“CUANDO LLEVÉ EL ATAÚD
CON LOS RESTOS MORTALES DE “MANOLETE” SE ME SALTARON LAS LÁGRIMAS”
PEDRO JIMENEZ PELÁEZ FUE
UNO DE LOS ARTILLEROS QUE, EN 1947, PORTARON LA CAJA MORTUORIA DEL IV CALIFA CAMINO DEL CEMENTERIO
Ladislao Rodríguez
Galán fotos: Ladis
Pocas personas quedan
ya que hayan sido contemporáneas de “Manolete”. El transcurrir del tiempo va
eliminando testigos de acontecimientos históricos que con sus relatos aportan veracidad a
hechos y sucesos que de no ser por ellos acabarían por ser chismes inexactos
tergiversando la historia.
Uno de esos testigos
fundamentales es el cordobés Pedro Jiménez Peláez (nacido en el barrio de San
Pedro el 31 de marzo de 1926) por tanto el próximo día 31 de este mismo mes
cumplirá 99 años.
Hay que aclarar,
primeramente, que Pedro es una persona entrañable y muy simpática que goza de
una vitalidad y memoria asombrosa. Por su admiración y cariño a "Manolete" realizamos una serie de fotos ante el Mausoleo del IV Califa en el cementerio de Ntra. Sra. de la Salud.
Ni por su movilidad y
aspecto representa la edad que tiene. Sale a caminar a diario y entre la prensa
y la TV procura estar al día de cuanto acontece en nuestra ciudad y en el mundo. Aunque vive solo y una señora le atiende a diario, sus hijos le visitan todos los días y están pendientes de el.
-Pedro como lleva
usted los años…
-Pues muy bien. Soy un
hombre de buenas costumbres, buena alimentación y no dejo mis paseos diarios
que me vienen muy bien.
-He venido a verlo
porque usted es de las pocas personas que pueden presumir de haber visto a
“Manolete”, vivo y muerto. ¿Llegó usted a conocer a “Manolete”?
-En persona no, pero
en mi juventud se hablaba mucho de toros, porque había grandes toreros que
acaparaban la actualidad y de “Manolete” se hablaba constantemente y sabíamos
casi todo de él. Los periódicos, las revistas y sobre todo la radio daban mucha
información taurina.
-Pero sí lo vio
torear…
-Si, si, claro. Mi
padre, que era un gran aficionado, me llevaba a los toros. A “Manolete” le
tenía yo una admiración especial. Lo vi torear varias veces.
La primera vez, en
la desaparecida plaza de Los Tejares, fui con mi padre y tenía yo 14 años. Era
la feria de mayo de 1940 y recuerdo que esa tarde cortó dos orejas y sufrió una
cornada.
Desde ese día mi
admiración por el creció tremendamente. Me cautivó su forma de torear. No he
vuelto a ver un torero con tanta personalidad. “Manolete” marcó una época y ha
quedado como ejemplo para muchos toreros que vinieron después.
-Lamentablemente un
toro truncó su carrera y su vida ¿Cómo se enteró de la tragedia de Linares?.
-Yo tenía 21 años y era
cabo primero de artillería, en el cuartel de Medina Azahara, y como sabe
“Manolete” fue artillero y enseguida se corrió la noticia por el cuartel. Sentí
una pena tremenda. Era difícil de creer que un torero tan grande y con tanto
dominio de los toros acabara así.
-Y estuvo en su
entierro?.
-No solamente estuve
en su entierro, sino que en el cuartel
formaron un piquete para portar el ataúd y con ese fin fuimos a su casa donde
estaba expuesto de cuerpo presente.
Entramos y lo vimos. Ahí me sentí fatal, me
emocioné ante su cadáver como si de un familiar se tratara. Después, como
“Manolete” perteneció al cuerpo de Artillería y había toreado varios festivales
para el cuartel, el último en 1944, soldados artilleros nos fuimos turnando con la familia para llevar el ataúd.
