JUAN ANTONIO GARCIA “ EL CALIFA” REMEMORA
UNA SITUACIÓN QUE LE TUVO AL BORDE DE LA MUERTE.
Ladislao Rodríguez Galán
El mundo del toro está lleno de
protagonistas con vivencias tan espectaculares que parecen sacadas de un guión
cinematográfico. Una de estas historias es la del novillero Juan Antonio García
"El Califa", un luchador incansable por ser torero. Con catorce años
se escapó de su casa en Villarrubia con
la única idea de ser torero. Su primera becerra la torea en la finca Alamiriya
del ganadero Ramón Sánchez, y el primer becerro lo mató en la localidad
madrileña de Valdilechas, yendo en la parte seria del espectáculo cómico “Los Gallitos” , que llevaba su paisano y
amigo Juan Muro.
En esa época había que buscarse la vida y
Juan Antonio trabaja en lo que le sale: reparte guías telefónicas, con el solo
estipendio de la propina, pero las guías
antiguas las amontonaban en un portal y las vendían después como papel usado sacándose
así unas pesetillas. También repartió Butano por el viejo Madrid, en casas de
cinco pisos sin ascensor. En Miranda del Ebro estuvo recolectando remolacha,
desde la mañana hasta la noche. En la zona de la Rioja trabajó en la vendimia.
Estuvo de albañil, de panadero, pintando farolas públicas en Madrid desde la
Avda. de la Albufera, que comienza en el Puente de Vallecas y termina en
Vallecas ( unos siete kilómetros por cada acerado), también fue soldador,..el
invierno había que pasarlo como fuera y ahorrar lo más posible.
Desde el año 1969, que mató el primer
novillo, hasta su retirada en la Real Maestranza de Sevilla, 21-9-1980,
consiguió torear 250 novilladas por las provincias de Madrid, Toledo, Avila,
Guadalajara, Segovia, Ciudad Real, Sevilla, La Coruña, Córdoba...
De estas novilladas 16 fueron con
picadores. Toreó siete tardes en Córdoba, tres con picadores y cuatro sin
caballos. De Córdoba recuerda con cariño una novillada del maestro Antonio
Ordóñez a la que cortó dos orejas al segundo novillo.
Pero Juan Antonio también conoció la cara amarga de la Fiesta. Tiene memorizadas
en su cuerpo cicatrices que le recuerdan permanentemente lo difícil y dura que
es esta profesión. Siendo novillero sin caballos le pegaron un cornalón de
caballo en el triángulo de escarpa y le partieron la vena safena. La camilla
donde le atendieron era un pupitre de párvulos de un colegio cercano a la
plaza. Fue operado de urgencia en el Sanatorio de Toreros por el prestigioso
cirujano taurino Máximo García de la Torre.
Juan Antonio, supo lo que era tocar el
cielo la tarde del 13 de junio de 1976 en Las Ventas de Madrid al salir a
hombros por la puerta grande en un festival con picadores.
Pero donde Juan Antonio volvió a nacer, fue
en Sevilla, el 26 de agosto de 1979. Esa tarde se lidiaba un encierro de García Romero, acompañándole en el
cartel Antonio Camarena y Silverio Sierra. Un novillo-toro le dio una cornada
en el tórax, partiéndole el pulmón, el diafragma, la pleura y tres costillas. Esa
temporada de 1979, era la primera del prestigioso doctor Ramón Vila como jefe
del equipo de cirujanos de la Real Maestranza de Sevilla y por su quirófano
pasaron siete diestros con cornadas de consideración, pero la más grave y la
que el doctor recordaba siempre en
entrevistas y comentarios fue la sufrida por nuestro paisano. El eminente
cirujano la definía como una de las más tremendas que había atendido en su
dilatada carrera como cirujano taurino.
"El Califa" tardó un año en
recuperarse totalmente. Reaparece en Torrejón de Ardoz, pero ya nada era igual.
El sitio ante el toro se pierde con más facilidad que se logra. Había pasado mucho tiempo.
Con tantos inconvenientes decide hacerse
subalterno y tras actuar a las órdenes de los mejores rejoneadores de la época, cuando le llega la edad reglamentaria se retira de su gran pasión: torear.
Pero aún jubilado, y como entretenimiento, nunca se apartó del mundo del toro porque siempre ha estado ayudando
a muchos chavales que empiezan.
Hoy esa ganas de ayudar a los que luchan por abrirse camino, le han convertido en profesor de la Escuela Taurina de Córdoba. Y sus alumnos están encantados con el.
No hay comentarios:
Publicar un comentario