OFRENDA FLORAL AL SEÑOR
DE LOS TOREROS
"LAGARTIJO"
TOREÓ UNA CORRIDA PARA RECAUDAR FONDOS PARA SU CONSTRUCCIÓN
Ladislao Rodríguez
galán
La Asociación de Vecinos "Torre de la
Malmuerta", como viene siendo tradicional dentro de las Fiestas de la
Merced, organizó la ofrenda floral al Cristo del Pretorio, conocido como Señor de
los Toreros, que se venera en la Ermita situada en ese enclave.
La Asociación de Vecinos entregó Claveles
rojos y blancos a los asistentes quienes, en organizada fila ( el espacio es muy
reducido), fueron depositándolos en el altar, a los pies del lienzo del Ecce
Homo. Muchos de los fieles traían, sus propias flores para honrar la imagen y
cumplir con la tradición.
En el acto, muy concurrido, intervinieron
el Canónigo Nieto Cumplido, el rapsoda Juan Niza y el Coro Rociero Virgen de
Linares.
BREVE
HISTORIA DE LA ERMITA DEL PRETORIO
Adosado a las tapias de la Huerta de la
Reina se encontraba este viejo humilladero que quedó en estado ruinoso al tirar
las paredes para instaurar el ferrocarril. Ante esta situación se llevaron el
cuadro del Ecce Homo, imagen muy venerada por los vecinos, a la parroquia de
San Miguel. Pero esa solución no fue bien encajada por los fieles del barrio
que no querían tener tan lejos a su Ecce Homo y decidieron movilizarse para
conseguir fondos y poder levantar una ermita.
Con tal fin se organizaron algunas
funciones de novillos pero no se recaudaba bastante, hasta que Rafael Molina
Sánchez "Lagartijo" organizó para el día 26 de diciembre de 1870 un
festejo con cuatro toros del ganadero cordobés Rafael José Barbero y con él como único espada. La
corrida comenzó a las tres de la tarde y la entrada general, sin distinción de
sol ni sombra, costaba 5 reales.
El éxito fue rotundo y por fin pudieron
comenzar las obras.
Tal como está en la actualidad, con estilo neogótico, es
idea del arquitecto municipal cordobés Rafael de Luque y Lubián, que contrató
para llevar a cabo las obras a Mateo Inurria Uriarte, padre del célebre
escultor cordobés.
La Ermita se inauguró el día 14 de enero de
1872 con una misa a la que asistieron autoridades, entidades populares y el
barrio de la Merced. Terminada la función religiosa el Ayuntamiento obsequió a
los presentes con un ágape.
Como saben este emplazamiento, no fue el
original. Con motivo de las obras viarias urbanas se trasladó la Ermita, piedra
a piedra, hasta esta esquina donde sigue siendo lugar de culto del Ecce Homo que
preside su pequeño altar.
Hay que agradecer a la Asociación de
Vecinos "Torre de la Malmuerta", y en especial a su presidente Jesús
Padilla, el gesto que tienen, año tras año, de preservar esta tradición de
homenajear al Señor de los Toreros.
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