Escribe: Antonio
Portillo Peinado, escritor e investigador taurino.
El gestor taurino de la plaza de Las Ventas, Sr. Casas, dando un golpe de
mano comercial, se adelanta a todos los colectivos taurinos madrileños que
conceden premios taurinos por la Feria de S. Isidro y elige triunfador de la
misma a su torero Paco Ureña, tratando con ello de influir en la opinión de
dichos colectivos para que Ureña sea el triunfador del S. Isidro 2019.
Que haga eso Casas puede entenderse, sobre todo conociendo el personaje,
pero que aplauda dicha venta comercial el crítico Antonio Lorca me parece
extraño, solo comprensible desde una actitud forofista de dicho crítico por
ese torero.
Considero a Lorca como un excelente crítico, del que leo sus articulos
con especial interés. Por eso me ha parecido exagerada la valoración que hace
de la actuación del murciano en la corrida del pasado sábado, así como la
transcripción literal, sin valorarla, del premio de Casas a su torero.
Ha habido cosas más importantes en esta feria que lo realizado por Ureña.
Sin menoscabar las buenas actuaciones de este torero, no se puede obviar el
favoritismo, afectado por su lamentable lesión ocular, que el público
madrileño ha mostrado desde su reaparición. Algo parecido a lo ocurrido con
Padilla tras su cogida en Zaragoza. Sin duda la tauromaquia moderna, Sr
Lorca, está muy influida por el miedo que inducen en el público las cogidas
de los toreros. En mi época de juventud había cinco veces más percances que
ahora, se llenaba el Sanatorio de Toreros y el público valoraba con más
naturalidad las cogidas de los toreros que, aunque no deseables, deben formar
parte consustancial con su actividad. O no defendemos ante los antitaurinos
que se trata de una lucha entre iguales...?.
No se deben conceder dos orejas en Las Ventas por un muy buen inicio de
faena y dos tandas de naturales correctos sin construir una faena compacta,
sino más bien una faena de más a menos con un remate mediante una estocada
entera pero de defectuosa colocación que produjo una irrespetuosa lentísima
agonía en el toro, sin querer acelerar su muerte por miedo a perder trofeos.
Sr Ureña, público y crítica de Madrid, hay que respetar más al toro y no
provocar esas insoportablemente largas agonías en la muerte de los toros. Esa
faena a un toro con una embestida extraordinariamente noble, tuvo momentos de
interés por el buen toreo de Ureña, pero no fue lo suficientemente compacta
como para provocar ni la reacción del público de Las Ventas, cada vez con
menos nivel de exigencia, ni sobre todo la valoración poco objetiva de la
crítica y muy especialmente del Sr. Lorca. Desde mi punto de vista hubiera
sido más justa la concesión de una oreja al torero y la vuelta al ruedo al
toro, por considerar que pese a esos buenos momentos del torero, no superó la
calidad del toro.
Una vez más el Sr Casas demuestra su vista comercial, lo que me importa
tres pitos, pero sí me importa que un gran crítico como D. Antonio Lorca
pierda la debida objetividad, teniendo en cuenta que es el crítico taurino
que más leo.
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