y apoptosis masiva a nivel pulmonar por la activación
específica de macrófagos tisulares y CD4+ tipo 2, ayudando así al equilibrio
general de la respuesta inmune de los CD8+. Digamos que quitamos el foco de las
células proinflamatorias del pulmón al activarlas en el tejido subcutáneo.
Bueno, esa es la idea; hay que investigarlo.
- Y en un momento tan delicado, en que hay que unir fuerzas para la investigación ¿están recibiendo ayuda de algún organismo oficial para estas investigaciones?
- Pues no, por ahora no. Solo el Colegio de Veterinarios de
Córdoba está ayudando en las labores de campo, ya que se trata de aspectos
relacionados con la salud pública, con la sanidad animal y con el sector
primario. Entendemos que los resultados de esta investigación ayudarían
enormemente al sector de la producción láctea en zonas ganaderas como el Valle
de los Pedroches, así como a la población en general. Esa es la labor del
científico.
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