LA IMAGINACIÓN EN LA LUCHA CONTRA EL
CORONAVIRUS NO DECAE
Ladislao Rodríguez Galán
España es diferente,
España es diferente, venimos oyendo esta frase desde la cuna. Y a fuer de ser
sinceros no tenemos más remedio que aceptarla como una verdad como un templo.
A través de nuestra
rica historia han sido infinidad las situaciones críticas a las que hemos hecho
frente sin perder nunca el optimismo y la decisión.
Ahora estamos
atravesando una situación extrema que está poniendo a prueba al pueblo español
en su totalidad. No hay fronteras ni pueblos que se escapen a la pandemia del
coronavirus. Y hay que hacerle frente como sea. Una medida, demostrada por tremendamente eficaz, es QUEDARSE EN CASA.
El aislamiento
decretado por el Gobierno es un dique de contención al avance de este terrible
enemigo de la humanidad.
QUEDARSE EN CASA ha
activado la imaginación de los españoles que sabemos echarle siempre un pulso a
la adversidad y son infinidad los vídeos y mensajes que nos llegan con
originales formas y maneras de pasar lo mejor posible este
"cautiverio" incómodo pero necesario.
El aplauso diario que dispensamos a las 20 horas, a los
sanitarios que se desvelan por nuestra salud, nos ha demostrado que la
solidaridad y el agradecimiento es una forma muy positiva de vadear esta
situación inédita.
Y hay quien al
aplauso cariñoso y sincero ha unido la música para amenizar estos minutos. Y
uno de los que en nuestra ciudad ha
decidido acompañarse de un bafle de gran tamaño, en el balcón de su
casa, para alegrar a los vecinos de la urbanización, es el joven alumno de la
Escuela Taurina de Córdoba David Gavilán "Fuentes Bocanegra".
Cada tarde,
poco antes de las 8, saca el equipo al balcón y, a través del móvil, comienza
con las notas del Himno Nacional, para continuar con ritmos de hoy, y disfrutar así
animadamente de unos minutos de fantasía musical, antes de dar por terminado el concierto hasta el día siguiente. El aplauso unánime pone el punto final.
David entrena todos
los días en la azotea de su casa para no perder la forma, luego realiza las
tareas escolares y a la hora exacta diaria repite la misma rutina para unirse al agradecido y sonoro homenaje que le tributan todos a los miles
de profesionales sanitarios, algunos de ellos sin medios suficientes, por tanta
entrega y tanto sacrificio sin tregua, para que estemos protegidos. Todos ellos
merecedores de un dignísimo reconocimiento a nivel gubernamental.
Una buena idea la de
este joven torero, que un día, al igual que todos nosotros, recordará esta
situación como una anécdota muy desagradable pero que fue superada por la
solidaridad de todos y el esfuerzo increíble de los profesionales.
Así es España: Solidaria y única. Por eso me siento orgulloso
de ser español.
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