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viernes, 7 de junio de 2019

"EL TORO BRAVO PUEDE QUEDAR COMO UNA ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN"


HABLAMOS CON EL EX-TORERO JOSÉ LUIS VILLAFUERTE QUE SE HA CONVERTIDO EN UN PRESTIGIOSO VETERINARIO ESPECIALIZADO EN EL TORO BRAVO



Ladislao Rodríguez Galán

José Luis Villafuerte hizo su primer paseíllo actuando en la mujer cordobesa  en mayo de 1989.  Y en agosto de ese mismo año debuta de luces en Brazatortas. Han pasado treinta años y Villafuerte, que en sus años de torero activo, estudiaba veterinaria, se ha convertido en un profesional cualificado especializado en el toro bravo. Y en  más de veinte años de profesión, ha logrado labrarse un enorme prestigio en esta especialidad.
-Cuantos años vistió de torero?
- Toree cincuenta novilladas sin caballos y cuarenta con picadores. Actué en las principales plazas de España. Cinco veces en Córdoba y dos en la Maestranza de Sevilla, donde me retiré. Todo estaba muy complicado y la cuestión económica influyó bastante. Pero fueron diez años alucinantes. Desde entonces me centré en mis estudios veterinarios y por amor al toro bravo me especialicé en él.
- También es esta una profesión más tranquilita…
- No crea. En los ruedos recibí tres cornadas y como veterinario una que casi me atraviesa el pecho. Iba a operar un toro y lo anestesié, pero no fue suficiente y cuando me acerque se levantó y me lanzó por los aires corneándome. Fue un exceso de confianza.


- Cuál es la enfermedad más frecuente en el toro bravo?
- La lesión ocular. Para los Limusine, Retinto o Charoles, que son de consumo no es problema, pero para el toro bravo es terrible por qué queda inutilizado para la lidia. El toro en la plaza debe tener una visión perfecta. Como curiosidad le indico que curé al toro “Bondadoso”, de Domingo Hernández, que indultó “Finito “ el 29 de mayo de 2004 en Córdoba y precisamente, diez años después (5-7-2014), también “Finito”   indultó en Arévalo a “Sembrador”, hijo de aquel toro.
- Esta hoy el toro mejor cuidado que nunca?
- Por supuesto. Se cuida más y está mejor alimentado. La prueba es que se caen menos  y embisten más que nunca. El ganadero está muy pendiente de su cuidado.
- O sea, que el toro bravo tiene el futuro asegurado…
- No crea. En los últimos diez años la cabaña de bravo se ha reducido alarmantemente por que el número de festejos ha disminuido. El toro sin la fiesta no tiene futuro y actualmente su precio ha caído en picado. Una ganadería cuesta mucho y el toro vale poco. Puede quedar como una especie en peligro de extinción.
- Tan fuerte ha golpeado la crisis a este sector?
- Naturalmente la fiesta de los toros no podía escapar. La falta de ayuda oficial y lo costoso que resulta montar un festejo hacen que se esté pasando por un momento delicado.


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