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PRIEGO DE CÓRDOBA CELEBRA LA PRIMERA CORRIDA DE TOROS DE TODA LA PROVINCIA EN 2020

LEA VICENS ALCANZA UN IMPORTANTE TRIUNFO CORTANDO TRES OREJAS.

ENRIQUE PONCE LOGRA UN APÉNDICE Y EMILIO DE JUSTO SE VA DE VACÍO POR CULPA DE LOS ACEROS

(6-9-2020)

Plaza: Las Canteras (Priego de Córdoba). Corrida de toros mixta. Con el aforo autorizado por la Covid-19, la plaza presentó media entrada.

Ganado: Dos toros para rejones de Fermín Bohórquez, que tuvieron movilidad y cuatro de Fernando Sampedro para lidia ordinaria, aceptablemente presentados y de juego variado. El más complicado el tercero.

• LEA VICENS: pinchazo y rejón (oreja) y rejón ( dos orejas).

• ENRIQUE PONCE: estocada (oreja) y dos pinchazos y estocada (ovación con saludos).

• EMILIO DE JUSTO: estocada y seis descabellos (ovación tras aviso) y media estocada ( gran ovación).

• Incidencias: Las cuadrillas guardaron un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus. Festejo retransmitido por Canal Sur TV. Se cumplió el protocolo de seguridad establecido por las autoridades sanitarias.

escribe: Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis

Toda la temporada con las plazas de toros de Córdoba y su provincia cerradas a cal y canto y en dos días seguidos dos localidades separadas por poco más de veinte kilómetros: (Almedinilla, sábado día 5 y Priego de Córdoba domingo día 6) han celebrado dos festejos de muy distinto signo. En Almedinilla se celebró la final del XXVI Ciclo de Novilladas sin caballos organizadas por las Escuelas Taurinas de Andalucía y en Priego de Córdoba, una corrida de toros mixta con un cartel perfectamente rematado. En ambos festejos estuvieron presentes las cámaras de la televisión andaluza.

Es de agradecer y tener en cuenta que mientras en otras localidades cordobesas se han suspendido las ferias y por ende los espectáculos taurinos, en Priego de Córdoba se ha respetado la tradición, más que centenaria, de celebrar una corrida de toros con motivo de su feria Real, yéndose la feria al traste, pero manteniendo los toros. Una fuerte ovación, pues, a quien corresponda.

Otro cantar fue el desarrollo de la corrida. Los toros que envió Fernando Sampedro no fueron agradables compañeros de viaje y por tanto la noche, en el toreo a pié, no alcanzó la plenitud esperada.

LEA VICENS

No sucedió igual con el ganado de Bohórquez para la señorita rejoneadora Lea Vicens. Dos toros que se movieron y a los que ella supo extraer lo que necesitaba para calentar los tendidos y llevarse en el esportón un buen puñado de trofeos.

Lea es una amazona de primer orden. Mueve con gracias y excelentemente los caballos y toreando de costadillo a dos pistas es una auténtica campeona. Si al espectáculo que supone verla corretear con sus corceles por el ruedo, unimos la habilidad que atesora para colocar zarpas y banderillas, sobre todo las cortas, el resultado artístico está más que asegurado. Esta noche en Las Canteras se ha apuntado un notable éxito por su entrega, simpatía y conexión con el público tras una labor más que correcta.

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ENRIQUE PONCE

En el toreo a pié abrió plaza Enrique Ponce, que es el único de los grandes que está tirando del carro. Ponce es un señor del toreo y su calidad está más que contrastada en los más de treinta años que lleva toreando. A Priego de Córdoba vino a darlo todo, su principal característica, y así fue. En su primero, tras un airoso saludo capotero, tuvo que emplearse a fondo para meterlo en la muleta. Al final lo consiguió, y por el pitón derecho le endilgó varias series muy elegantes que no dictaron la verdadera calidad del animal, sino que Ponce, gracias a su oficio y conocimiento, con la muleta puesta tapándole la salida, hizo que el tendido viera un toro muy diferente del que tenía enfrente. Maestría se le llama a eso.

Pero toda su maestría y oficio no fue suficiente para doblegar a su segundo enemigo. Un toro sin raza ninguna que además tiraba gañafones. La honradez profesional del valenciano le tuvo delante más tiempo del que se merecía el marrajo. El respetable agradeció el interés y entrega de Ponce y le obligó a saludar.

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EMILIO DE JUSTO

Emilio de Justo, que se presentaba en Priego de Córdoba, y brindó al público el toro de su presentación, dejó el sello de calidad que atesora su toreo. Con el capote estuvo inspiradísimo en ambos toros. A su primer enemigo lo llevó cosido al capote desde las tablas hasta el centro del ruedo a base de ajustadas verónicas llenas de sabor. Como sus hermanos de camada, el toro apenas fue picado y a pesar de eso Emilio tuvo que hacer de enfermero toreando a media altura con plasticidad y elegancia en series por la derecha que el toro se tragó dominado por la franela de un convincente Emilio. Por el izquierdo el toro protestó y no consiguió acomodarse. Luego, a la hora de la verdad, todo se vino abajo por la mala utilización de los aceros.

Al que cerraba plaza lo recibió Emilio al hilo de las tablas con unas verónicas de rodilla genuflexa de mucho sabor y hondura. El toro que se derrumbó apenas rozó el peto del picador, llegó a la muleta con las fuerzas justas y aunque Emilio le enjaretó dos tandas por la derecha coreadas por los tendidos, el animal se fue diluyendo al igual que la faena. Quiso de Justo demostrar su disposición y a pesar de haber sufrido varios derrotes a la altura de la cadera, lo citó de frente y remató su labor con unas ajustadas manoletinas. El toro no era para florituras pero Emilo lo intentó hasta el final. La espada volvió a dejarlo sin trofeos pero se llevó el reconocimiento del respetable que supo reconocer su toreo de alto voltaje.

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