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martes, 24 de marzo de 2020


LA IMAGINACIÓN EN LA LUCHA CONTRA EL CORONAVIRUS NO DECAE

Ladislao Rodríguez Galán
España es diferente, España es diferente, venimos oyendo esta frase desde la cuna. Y a fuer de ser sinceros no tenemos más remedio que aceptarla como una verdad como un templo.
A través de nuestra rica historia han sido infinidad las situaciones críticas a las que hemos hecho frente sin perder nunca el optimismo y la decisión.
Ahora estamos atravesando una situación extrema que está poniendo a prueba al pueblo español en su totalidad. No hay fronteras ni pueblos que se escapen a la pandemia del coronavirus. Y hay que hacerle frente como sea. Una medida, demostrada por  tremendamente eficaz, es QUEDARSE EN CASA.
El aislamiento decretado por el Gobierno es un dique de contención al avance de este terrible enemigo de la humanidad.
QUEDARSE EN CASA ha activado la imaginación de los españoles que sabemos echarle siempre un pulso a la adversidad y son infinidad los vídeos y mensajes que nos llegan con originales formas y maneras de pasar lo mejor posible este "cautiverio" incómodo pero necesario.
El aplauso diario que dispensamos a las 20 horas, a los sanitarios que se desvelan por nuestra salud, nos ha demostrado que la solidaridad y el agradecimiento es una forma muy positiva de vadear esta situación inédita.
Y hay quien al aplauso cariñoso y sincero ha unido la música para amenizar estos minutos. Y uno de los que en nuestra ciudad ha  decidido acompañarse de un bafle de gran tamaño, en el balcón de su casa, para alegrar a los vecinos de la urbanización, es el joven alumno de la Escuela Taurina de Córdoba David Gavilán "Fuentes Bocanegra". 
Cada tarde, poco antes de las 8, saca el equipo al balcón y, a través del móvil, comienza con las notas del Himno Nacional, para continuar con ritmos de hoy, y disfrutar así animadamente de unos minutos de fantasía musical, antes de dar por terminado el concierto hasta el día siguiente. El aplauso unánime pone el punto final.
David entrena todos los días en la azotea de su casa para no perder la forma, luego realiza las tareas escolares y a la hora  exacta diaria repite la misma rutina para  unirse al agradecido y sonoro homenaje que le tributan todos a los miles de profesionales sanitarios, algunos de ellos sin medios suficientes, por tanta entrega y tanto sacrificio sin tregua, para que estemos protegidos. Todos ellos merecedores de un dignísimo reconocimiento a nivel gubernamental.
Una buena idea la de este joven torero, que un día, al igual que todos nosotros, recordará esta situación como una anécdota muy desagradable pero que fue superada por la solidaridad de todos y el esfuerzo increíble de los profesionales.
Así es España: Solidaria y única. Por eso me siento orgulloso de ser español.

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