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domingo, 2 de febrero de 2020

CORONAVIRUS
LA VETERINARIA Y LA SALUD PÚBLICA
             
     José Luis Prieto Garrido
   Veterinario de Salud Pública
Hace muchos años que la profesión veterinaria se limitaba a la cura y atención de los animales de renta y de compañía. Con el devenir de los tiempos fue asumiendo competencias que, posiblemente no conozca toda la población.
En la actualidad, junto a profesionales que cuidan la salud y bienestar de nuestras mascotas, y animales como equinos, bovinos, ovinos o caprinos, entre otros, estamos quienes velamos por la sanidad y salud pública y humana, los veterinarios y veterinarias de Salud. Un grupo de profesionales dedicados en plenitud, junto a quienes igualmente velan por la salud humana, profesionales de la medicina y de la farmacia, y que integramos en conjunto el organigrama del Servicio Andaluz de Salud.
La actuación de estos profesionales abarca muy variados cometidos, desde el control animal (rabia), hasta la inspección de todos los establecimientos de restauración (bares, cafeterías, restaurantes), minoristas (carnicerías, pescaderías, fruterías), supervisión de industrias y almacenes, control y evaluación de comedores colectivos y sus menús, residencias de mayores, etc., entre otros
En estos días estamos afrontando el desafortunado reto del coronavirus surgido en la ciudad china de Wuham. El equipo veterinario de los distintos Distritos Sanitarios, y el de investigadores de las Unidades de Intervención Provincial de Atención Continuada en las alertas de Salud Pública, estamos permanentemente, junto al equipo de médicos epidemiólogos, pendientes y alertantes de posibles incidencias al respecto que pudieran producirse, así como, de cualquier otro tipo de Sciri o Alerta (Legionella, Listeria, etc.),  que pudiera ocasionarse en la provincia.
Nos remontamos a hace más de 20 años cuando hizo su presencia la tan temida Encefalopatía Espongiforme Bovina (Mal de las vacas locas), donde los profesionales veterinarios tuvimos una participación activa, fundamental y definitiva con nuestra actuación en mataderos e industrias cárnicas, para que, hoy día, ello haya quedado en historia.
Soy un defensor de mi profesión.
Como alguien decía, …”dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios".

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