JULIO
BENÍTEZ FORMA UN ALBOROTO EN ALMERÍA
PASEA
CUATRO OREJAS Y UN RABO EN MEDIO DEL DELIRIO GENERAL
Ladislao Rodríguez Galán.
Este mes de septiembre
es el más taurino de la temporada española. Infinidad de pueblos no descartan
los festejos taurinos de sus fiestas Patronales recuperando así tradiciones de
muchos años.
No hay que olvidar
que la tauromaquia es un espectáculo (el más bello del mundo) que hace feliz a
mucha gente. Nos agrada infinito ver anunciados cada día cantidad de festejos (pequeños y de lujo) que
se reparten por toda nuestra geografía. Y lo que es más importante con el respaldo
del público. Eso es buena señal. Tras la pandemia parece que la Fiesta está
recuperando el ritmo. Como debe ser.
Quien si lo está
recuperando a pasos agigantados es el matador de toros Julio Benítez, que después
de más de tres años apartado de los compromisos taurinos por un inoportuno
accidente, de la mano de "Chiquilín" está realizando una temporada de
calentamiento, puede decirse, para que en la próxima haga frente a retos
importantes.
Es bueno caminar
paso a paso para coger el sitio suficiente con las miras puestas en un futuro
inmediato.
Esta tarde ha vuelto
a triunfar. Lo ha hecho a lo grande, formando un alboroto ante dos novillos de
Prados Osuna (Granada). El festival benéfico ha tenido lugar en El Alquión
(Almería) y desde que se abrió con el capote en su primer enemigo la gente vio
enseguida que allí había un torero enrabietado. Dominó con solvencia a sus dos
antagonistas y como premio paseó cuatro orejas y un rabo y salió a hombros de
la plaza.
Este mes de
septiembre tiene varios compromisos entre festivales y corridas de toros. Que
sigan los éxitos.
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