"CHIQUILÍN"
HACE BALANCE DE SEIS AÑOS AL FRENTE DE
LA ESCUELA TAURINA DE CÓRDOBA
Ladislao
Rodríguez Galán
Rafael González
"Chiquilín", persona sencilla y amable, siempre dispuesto a ayudar a los demás, ha cumplido seis años
dirigiendo la Escuela Taurina del
Círculo Taurino de Córdoba.
- ¿Con qué balance?.
- El balance es muy positivo. Los muchachos han tenido la oportunidad de torear en el campo, en becerradas y en novilladas sin costarle absolutamente nada, aunque siempre deseamos que toreen cuanto más mejor, pero sin ayuda económica ni subvenciones es muy difícil. Afortunadamente he contado con la ayuda de amigos empresarios y ganaderos, y sobre todo con la del Círculo Taurino, cuya junta directiva encabezada por Alfonso Téllez, no ha regateado esfuerzos sobre la Escuela y gracias a las cuotas de los socios la mantienen viva. No tienen subvenciones pero les sobra ilusión. Hace casi siete años, el Circulo Taurino de Córdoba depositó en mi una inmensa confianza al nombrarme director artístico de su Escuela Taurina. Confieso que ese ofrecimiento lo acepté con una tremenda ilusión. Decir que sí, significaba, nada más y nada menos, que poder orientar y dirigir a los chavales en su sueño por ser toreros. Y yo, que nunca me desvinculé del mundo del toro, encontré en esta oportunidad que se me brindaba, la satisfacción de poder inculcar en los alumnos lo mismo que yo aprendí en mi infancia y juventud en esta misma escuela.
- Entonces se sentirá feliz recordando su infancia y
juventud en este mismo albero?.
- Por supuesto cada vez que los veo
entrenar recuerdo que sobre este mismo
albero aprendí a ser mejor persona, a respetar a los mayores y sobre todo a
saber escuchar los sabios consejos de los profesores. Fueron unos tiempos, que
aunque lejanos, siempre los tengo presentes. En la Escuela aprendí a ser torero
y a ser mejor persona. Y eso mismo es lo que procuro, ahora que tengo la
posibilidad de hacerlo, de enseñar a los chavales, junto a los profesores Juan
Antonio García "El Califa" y Antonio Cañero, piezas fundamentales en
el trato con los alumnos.
- Pero Vd. alcanzó su sueño de llegar a ser matador de
toros...
- Efectivamente yo
me hice torero. Y con el paso del tiempo llegó la tarde más esperada: hacerme
matador de toros. Y cuando el maestro Curro Romero, me entregó los trastes me pareció estar en
una nube. Me dijo" Llegar aquí es difícil, muy difícil, pero a la vez muy
grande. Sé un torero honrado y no dejes nunca de luchar". Lo mismo que me
habían dicho, años antes, los profesores de la Escuela de Córdoba. Y en un
momento se me vinieron encima un aluvión de gratísimos recuerdos de cuando
comencé a ir a la Escuela de la mano de mi abuelo y di mis primeros capotazos
sobre el albero... Siempre, en mi vida profesional, puse por delante la entrega
y la honradez. Y ese mismo espíritu trato de inculcarles a los chavales de
la Escuela que tan ilusionadamente dirijo.
- Han cambiado mucho la filosofía de las
Escuelas de aquellos años al modelo de ahora?.
- Ha cambiado muchísimo. Hoy las
Escuelas Taurinas tenemos a nuestra disposición una Federación de Escuelas
Taurinas en Andalucía que nos allana el camino y nos facilita sobremanera que
las oportunidades de torear se multipliquen en beneficio de los chicos que de
otra manera no podrían, ni siquiera, probarse ante una becerra. Y papel
fundamental también juega, en beneficio de todos, Canal Sur TV que desde hace
20 años va de la mano con nosotros sin escamotear esfuerzos en difundir nuestro
trabajo y el sacrificio de los toreros. Y no podemos olvidar la apuesta que hace constantemente la Junta de
Andalucía por las Escuelas.
- Cual es el mejor consejo que le da a los
chavales?.
- Son muchos, siempre enfocados a que cuiden su educación, el respeto por los mayores y la honradez en todo lo que hagan en la vida. Por eso pido a los chavales que nunca pierdan la ilusión por alcanzar sus sueños. La historia del toreo está llena de figuras que por su constancia y entrega alcanzaron los más altos puestos. Y ese debe ser el espejo de todos.
- Hay más chavales que
quieren ser toreros que antes o menos?.
- Cada temporada hay nuevos chavales
que descubren la grandeza del toreo y se sienten atraídos por esta profesión. De
niño, mi abuelo
materno, Rafael González Yáñez, al que siempre le he tenido un cariño muy
especial porqué fue quien me inculcó la afición al toro, me hablaba de toros y
me contaba anécdotas de sus tíos que fueron todos toreros cómo Recalcao, Josepe
, "Chiquilín" y Rafael Molina Sánchez ”Lagartijo” que era su tío
abuelo y yo me quedaba embobado escuchándolo. Como mis padres nunca quisieron
que yo fuese torero, fue mi abuelo el que me llevó a la Escuela Taurina del
Círculo Taurino de Córdoba. Allí comencé a familiarizarme con el mundo del
toro. Recuerdo mi aprendizaje en la Escuela con mucho cariño y, lo que es la
vida, quien me iba a decir que años
después, volvería para dirigir los
destinos de los chavales.
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