El féretro salió de la casa y la gente aplaudía. Era emocionante. A cada trecho se cambiaba de portadores hasta llegar al cementerio. Cuando me tocó a mi llevar el ataúd se me
saltaron las lágrimas.
“Manolete” mantuvo tal vinculación con
Artillería que a su entierro asistió el general artillero Manuel Aguilar
Galindo que ocupó en el sepelio un lugar destacado junto a la familia.
-Toda Córdoba estuvo acompañando
el cortejo…
-Efectivamente, las
calles estaban llenas de gente que aplaudían y se santiguaban al paso del
cortejo. Lo recuerdo como si hubiera
pasado hoy mismo. Fue muy duro para todo el mundo pero para los cordobeses
mucho más.
Después, cuando ya lo
trasladaron a su enterramiento definitivo, he ido a verlo con frecuencia. Ahora
voy menos porque me canso.
-Usted siguió yendo a
los toros?
-Claro, por muy malos
ratos que se pasen, la vida continua, y hay que seguir adelante.
Ahora ya no
asisto porque me es incómodo estar tanto
tiempo sentado, pero si veo los toros por
televisión.
Y, fíjense los que son las cosas, también tuve
alguna vinculación con la plaza de “Los Califas”. Yo estuve en el ejército
cinco años y después me fui a la empresa de mi familia que era de estructuras
metálicas y en 1977 estuvimos trabajando en la plaza de toros afianzando bornes
y reforzando las puertas y los burladeros.
Igualmente estuvimos reparando y sustituyendo piezas metálicas en años posteriores.
-¿Y después de “Manolete”
que torero le ha emocionado y atraído más?.
-Sin duda Manuel
Benítez “El Cordobés” porque era diferente a todos y además toreaba sin
importarle el peligro.
Córdoba puede presumir de haber dado a la tauromaquia
los mejores toreros de la historia. Como curiosidad decirle que pude contemplar varias
veces al “Guerra” en el Club Guerrita donde los chavales íbamos a verlo. Y otro
al que vi por la calle fue a “Machaquito”.
-Cambiando de tercio,
el 31 de marzo está a la vuelta de la esquina, ¿Piensa celebrar su 99
cumpleaños de alguna manera?.
-Por supuesto, yo soy
el artillero más antiguo de Córdoba y no sé si en España y Andalucía hay otro
mayor que yo, pero a pesar de mi edad vivo la vida con mucha intensidad. Mire
yo pertenezco a la Real Hermandad de Veteranos de la F.A.S. y Guardia Civil, a
la Hermandad de la Policía Nacional y a la de Amigos del Benemérito Cuerpo de
la Guardia Civil y siempre que organizan algún acto estoy invitado y para
corresponder voy a celebrar mi 99
cumpleaños ofreciendo una comida a mis amigos.
Pues allí estaré para
dar fe de que a pesar de la edad hay que tener ilusión y alegría de vivir.
Que Dios le mantenga su
ánimo y esa magnífica salud.
LA CÁMARA ESTABA ALLÍ
Aprovechando su visita al cementerio, Pedro, se fotografió ante los mausoleos de los cuatro Califas del Toreo tras rezarles una oración.
PEDRO CELEBRA SU 99
CUMPLEAÑOS CON SUS AMIGOS
El sargento Mayor Artillero, Pedro Jiménez Peláez, cumplió
ayer 99 años y lo celebró invitando a un almuerzo a sus amigos de varias
hermandades de Veteranos de las Fuerzas Armadas, Guardia Civil, Arcángel Azul
de la Policía Nacional y antiguos Caballeros Legionarios.
A pesar de estar lastimado en el brazo derecho por cerrársele de improviso la puerta del ascensor y tirarlo al suelo, Pedro no ha perdido su buen humor.
En el transcurso del almuerzo recibió varios obsequios, algunos de ellos se los hizo llegar el Ayuntamiento
de Córdoba a través del coordinador general de mayores, Juan Martínez.
La reunión fue muy grata y a los postres se brindó por
volverse a reunir, por el mismo motivo, el año que viene.