sábado, 29 de febrero de 2020


TENTADERO EN "LOS RODEOS"

JAVIER MERINO SE MUESTRA MUY CAPAZ Y RESOLUTIVO ANTE EL BUEN NOVILLO QUE LE CUPO EN SUERTE


Ladislao Rodríguez Galán
Demostrando un progreso muy positivo y un estilo muy personal, Javier Merino, el tercer alumno que participó en el tentadero de "Los Rodeos" dejó de manifiesto el alto grado de preparación de los chavales de la Escuela de Córdoba.


De este chico, al que vimos en su debut ante las reses no hace muchos meses, nos sorprendió el desparpajo y la resolución que demostró tanto con capote como con la muleta. Es muy reconfortante comprobar cómo las enseñanzas recibidas por el profesorado son asimiladas por los alumnos cuando llega la hora de enfrentarse al ganado bravo.

Javier compartía conmigo un burladero y esperaba ansioso que terminara la lidia del novillo anterior para que llegara su turno y siempre que fue menester su presencia en un quite...allá que estaba. Era un resorte cuando un compañero precisaba de un capote al quite, y eso dice mucho de la afición y ganas de los chavales.
Y cuando salió su oponente, un novillo de buena presencia y con nobleza y bravura, enseguida se hizo con él con el capote. Fue un ramillete de verónicas con gracia y empaque.


El animal cumplió perfectamente en el caballo y ya con la muleta se dobló con él, sometiéndolo por ambos pitones, hasta que retirándose unos metros, en la distancia justa, comenzó a torearlo en redondo. Fueron varias series muy bien hilvanadas. 


Y cuando estaba más relajado y con el animal metido en la canasta, sufrió un volteretón tremendo que, afortunadamente, solo quedó en el susto, pues la caída fue muy fea.
Todos preocupados y el chaval se levantó como un rayo y cogiendo la muleta se fue hacía el burel y se hincó de rodillas para darle una tanda por ambos pitones, de mucho mérito.
Buena actitud si se quiere llegar arriba. Los buenos toreros ni se miran siquiera.
Continuó toreando hasta que atacó con la tizona. Necesitó de varias agresiones porque era la primera vez que utilizaba la espada y ya se sabe que la práctica es fundamental para ir perfeccionando.
Recibió la felicitación de todos, ganadero incluido. Y lo más importante quedó en todos nosotros el regusto de una faena bien hecha y sobre todo la disposición de otro joven más que indica que la cantera cordobesa es inagotable.
Nuevamente la labor de Rafa Figuerola con el percal y Zapata con la vara, volvieron a ser sobresalientes.

 




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